miércoles, 12 de octubre de 2011

Pro Víctima: Propaganda y simulación


La creación de la Procuraduría Social de Atención a las Víctimas del Delito (Pro-víctima) constituye la expresión más acabada de la simulación gubernamental.

No es que quienes han sido víctimas de la delincuencia o de las propias fuerzas armadas encargadas de combatirla no necesiten atención y procuración de justicia, lo que digo es que no lo conseguirán mediante una entidad oficial que nace marcada por la simulación y el oportunismo y animada más con un propósito propagandístico que por una genuina preocupación por quienes han perdido seres queridos a manos de la delincuencia o de los propios cuerpos del gobierno.

Pro-víctima es una simulación porque está enfocado a los efectos y no a las causas que han provocado la proliferación de víctimas a lo largo y ancho de la ensangrentada geografía nacional. El mensaje que Felipe Calderón envía a la sociedad al crear este nuevo órgano burocrático no puede ser más ominoso: seguirá habiendo víctimas porque continuará la militarización del país con el pretexto de la guerra contra el narcotráfico.

Lo cosmético de la medida queda subrayado por el hecho de ser una instancia que nace apresuradamente, sin presupuesto asignado, con instalaciones inacabadas y con una junta de gobierno en la que figuran personajes como Isabel Miranda de Wallace, María Elena Morera y Alejandro Martí, favorecedores de la política calderonista que produce las millares de víctimas a las que ahora --sólo ahora-- se pretende "atender".

Digo "sólo ahora" porque apenas en junio de este año la Procuraduría General de la República (PGR) envió a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión el Informe sobre avances y resultados de la estrategia de seguridad pública en el periodo 2006-2011.

Allí, el mismo gobierno que hoy se dice "preocupado" por quienes han perdido amigos o familiares, negaba que hubiera víctimas: "Se estima --dice el informe-- que no hay base jurídica para concluir que existen víctimas, daños materiales y pérdidas económicas por la estrategia de seguridad pública 2006-2011".

Los afanes de hoy son, por ello, una respuesta oportunista a los planteamientos formulados por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia, quien ha descalificado la medida.

Por lo demás, seguirá intacta la estrategia fallida y el modelo económico aplicado dogmáticamente el cual genera la criminalidad, cuyo combate ha quebrantado el todo el país el llamado Estado de Derecho, provocado desapariciones forzadas por parte de las propias fuerzas gubernamentales y ha provocado, además, afectaciones a la economía del orden de los 210 mil millones de pesos que equivalen a 1.53 por ciento del Producto Interno Bruto, según datos del INEGI.

La escandalosa impunidad que alienta toda esta situación tampoco ha sido combatida por el Eliot Ness mexicano (Obama dixit), pues según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2011, difundida el mes pasado por el INEGI, de los casi 18 millones de delitos denunciados, en 81 por ciento de los casos no pasó nada o no se resolvió, no se inició averiguación previa o está en trámite.

Todo lo cual revela la incapacidad, actitud omisa y la corrupción de las "autoridades" que priva en los tres órdenes de gobierno.

Por todo ello Pro-víctima no es más que una maniobra propagandística de Felipe Calderón a quien debiera recordársele que la principal responsabilidad constitucional de un gobierno legalmente constituido --aunque el suyo no cumple cabalmente este supuesto-- es garantizar la seguridad de los ciudadanos y no abrir ventanillas para atender a los danmificados por esta responsabilidad tan impunemente incumplida.












miércoles, 5 de octubre de 2011

Steve Jobs

El mensaje de Apple tras confirmarse hace unos momentos la muerte de quien fuera la mente maestra detrás de esa compañía:

Steve Jobs
1955-2011

Apple ha perdido a un visionario y creativo genio, y el mundo ha perdido a un sorprendente ser humano. Aquellos de nosotros quienes hemos sido suficientemente afortunados de conocer y trabajar con Steve hemos perdido a un querido amigo y a un mentor inspirador. Steve deja detrás a una compañía que sólo él pudo haber construido y su espíritu estará por siempre en la fundación de Apple

Nobel de física: por qué Einstein estaba equivocado

La revista Time publica un sugerente artículo titulado "Por qué Einstein estaba equivocado acerca de estar equivocado". El título alude al hecho de que cuando el científico desarrollaba su Teoría especial de la Relatividad, la que se refiere a la gravedad, encontró que sus ecuaciones indicaban que si el universo no estaba expandiéndose, entonces debería estar colapsándose. El físico consideró que eso resultaba alarmante...e inaceptable.

Para evitar que sus ecuaciones arrojaran ese resultado "inventó" un subterfugio llamado constante cosmológica, cuyo valor hace, en efecto, inviable que el universo se expanda.

Una década más tarde Edwin Hubble descubrió que el universo efectivamente estaba expandiéndose.

Todavía es un misterio cómo una mente tan brillante y carente de prejuicios --como la que necesitó para aceptar las paradojas que para el sentido común implican varias conclusiones de la Relatividad-- se haya negado a aceptar el hecho de la expansión del universo, lo cual seguramente le hubiera valido otro Nobel.

Sea de ello como fuere, el caso es que la revista Time comenta que el premio Nobel de física 2011 se asignó a Adam Riess y otros astrofísicos por el sorprendente descubrimiento realizado hace poco más de una década, de que el universo se expande tan rápido como transcurre el tiempo.

Riess y su colaborador Brian Smith, de la Universidad Nacional Australiana, no tenían intención de descubrir nada oscuro cuando lanzaron el High-z Supernova Search a mitad de los años 90. Tampoco lo hizo Saul Perlmutter, del Lawrence Berkeley Laboratory, cuando él y sus colegas iniciaron el proyecto Cosmología de las súpernovas.

Ambos equipos sabían que el universo había estado expandiéndose desde el Big Bang. La pregunta que querían responder: si la gravedad de 100 billones de galaxias empujándose unas a otras, hacían más lenta la expansión. Y si sí, cuán lenta la tornaban.

Para conseguir la respuesta, los científicos miraron supernovas, estrellas tan brillantes que pueden ser vistas en todo su camino a través del universo. Como tomó billones de años para que su luz nos encontrara, esa luz es una instantánea de cómo lucía la expansión entonces. Las más cercanas ofrecen una instantánea de las condiciones más recientes.

Una vez que los astrónomos las encontraron, registraron la velocidad de las supernovas --y así la velocidad de expansión del universo en las diferentes épocas-- midiendo los tenues rangos en la longitud de onda de su luz.

Lo que encontraron para su sorpresa fue que el universo no estaba disminuyendo su velocidad. Se expandía velozmente."Invertimos al menos un agobiante año para entender lo que estábamos viendo", dijo Perlmutter a Time. Al final, tan improbable como parecía, ambos equipos concluimos por separado que debía ser algo nunca visto, una fuerza desconocida empujando al cosmos. Su descubrimiento conjunto fue considerado el descubrimiento del año en 1998 por el periódico Science.


 

martes, 4 de octubre de 2011

Reformas estructurales ¿qué hay detrás?

Al menos en dos ocasiones durante el último mes el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, pidió al Congreso que apruebe las "reformas estructurales que el país requiere" (la frase ya es casi un eslogan).

El pasado 28 de septiembre, durante la Cumbre de Comunicación aseguró incluso que con las reformas laboral, de telecomunicaciones y energética el país podría crecer hasta seis por ciento.

Ayer Felipe Calderón hizo su parte en esta que parece una campaña de presión. Al inaugurar el Foro del Mercado de Valores 2011 urgió a los legisladores a "aprobar las reformas económicas pendientes", pues con ellas se crearían más empleos, los jóvenes y las mujeres tendrían más oportunidades y el país lograría mayor competitividad.

Ambos desde luego mienten porque las tales reformas no están diseñadas ni para el crecimiento económico (bueno sí, pero sólo de los grandes capitales) ni para la generación de empleos como ya quedó demostrado con las aplicadas hasta ahora.

¿Por qué son tan importantes y urgentes para el grupo hegemónico en el poder esas reformas? Porque Calderón fue impuesto en la presidencia de México con el propósito de profundizar el designio que desde hace por lo menos dos decenios rige en el mundo: suprimir el llamado Estado de bienestar para incrementar los márgenes de rentabilidad del capital financiero por la vía de comprimir el trabajo asalariado (desempleo), restringir el consumo de las masas reduciendo el ingreso (bajos salarios), recorte a gastos sociales y privatizaciones. Exactamente lo que vemos que está ocurriendo en el mundo en el periodo referido.

Tales son las condiciones que requiere la oligarquía financiera internacional, cuyos representantes locales son el PRI y el PAN. En otras palabras, las reformas estructurales no son otra cosa que la forma concreta en que el capitalismo en su etapa neoliberal está reestructurando la sociedad para magnificar sus ganancias.

Conforme a este proyecto, detrás de la expresión "reformas estructurales" lo que hay es una política encaminada a reducir el gasto público para disminuir el déficit fiscal. El carácter global de este diseño puede constatarse en Europa, donde la receta de las reformas estructurales se ha prescrito para "salvar" la crisis de deuda que enfrentan los países de la eurozona. Sólo que se trata de un remedio que los hundirá más porque no genera crecimiento económico y sólo garantiza sacrificios sociales para garantizar el pago por las deudas contraídas.

De acuerdo con el doctor en economía José Blanco "reducir el gasto público es comprimir el tamaño de la rebanada del Producto Interno Bruto que va a dar a manos de los asalariados, buscando así el capital, aumentar sus beneficios y competitividad internacional".

Para que esto ocurra, es preciso que los países adecuen su legislación, sus estructuras socioeconómicas y sus instituciones de modo que apoyen y estén acordes con la nueva forma de valorización del capital que incluye reducir el tamaño del aparato estatal, mediante la desincorporación y privatización de industrias estratégicas (hidrocarburos, minería, telecomunicaciones, gas, electricidad), la eliminación de subsidios que atemperaban las desigualdades sociales, privatización de los regímenes de pensiones, además del abandono presupuestal de la educación pública y predominio de carreras técnicas formadoras de mano de obra calificada y barata para el mercado en detrimento de la formación humanística, científica y cultural (véase la eliminación de la Filosofía en los planes y programas de estudio del bachillerato que sostiene la Secretaría de Educación Pública, como el Colegio de Bachilleres).

Como se sabe, todo ese proceso ha sido acompañado y se ha legitimado a lo largo de los últimos 20 años mediante enmiendas constitucionales, reformas a leyes y reglamentos o creación de nuevos cuando se ha requerido, con el único propósito de acomodarlo a las nuevas necesidades de expansión del capital financiero internacional. Esos cambios han sido bautizados con el nombre de reformas estructurales

Como dice Carlos Salinas de Gortari: a lo que ya se aplicó, lo que ya fue gobierno hay que aplicarle la prueba del ácido de los resultados. Estas reformas ya se aplicaron, panistas y priistas han gobernado con ellas y el resultado es que México es una de las economías más débiles de América Latina por su subordinación a EUA, un país depauperado con 52 millones de personas en pobreza extrema, una clase media abolida o en vías de extinción, un mercado interno pulverizado y un crecimiento económico promedio de 1.9 por ciento en el sexenio de Calderón, el segundo peor de los últimos 75 años.

Con esos resultados impresentables, pero escudados en la desinformación de la sociedad y apuntalados por el aparato de comunicación público y privado, Calderón y sus adláteres creen llegado el momento de una nueva ofensiva y han iniciado una campaña de presión para concluir el ciclo de reformas estructurales,
revestidos esta vez con falacias como aquello de que una reforma laboral dará competitividad al país porque la planta productiva estará mejor vinculada al mercado laboral.

Lo que busca en realidad es garantizar mayores rendimientos al capital, que no estará obligado a pagar prestaciones onerosas, podrá ofrecer precarias condiciones de trabajo, no enfrentará sindicatos independientes y no tendrá que pagar ni grandes salarios ni indemnizaciones por despido, que todo eso legaliza el proyecto de reforma estructural en materia de empleo por el que tanto suspiran los panistas (y también los priistas, pero ellos esperarán para votarlo hasta su eventual regreso a Los Pinos).

La competitividad de que hablan Calderón y Carstens no se refiere a una que mejore las condiciones de vida cotidiana de las personas, sino a una que permita atraer capitales y favorezca las variables macroeconómicas, esa suerte de economía ficción, cuya saludable condición es de donde extrae sus ganancias el fraudulento capital financiero que domina el mundo.

La farsa o, si se quiere, el cinismo detrás de este nuevo intento es que el desastre económico que esas reformas han significado al país es utilizado para...¡justificar su necesidad!.

Así por ejemplo, cuando el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) reveló que en en el sexenio de Calderón se incrementó en 3.2 millones el número de personas pobres, el senador Manlio Fabio Beltrones escribió en su cuenta de Twitter: "Ante cifras que revelan un incremento en la pobreza, sería mezquino aplazar las reformas que impulsen la economía y el empleo".

¿Se dan ustedes cuenta? Es como si dijera: "Visto lo mal que lo hemos hecho, debemos seguir haciéndolo". ¿Así o más desvergonzado?


lunes, 3 de octubre de 2011

Cómo entender la crisis global

La actual crisis del capitalismo global tiene su origen en los instrumentos financieros inventados por el propio sistema. Los signos externos de la emergencia económica de nuestros días son el débil crecimiento económico y el problema de la deuda de Estados Unidos y la eurozona.

La crisis de la deuda ha puesto en jaque al sistema económico del planeta y aunque esta vez los principales afectados son los países de la élite, el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, advirtió en estos días que ya existen señales de contagio en las naciones emergentes y en desarrollo.

En ello coincidió con Josef Ackermann, presidente del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), entidad que representa a los grandes bancos privados del mundo, quien sostuvo que la crisis fiscal y de deuda de EUA y Europa dejó de ser un "desafío regional" para convertirse en un problema mundial.

Nada nuevo en un mundo acostumbrado a sacrificar a la población para recomponer los excesos del capitalismo financiero especulador.Y es que el problema de la deuda no sólo es resultado del "despilfarro" de algunos estados miembros, como acusó el Banco Central Europeo.

Es producto, sobre todo, de los ataques especulativos de los mercados sobre las deudas soberanas de países como Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España (los pigs --cerdos-- como los bautizó el despectivo acrónimo formado mediante la insidiosa colocación de sus iniciales en inglés).

Origen de la crisis

El instrumento para estos ataques son los llamados Credit Default Swaps (CDS) o Permutas de Incumplimiento Crediticio, los cuales funcionan de este modo:

El inversionista adquiere un título o bono de deuda emitido por un gobierno y, para cubrirse del posible riesgo de incumplimiento de pago, acude a un vendedor de CDS, le paga una prima anual y en caso de impago de la entidad emisora del bono de deuda, el vendedor del CDS responde pagando el importe del título y sus intereses al inversionista que lo posea.

Como se trata de operaciones que no están reguladas en ningún país (¡viva el libre mercado!), las entidades vendedoras de permutas por incumplimiento crediticio no están obligadas a cumplir ninguna norma de solvencia, como en el caso de los seguros.

Así, los bancos, que usualmente son los vendedores de estos seguros, pueden a su vez convertirse en inversionistas y asegurar la misma operación con otro banco, y éste comprar un CDS a otro por la misma deuda y así hasta el infinito, en algo que el economista José Blanco ha llamado con acierto "la clonación fatídica". (La Jornada, 2 de agosto/2011, p. 16).

De este modo, incluso es posible comprar CDS sin poseer títulos de deuda, con lo que puede darse la paradoja de que existan en el mercado más certificados de este tipo que bonos de deuda amparados por aquellos.

Debido a que se multiplica el número de inversionistas "colgados" de los bonos de deuda, su mayor ganancia depende de que se eleve la tasa de interés. Y mediante diversos mecanismos especulativos los mercados tienen maneras de presionar al alza esta forma de crédito para incrementar la tasa de interés de los rendimientos de los bonos de deuda emitidos por un país. De este modo aumenta de manera casi exponencial el costo de la deuda original hasta hacerla casi impagable. Eso ocurrió con Grecia.

Desde la crisis de 2008 las Permutas de Incumplimiento Crediticio se han utilizado como instrumentos de ataque a la deuda pública de países que ahora están casi en bancarrota (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España).

Como puede verse, la actual crisis de deuda que tiene a la élite capitalista al borde de un ataque de nervios es producto de instrumentos financieros fraudulentos inventados y desarrollados por el desmedido afán de lucro del propio sistema.

Las naciones así quebradas requieren préstamos adicionales para ser rescatados de su insolvencia, créditos que les son negados o regateados, aduciendo que la deuda no pagada ha puesto en peligro de quiebra a los bancos privados acreedores, los cuales, según cálculos del FMI requerirían ahora mismo  200 mil millones de euros (casi 300 mil millones de dólares) para evitar el riesgo de la descapitalización, lo cual --dicen-- conduciría inevitablemente a una recesión que agudizaría la crisis mundial.

Lo paradójico del caso es que muchos de esos bancos --que ahora abogan incluso por ser rescatados con fondos públicos-- participaron en la multiplicación de los panes (CDS), y al incrementar sus ganancias ocasionaron la insolvencia de sus acreedores. Ya ganaron con la especulación y volverán a ganar cuando cobren sus créditos.


Al rescate

La perversión y la voracidad, sin embargo, no acaban allí. Para que nuevos flujos de capitales lleguen a las sociedades así vulneradas (Grecia es por ahora el caso más crítico) el Comité Monetario y Financiero Internacional, el principal órgano de decisión política del FMI, compuesto por 24 gobernadores que representan a los 187 países agrupados en el organismo multilateral, dictaminó ya la estrategia para salir de la crisis: reducir el déficit fiscal de las naciones endeudadas.

Se trata de una medida atroz, pues significa mayores recortes al gasto público mediante estrictos programas de austeridad que se traducirán en mayores tasas de desempleo, fenómeno que según el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavia, alcanzó ya un nivel histórico de 200 millones de personas en el mundo a causa de la crisis.

Así las cosas, para que Grecia --desplumada por la especulación de inversionistas y banqueros-- pueda recibir durante los primeros días de este mes de octubre ocho mil millones de dólares del plan de rescate acordado el año pasado con la llamada troika (FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo), deberá cumplir estas condiciones:

a) Despedir a 20 mil empleados públicos; b) recortar o congelar los salarios y pensiones estatales; c) elevar el impuesto al aceite para calefacción; d) cerrar empresas estatales deficitarias; e) recortar el gasto en salud y acelerar privatizaciones.

Un programa similar de ajuste para reducir el déficit público se aplica en España, donde salud y educación han sido las principales áreas afectadas por la reducción del gasto y donde el gobierno regional de la derechista Esperanza Aguirre ha despedido a más de 2, 500 profesores.

Francia anunció que suprimirá también 30 mil empleos públicos en 2012 para reducir el déficit fiscal hasta 4.5 por ciento. Al presentar el 28 de septiembre los presupuestos para el próximo año, el presidente galo Nicolás Sarkozy adelantó que la reducción del déficit será de 5.7% en 2011 a 4.5% en 2012; 3% en 2013; 2% en 2014 y 1% en 2015.

Se trata de medidas calificadas como inviables por el nobel de Economía 2008, Paul Krugman, quien sostiene que lo peor que puede hacerse cuando una economía está deprimida y con altas tasas de desempleo es reducir el gasto del gobierno. Históricamente es algo que no ha funcionado ni aquí (EUA) ni en otros países.

Robert Reich, ex secretario de Trabajo de Bill Clinton también ha criticado estas medidas. "El problema no es el déficit, sino la falta de empleo y crecimiento, aseguró.

El asunto parece de sentido común y ha sido resumido en sus términos por Lakshman Achuthan, director del Economic cycle Research Institute, mediante esa sencilla, pero ilustrativa ecuación: Cuando el empleo cae, los ingresos caen; cuando los ingresos caen, las ventas caen; cuando las ventas caen, la producción cae y cuando la producción cae el empleo cae.


Especulación vs producción

Pero para la lógica de poder del capital financiero empeñado en imponer un nuevo régimen de acumulación que maximice las ganancias vía la especulación financiera y ya no mediante la producción de bienes y servicios, nada de eso cuenta.

Noam Chomsky, profesor emérito en linguística del Instituto Tecnológico de Massachusetts, lo resumió al afirmar que el sector financiero promovido por EUA destruyó al sector productivo. El resultado ominoso es, según José Blanco, que la especulación financiera se encamina a paralizar la economía real.

Es decir, añade, a congelar toda la infraestructura concentrada en fábricas, astilleros, puertos, carreteras, campos de labranza, así como a prescindir de científicos, ingenieros, técnicos y de miles de trabajadores.

De ahí los draconianos programas de ajuste. Si la población se queda sin empleo, sin ingresos, cae en la pobreza y muere, no importa. Porque a diferencia de la anterior fase del capitalismo mundial, en la que fue importante mantener vivas a las masas para estabilizar el consumo de los bienes producidos en serie, ahora las ganancias se obtienen mediante la especulación. El trabajo y los trabajadores se tornaron prescindibles.

En el fondo, las medidas exigidas a Grecia y al resto de la zona euro están orientadas a colapsar el Estado de bienestar, ese donde se ofrecía empleo, seguridad social y educación pública gratuita. El objetivo, como apunta el economista Alejandro Nadal, es "abrir todos los espacios para incrementar la rentabilidad o utilidades del capital y utilizar todo el poder del Estado para lograrlo".

Acaso por ello, durante la reunión anual del FMI y el BM celebrada hace dos semanas en Washington, la francesa Christine Lagarde, directora gerente del Fondo enfatizó que "Nuestros problemas pueden ser sobre todo económicos, pero las soluciones son esencialmente políticas".

Aludió así al hecho de que para supuestamente frenar el ataque de los mercados sobre las deudas de los países, los planes de ajuste deben ser aprobados por los parlamentos de cada nación, algo que, como ya hemos visto, está siendo cumplido en casi todas las cámaras de representantes. Incluso España --con el voto conjunto de socialistas y conservadores-- aprobó el pasado 2 de septiembre una reforma que limita el déficit presupuestal y aumenta el techo de la deuda.

Democracia en crisis

Medidas como ésta están incubando otra crisis: la llamada crisis de representatividad de gobiernos y parlamentos. Los primeros indicios son las revueltas del pasado mes de agosto en Gran Bretaña, el movimiento estudiantil chileno, los indignados españoles y las huelgas de trabajadores en Grecia.

Se trata de movimientos sociales que rechazan el modelo político y económico en boga, en el que las instituciones han sido capturadas y puestas al servicio de quienes provocan las crisis financieras en serie. Ello ha echo caer el velo de la democracia mostrándola como lo que en realidad es: un sistema en el que los gobiernos no están para servir a los ciudadanos que aparentemente los eligen, sino que trabajan para sus bases principales que son quienes conforman el fraudulento sector financiero.

La razón es que más allá del espejismo electoral, quienes eligen a los gobiernos del mundo son las grandes empresas trasnacionales y sus corporativos (los llamados poderes fácticos), como lo repetía el escritor portugués José Saramago: el ejercicio del poder real reside en fuerzas que nunca han aparecido ni aparecerán en las boletas electorales, porque no lo necesitan para ejercer su dominio.

Así estamos.