lunes, 16 de abril de 2012

Seis claves para votar en 2012

Si usted forma parte del grueso 24 por ciento de quienes --según las encuestas-- no ha decidido por quien votará en la próxima elección presidencial, le presentamos este Manual para indecisos con tips que quizá lo ayuden o...empeoren su indecisión.

1. No se fije en las propuestas (contenido) sino en la estructura. El contenido no es esencial. Lo importante es si traerá una historia (estructura) nueva. Si usted es aficionado a las telenovelas verá que Abismo de pasión, que se transmite actualmente, tiene diálogos, reparto y situaciones diferentes, pero en esencia cuenta la misma historia que una novela anterior llamada Cañaveral de pasiones.

Un ejemplo menos cool: West side story (Amor sin barreras) es un cover de Romeo y Julieta, de William Shakespeare (un amor imposible por el odio mutuo entre las familias de los protagonistas. En la segunda el diferendo de familias es sustituido por el odio entre pandillas, para adaptarla a su época).

Si usted elige un cover como gobierno, corre el riesgo de que --como en las series de TV-- al final de la sexta temporada (del sexenio, pues) usted habrá vivido y visto la misma historia de desempleo, inseguridad, mala educación, carestía y corrupción, aunque con personajes diferentes.

2. Cheque si porpuestas aisladas ("Me comprometo a concluir la autopista" "Daré más becas a estudiantes") impactarán realmente en su vida. Vaya, si le permitirán llegar al fin de quincena sin apuros y con sus necesidades de casa, vestido y sustento satisfechas.

Puede que si usted es comerciante una autopista le ayude a transportar más rápido su mercancía, pero si la economía no mejora, seguirá vendiendo poco, probablemente encuentre dificultades para capitalizarse e invertir; sus ganancias continuarán cayendo y sus deudas aumentando. La nueva autopista o el moderno circuito vial no cambiarán su situación. Y peor: terminará pagándolos usted mismo con sus impuestos y cuotas de peaje.

3. Cuando escuche a algún candidato prometer Reformas estructurales...¡descártelo de inmediato! Algunas de esas reformas ya aplicadas son: la entrega de la banca nacional a los extranjeros (lo que restringió y encareció el crédito); cambios en el régimen de pensiones, ahora operado por Afores, cuyos dueños ganan más jineteando su lana en la Bolsa, de lo que usted recibe como pensión; el retiro de subsidios al campo, cuando países desarrollados los mantienen, con lo que sus labriegos están en ventaja frente a los nuestros. Una de las causas de la ruina de nuestro agro.

Reformas estructurales significan menos recursos a educación, lo que equivale a deteriorada infraestructura y miles de alumnos rechazados (Para el ciclo escolar 2013-I la UNAM sólo pudo admitir 11 mil 116 estudiantes de los 122 mil aspirantes. Más de 110 mil quedaron excluidos.

Y todavía faltan las reformas laboral (suprimirá derechos de trabajadores), la energética (para seguir haciendo negocios privados con compañías extranjeras a cambio de nuestro petróleo) y la fiscal (para gravar con IVA alimentos y medicinas, mientras se perdonan y devuelven impuestos a las grandes empresas). Quien diga que apoya más reformas estructurales, esto es lo que está apoyando.

4. Desconfíe de los programas sociales. Un candidato que ofrece mantener y ampliar los programas sociales (Oportunidades, 60 y más, Seguro popular) lo que nos está diciendo en realidad es que los jodidos seguirán jodidos, como alguna vez reconoció con desparpajo Emilio Azcárraga Milmo.

Los programas sociales son válvulas de escape que impiden a los menesterosos, hartos de su condición,  estallar revoluciones. La idea es calmarlos, darles algo para que "la vayan pasando" mientras otros se enriquecen a su costa. Entre menos programas sociales existan, mayor es la prosperidad y el nivel de vida de las personas, no al revés.

Con frecuencia escuchamos a nuestros políticos ufanarse de sus programas sociales. Es otra forma de cinismo. Ni un voto a quienes ofrezcan aumentar programas sociales en vez de reducirlos hasta su gradual extinción.

5. Identifique a sus enemigos de clase. Aunque en el mundo moderno se ha querido suprimir la noción de clase social, ésta existe y cada una tiene intereses diferentes. Si usted vota, como hasta ahora, por sus enemigos, éstos gobernarán para favorecer sus intereses propios, no los suyos.

¿Cómo saber quienes son? Muy simple: compruebe si compran, se divierten, estudian,vacacionan y viven donde usted lo hace. No es fácil encontrar a los Salinas de Gortari, a los Zedillo, a los Fox, a los Calderón, o a algunos de los apellidos que ahora disputan la presidencia de México en algún Liverpool o parque un fin de semana cualquiera.

En cambio, es probable que los pueda encontrar en alguna tienda exclusiva de Beverly Hills. Ellos pueden hacerlo porque usted no puede. Y, una vez en el gobierno, harán todo lo posible para asegurarse de que eso continúe siendo así.

6. No se deje influir por las encuestas. Las encuestas son deseos que aspiran a convertirse en profesías autocumplidas. En el México electoral de nuestros días son la forma "civilizada" que adopta lo que en realidad es una guerra sucia encubierta.

Su objetivo es doble: por un lado, inducir el llamado voto útil., aquel que se razona así:  "si mi candidato no tiene posibilidad, voto por el que las encuestas dicen que va ganando para que mi decisión sirva de algo".

Por otra parte, tienen la función de desalentar, avergonzar y hacer sentir marginales a los votantes que no están con el candidato correcto (ese al que las encuestas y algunos medios dan como seguro ganador). Explotan el instinto gregario de las masas (ir donde va la bola).

Es como cuando usted prefiere entrar a un restauran en vez de al de junto sólo porque el primero está lleno de gente y el otro semivacío. Y piensa: "la gente prefiere este porque ha de ser mejor. Vayamos allí". Y aunque los comenzales estén lamentando su decisión por el pésimo sazón y servicio que encontraron, seguirá atrayendo a más y más personas sólo porque al verlo atiborrado todos piensan lo mismo.

Ese es el tipo de resortes psicológicos que están activando las encuestas, y funciona con electores con una pobre o nula formación política.

viernes, 13 de abril de 2012

El estado del periodismo en 2012*


La era de los móviles, en la cual la gente está conectada a la web sin importar dónde se encuentre llegó en serio. Cuatro de cada 10 estadounidenses adultos es propietario de un smarphone; uno de cada cinco posee una tablet. Los nuevos autos son fabricados con Internet incluido. Con más aparatos móviles se produce una profunda inmersión en las redes sociales.

Para los periódicos la nueva era trajo pros y contras. Nuevas investigaciones incluidas en este reporte encuentran que los aparatos móviles están incrementando el consumo de noticias de la gente, reforzando el atractivo de los medios noticiosos tradicionales y proveyendo de un estímulo de largo aliento al periodismo.

Ocho de cada 10 que consiguen noticias en smartphones o tablets, por ejemplo, también consultan noticias en computadoras convencionales. La gente está tomando ventajas de tener muy fácil acceso a las noticias durante el día en sus bolsillos, sobre sus escritorios o en sus laps.

Al mismo tiempo, un desafío fundamental que identificamos en el reporte del año pasado se ha intensificado: poner al alcance de tales intermediarios tecnológicos el control de las noticias en el futuro. En el último año dos tendencias se traslapan y refuerzan la sensación de que la brecha entre las noticias y la industria de la tecnología se está ensanchando.

Primero, la explosiva irrupción de nuevas plataformas móviles y canales de medios sociales representa otro piso de la tecnología con el cual las organizaciones de noticias deben avanzar al mismo ritmo. Segundo, en el último año un pequeño número de gigantes tecnológicos comenzó rápidamente a consolidar su poder convirtiéndose en hacedor de todo en nuestras vidas digitales.

Google, Amazon, Facebook, Apple y unas cuantas firmas están maniobrando para convertirse en el hardware que la gente usa, el sistema operativo con el que funcionan sus dispositivos, el navegador más utilizado, los servicios de correo electrónico con que se comunican, las redes sociales en las que comparten y la plataforma web en la cual compran y se divierten.

Y todo esto proverá a estas companías de datos personales detallados acerca de cada consumidor.

Ya en 2011 cinco compañías tecnológicas concentraban 68 por ciento de todos los ingresos por publicidad en línea. Y esa lista no incluyó a Amazon y Apple, las cuales consiguen la mayoría de sus dólares de transacciones, descargas y dispositivos.

Para 2015 se espera que Facebook concentre una de cada cinco piezas de publicidad digital vendida (e-Marketer. "Revenue gains push Facebook to top of US display ad market". Feb. 23, 2012).

Hace un año escribimos aquí: "La industria de la noticia tarda para adaptarse y está culturalmente más atada a la creación de contenido que la ingeniería. En 2012 ese fenómeno ha crecido.

Todo esto plantea la cuestión de si los gigantes de la tecnología encontrarán interesante adquirir una mayor participación en el mercado de las noticias como parte del todo que ya ofrecen a los consumidores.

¿Llegará un punto en que para asegurar la sobrevivencia de muchas pequeñas compañías de medios, por ejemplo, Facebook considere comprar parte de las acciones de un socio de medios tal como el Washington Post?

Ya hay signos de estrechos vínculos financieros entre los gigantes tecnológicos y los de noticias. Como parte de los planes de You Tube para convertirse en productor de contenido original para televisión, un camino al que apostó fuerte el año pasado, está financiando a Reuters para producir programas originales de noticias.

Recientemente Yahoo firmó un contrato de colaboración con ABC News para ser un provedor exclusivo de noticias en video por la red. AOL, después de ver como menos que un éxito estelar su intento por producir su propio contenido original, compró The Huffington Post.

Con el lanzamiento de su lector social, Facebook se ha asociado con The Washington Post, The Wall Street Journal, The Guardian y otros. En marzo de 2012 el co-fundador de Facebook compró el New Republic Magazine, de 98 años.

En 2011 los operadores tradicionales de noticias también emprendieron nuevos pasos para monetizar la red en su propio beneficio. The Associated Press lanzó una asociación con más de dos docenas de compañías de noticias para licenciar contenido noticioso y colectar regalías de los agregadores.

Aproximadamente una decena de diarios sobrevivientes de Estados Unidos han lanzado un tipo de plan de suscripciones digitales o pay wall. Las compañías de noticias están creando sus propias redes digitales de publicidad y ventas y se están moviendo hacia el marketing y consultoría digital.

Unas cuantas organizaciones, como el Financial Times y el Boston Globe han optado por sacar el "app" mundos controlado por Apple y Google, para crear páginas móviles usando HTML 5.

Pero nuestra investigación del año pasado encontró que estos esfuerzos son todavía limitados y que pocas compañías noticiosas han hecho considerables progresos en algunas áreas clave de noticias digitales. Las organizaciones de noticias están usando principalmente la popular plataforma de Twitter para empujar sus propios contenidos y captar audiencias, solicitar o compartir información que ellas mismas no producen.

El problema de los periódicos se agudizó en 2011. Aunque las audiencias en línea crecieron, la circulación impresa continuó declinando. En 2011 las pérdidas en publicidad impresa superaron las ganancias de los ingresos digitales por un factor de aproximadamente 10 a 1, una taza incluso peor que la de 2010.

Cuando la circulación y los ingresos por publicidad se combinan, la industria de los periódicos se ha contraido 43 por ciento desde el año 2000.

Las implicaciones cívicas del declive de los periódicos han pasado a ser más claras. Surgen evidencias de que los periódicos (sean leídos impresos o digitamente) son la fuente primaria a la que la gente recurre para informarse acerca de los problemas gubernamentales o civiles.

Si estas tendencias continúan hasta que esos medios se marchiten o desaparezcan, no es muy claro donde o si ese tipo de información sería reportada.

En suma, la industria de la información no está mucho más cerca de un modelo de ingresos de lo que lo estaba el año pasado y ha perdido más terreno ante sus rivales de la industria de la tecnología. Pero la creciente evidencia también sugiere que la   información se está convirtiendo en una parte muy importante y ominipresente en la vida de las personas. Eso, a fin de cuentas podría resultar un factor que salve el futuro del periodismo.

*Reporte anual de The Pew Research Center's  Project for Excellence in Journalism.
By Amy Mitchell and Tom Rosenstiel






martes, 10 de abril de 2012

Josefina y las redes sociales


Se queja Josefina Vázquez Mota, la tambaleante candidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la presidencia de la república, de que en las llamadas redes sociales se le difama y calumnia. Se dice víctima de una estrategia de descalificación ilimitada y culpa de ello a "quienes proclaman la república amorosa".

La denuncia de la ahora llamada "Jefa" es un tácito reconocimiento de su derrota también en ese medio. Es natural. Sus estrategas --de algún modo hay que llamarlos-- debieran saber que los usuarios de Facebook, pero sobre todo los de Twitter, tienen un perfil diferente al de quienes, para asomarse al mundo, sólo disponen de los canales de televisión abierta que controla el duopolio Televisa-TV Azteca.

De acuerdo con una medición de Buendía y Laredo, difundida en marzo de 2011, si bien sólo 29 por ciento de los hogares tiene computadora en casa, un grueso 87 por ciento de esos usuarios, cuenta con estudios de preparatoria o una carrera universitaria.

El Perfil político de los usuarios de twitter y facebook obtenido por esa casa encuestadora reveló además que 70 por ciento son solteros; 90 por ciento tiene entre 18 y 39 años y 44 por ciento carece de una preferencia partidista.

Se trata, como puede verse, de electores jóvenes, preparados académicamente, difíciles de persuadir o de engatuzar mediante propaganda mal diseñada y peor realizada, con una postura crítica y casi la mitad de ellos sin pertenencia a partido político alguno.

Ese perfil hace previsible que el mundo de las redes sociales sea un terreno minado  y peligroso para quienes, como la candidata panista, carecen de una propuesta electoral que no sea la del continuismo o cuyas constantes pifias la hacen presa fácil de usuarios avispados como los descritos.

Ante esa realidad incontrastable Vázquez Mota recurre al fácil expediente de asumirse como víctima de una campaña calumniosa, como si los ciudadanos fueran incapaces de la crítica o como si ésta sólo fuera concebible en quienes abrigan dobles o aviesas intensiones.

El asunto tiene relevancia porque ilustra sin ambages lo mal que la pasarían políticos como la panista si contaramos con una sociedad mejor educada e informada. Ese es el quid del asunto porque, como dije en otra parte: para difamar a Josefina, no tiene uno más que...citarla.

martes, 13 de marzo de 2012

¿Qué tanto saben los electores mexicanos?

Está en curso una campaña del Instituto Federal Electoral (IFE) en que llama a los ciudadanos mexicanos a comparar las propuestas de quienes buscarán un puesto de elección popular en las elecciones del próximo 1 de julio, para elegir "las que mejor resuelvan los problemas de tu comunidad".

¿Están esos ciudadanos en condiciones de discernir, en efecto, cuáles son las mejores propuestas? ¿Con qué criterio podrá alguien, por ejemplo, decidir qué candidato presidencial tiene la mejor fórmula para mejorar la economía de las familias y lograr el desarrollo económico del país? ¿Tienen esos millones de votantes elementos para dictaminar qué proyecto educativo es el mejor?

O en todo caso ¿cómo eligen los mexicanos? es decir, ¿qué toman en cuenta para decidir su voto? Se basan en las propuestas de los candidatos? ¿en la influencia de su grupo social o de su círculo íntimo? ¿En lo que presentan los medios?

No he visto ninguna encuesta que mida o indague esas cuestiones. Lo que registro, en cambio, es una completa desesperanza e incredulidad. La gente no sabe por quien votar porque "todos son iguales", "Unos roban más que otros", "no hay ni a cual irle", "Una vez arriba se olvidan de uno", "De todos modos nada va a cambiar".

La desesperanza proviene de carecer esos votantes de referentes, de no saber en qué fijarse para decidirse por unos o por otros; de la intuición más o menos extendida de que el voto no servirá para decidir nada importante.

Lo que parece claro es que sólo muy pocos sufragan con base en los programas de gobierno propuestos. Y si no ¿cómo se explica el hecho de que aún sin conocerse las ofertas de campaña, la mayoría de las encuestas indiquen que el candidato del PRI encabeza las preferencias electorales? ¿Con base en qué esos encuestados se inclinan supuestamente por ese abanderado?

No parece tratarse entonces de un voto razonado, lo cual concuerda con el hecho de que tenemos una sociedad con una precaria cultura política y con un rezago educativo que alcanza, según datos del INEA, a 33.4 millones de personas.

Y es que el aparentemente sencillo acto de acudir a una casilla electoral y cruzar una papeleta en favor de un candidato, requiere de mucho estudio previo. Por principio de cuentas ¿saben los electores mexicanos que en la actual etapa del capitalismo financiero globalizador los países no son plenamente soberanos (véanse los casos de Grecia, España e Italia) y que las políticas económicas del candidato puntero no pueden ni plantean salirse del esquema internacional diseñado para la exclusión de las mayorías --de las que esos votantes forman parte-- y para la prosperidad de sólo unos cuantos?

¿Estarán, por ventura, al tanto de que el enfoque educativo adoptado por México (competencias y habilidades) es una imposición externa cuya aplicación aquí se ha traducido en un adelgazamiento de los contenidos, de los planes de estudio y que por eso nuestros niños y jóvenes carecen de conceptos, de razonamiento abstracto y matemático, y de conocimientos básicos en geografía, historia, y gramática?

¿Sabrá la masa de votantes que el país forma parte de un sistema-mundo, como lo llama Immanuel Wallerstein, y que deberá evaluar a los candidatos y sus propuestas en función de qué tanto responden a los intereses que dominan ese sistema y qué tanto a los propios?

Como se ve, votar no es un acto sencillo. Y para hacerlo con eficacia se requiere de saberes específicos que rebasan el ámbito de lo local, de las percepciones o de la añoranza distorcionada del pasado ¿Están los electores mexicanos listos para ello?



viernes, 17 de febrero de 2012

¿Capitalismo en crisis?



Se ha vuelto casi un lugar común hablar de la "crisis del capitalismo", sobre todo a raíz del desastre financiero ocurrido en 2008, cuando la quiebra de Lehman Brothers condujo al mundo a lo que fue calificado como la peor recesión conocida por Occidente desde 1929.

Diversos análisis, incluso de grupos que reinvindican la opción socialista, insisten en referirse a "la crisis del capitalismo", lo cual no parece sino un buen deseo, más cercano al voluntarismo --Wikipedia lo define como la afirmación de que algo es cierto o falso basándose simplemente en el deseo de que lo sea-- que a una realidad verificable empíricamente.

Los problemas económicos de la Eurozona --una continuación de la burbuja que estalló hace casi cuatro años-- son aducidos como una prueba de la pretendida crisis. No hay tal.

Los fundamentos económicos de ese sistema y la legitimidad de que lo revisten los intereses mediáticos que controlan y dictan los cánones de cómo ser y estar en el mundo permanecen intocados, intactos, de modo que a sus enterradores puede aplicárseles aquella frase atribuida falsamente al Don Juan, de José Zorilla: "Los muertos que vos matáis, gozan de cabal salud".

Es posible que el modo de acumulación capitalista haya conducido a los actuales problemas de deuda soberana que afecta a los países de aquella región, pero ello no implica que el sistema esté en crisis. Quienes lo están, en cambio, son los ciudadanos de esas naciones que con su sacrificio económico producto de la aplicación de los eufemísticamente denominados Planes de ajuste, tendrán que pagar los platos rotos.

Es decir, el capitalismo financiero trasnacional no perderá las ganancias obtenidas mediante los instrumentos especulativos que han conducido a casi la insolvencia a países como Grecia, Italia y España. Aunque sea a largo plazo, pero no perderán ese dinero, de ahí los planes que han obligado a firmar a esos países. ¿Dónde está la crisis de un sistema de producción cuyos organismos multilaterales tienen la fuerza para obligar a países supuestamente soberanos a casi autoinmolarse para cumplir con el pago de esos capitales?

El diseño capitalista previsto tras el desmantelamiento del llamado Estado de bienestar y encaminado básicamente a incrementar la rentabilidad del capital mediante lo que se conoce como el Consenso de Washington, está en marcha sin enemigo al frente.

Es cierto, existen movimientos globales opuestos al capitalismo, que denuncian la dominación de los pocos sobre los muchos, o el altermundista Foro Social Mundial, reputado como el mayor espacio de debate, ideas y propuestas de movimientos sociales, redes y ONG que se oponen al actual modelo de desarrollo y buscan alternativas.

Con todo lo prometedor que resultan esos esfuerzos, todavía no es posible afirmar que hayan hecho tambalear al sistema. Acaso se deba a lo que el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez --fallecido a los 95 años en julio del año pasado-- denominaba el desdén del socialismo como opción.

Aunque existen movimientos anticapitalistas y se incrementan en años recientes, ninguno de ellos --lamentaba-- se pronuncia abiertamente  por la necesidad de esta alternativa que a mi juicio continua siendo el socialismo.

Sánchez Vázquez alertaba que la idea de esa opción social ha desaparecido incluso de las reivindicaciones y de los programas de los grupos políticos de izquierda en gran parte del mundo.

A mi juicio --observaba-- una de las características de la izquierda no sólo en América Latina sino también en Europa es haber abandonado esta reivindicación y tratar de situarse en los cambios posibles dentro del sistema, pero perdiendo la perspectiva de que la alternativa verdaderamente emancipadora tiene que venir de un sistema que destruya las bases fundamentales del capitalismo. (La Jornada, 9 de julio/2011, p. 6).

 El problema de catalogar como "crisis del capitalismo" los recurrentes o cíclicos (para emplear un término caro a los economistas) desajustes que causa en la economía real, esa que afecta al hombre de la calle, consiste en que distorciona el análisis de las llamadas condiciones objetivas, conduce a un falso triunfalismo, y resta rigor a la acción colectiva al pretender que el fin está cerca cuando aún falta mucho trabajo para empezar si quiera a minar sus fundamentos.