domingo, 4 de agosto de 2013

El fracaso de la economía

Las últimas cuatro décadas la historia del mundo ha sido una: la lucha de las sociedades contra la imposición neoliberal. Éste ha prevalecido pese al evidente fracaso intelectual de la teoría económica dominante, fundada, como hemos dicho en un post anterior, en supuestos sin sustento en la realidad. El principal --en palabras de Robert Skidelsky, el notable biógrafo de John Maynard Keynes-- en creer que su sistema económico es perfecto porque todos los agentes participantes disponen de información perfecta acerca del futuro, lo cual es evidentemente absurdo.

La causa principal de la presente crisis --sostiene el historiador-- se encuentra en el fracaso intelectual de la economía. Fueron las ideas equivocadas de los economistas las que legitimaron la desregulación de las finanzas que causó el desastre posterior. Es difícil transmitir el daño que ha hecho esta escuela dominante hasta hace poco.

Pocas veces con anterioridad --remata nuestro autor-- ha habido mentes tan brillantes dedicadas a ideas tan extrañas. La más disparatada, la que propugna que todos los participantes en el mercado tienen creencias correctas acerca de lo que pasará a los precios en un futuro infinito. Eso no es otra cosa que el elefante de las expectativas racionales que los economistas se tragaron, afirma.

Esa ideología es precisamente la que ha estado detrás de los fracasados programas gubernamentales aplicados en México desde que en 1982 llegó al poder Miguel de la Madrid y con él, el grupo de economistas formados en esas teorías: Carlos Salinas de Gortari, Pedro Aspe, Ernesto Zedillo, Herminio Blanco, Guillermo Ortiz, Santiago Levy, entre otros.

La siguiente generación, incluidos los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, y ahora Luis Videgaray y el equipo económico alrededor de Enrique Peña Nieto, han sido y son fieles seguidores de las teorías económicas derrotadas por la realidad de una crisis que todavía no han sido capaces de explicar, y de la que no han podido salir porque no saben cómo hacerlo.

En los últimos 30 años México ha estado en manos de economistas de medio pelo adoctrinados en teorías que seguramente no entienden, pero que aplican dócilmente por el compromiso que adquirieron con los centros de poder estadounidense que los impusieron en los cargos de mando que desempeñaron.

No es casual por ello que de los cinco más recientes presidentes de México, incluido el actual, cuatro hayan sido impuestos por la fuerza mediante fraudes electorales, monumentales y evidentes en los casos de Salinas de Gortari, Calderón y Peña Nieto. Era preciso que fuera así.

A despecho de las supuestas formas democráticas del mundo libre (eufemismo con el que EUA designa a los países bajo su égida), era preciso imponerlos para que cumplieran el designio del exterior: abrir nuevos espacios de rentabilidad para el capital trasnacional, mediante el despojo de la riqueza nacional vía el programa privatizador conocido como reformas estructurales.

Merced a ese proceso ya se apoderaron de los bancos, de la minería, la electricidad --casi 60% de la energía que general el país es producida por particulares-- la producción agrícola, y ahora van por la joya de la república: la riqueza petrolera.

Una evidencia incontrastable del fracaso de las políticas neoliberales la aportó el pasado 29 de julio el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) al informar que en México 53.3 millones de personas (45.5% de la población) viven en la pobreza.

Pero si se suprimen los criterios de medición que introdujo la nueva metodología oficial a partir de 2008 (acceso a la alimentación, salud, seguridad social, educación, vivienda) y sólo se considera el ingreso, entonces esa cifra aumenta a 61.4 millones de pobres hasta 2012, es decir, más de la mitad de la población (52.3%).

Este es el saldo de 31 años de economía neoliberal y reformas estructurales: La imposición --mediante fraudes electorales-- de un sistema económico igualmente fraudulento que mantiene al país estancado y a su población empobrecida.

Esto lo sabe muy bien Luis Videgaray Caso, el secretario mexicano de Hacienda. Pero a él le pagan por jurar que el rey va vestido. Y en plena aceptación de ese papel lacayuno sale a decir:

"Sólo con la aprobación de más reformas estructurales, como la energética y la hacendaria, México podrá generar crecimientos económicos mayores que permitan a millones de mexicanos salir de la pobreza" (La Jornada, 30/VII/2013, p. 11). ¿Se dan ustedes cuenta?

miércoles, 31 de julio de 2013

México, reformas y expectativas racionales

La crisis del mundo actual, incluido desde luego México, tiene un nombre: crisis de la razón. Esta derrota del "deber ser" tiene su raíz en el sistema económico que es la base de la irracional organización política y social que nos ha conducido al caos actual.

Se trata de un fenómeno de larga data. Ya en 1936, al fijar los fines de la Teoría Crítica (Escuela de Francfort), Herber Marcuse hacía notar que la vida está organizada de tal modo que el destino de los individuos depende del azar y de la ciega necesidad de incontroladas relaciones económicas y no --como debía ser-- de la programada realización de las posibilidades humanas.

En efecto, esas "incontroladas relaciones económicas" condujeron a la crisis financiera que inició en 2008 y cuyos efectos seguimos padeciendo en términos de desempleo, bajos salarios, hambre, pobreza, desigualdad, inseguridad y muerte.

Esa crisis fue producto de un engaño monumental que superó todos los límites de la razón y la inteligencia humanas y que sin embargo pudo imponerse merced a un arreglo institucional que incluyó gobiernos, instituciones académicas, universidades, economistas, empresas, inversionistas, especuladores e instituciones como la Fundación Nobel.

El engaño consistió en sostener que los mercados son naturalmente eficientes, que se autorregulan y que cualquier desequilibrio es rápidamente compensado sin la intervención de agentes externos, específicamente, sin la intervención del Estado.

Paradójicamente el modelo teórico que sustentó esta falacia se denomina Hipótesis de las Expectativas Racionales (HER), y Robert Lucas recibió el Nobel de Economía por sus "contribuciones" al desarrollo de estos modelos.

Esta hipótesis parte de un despropósito irracional: que mediante complejos modelos matemáticos es posible predecir el futuro y que la incertidumbre acerca del mismo puede ser suprimida. En otras palabras: que es posible estimar el riesgo futuro de cualquier inversión a partir de la información del presente y de las estadísticas del pasado, pues para eso existe la tecnología que permite ese tipo de modelaciones. Toda predicción así obtenida es válida e infalible.

Supone, además, que todos los agentes económicos usan en forma racional toda la información disponible del presente y del pasado para calcular si una inversión les puede reportar pérdidas o ganancias futuras. Y dado que todos buscan el máximo beneficio nadie actuará contra sus propios intereses mediante comportamientos irracionales que provoquen una crisis en el sistema.

De estos supuestos falsos se desprendió la falacia a la que aludimos: la Teoría del Mercado Eficiente (TME), según la cual los mercados se autorregulan, pues dada su racionalidad, ningún agente incurriría conscientemente en un riesgo nocivo y, si así ocurriera, el resto lo penalizaría y emprendería las acciones correctivas para devolver su homeostasis --estabilidad-- al sistema.

En ese mundo perfecto creado por los economistas de Chicago a los que pertenece Milton Friedman, las crisis económicas son impensables, pues tendrían que ser producto de hechos que no han ocurrido antes; es decir, de cosas que no existen en el pasado de donde se extrapolan los datos para predecir el futuro. Si no existieron ayer, tampoco existirán mañana, parece ser el razonamiento.

Pero como apunta Carlos Obregón (La crisis financiera mundial, Siglo XXI, México, 2011) la razón básica de la quiebra de un banco como Leheman Brothers --que desató el vendaval en 2008-- fue que la volatilidad de los mercados no se comportó como nada que se hubiera visto antes. Es decir, la realidad no se ajustó al modelo y "el riesgo resultó ser algo distinto de lo que habían descrito los diversos premios nobel que lo estudiaron".

En ese sentido --continúa Obregón-- Frank Knight y John Maynard Keynes tuvieron razón. Éste postuló una teoría de la incertidumbre según la cual el futuro no podía ser inferido a partir del pasado y por ello era necesaria la regulación de los mercados.

Knight, por su parte, definió el riesgo como incertidumbre no probabilística, como lo que se desconoce. Ese, decía, es el tipo de riesgo que caracteriza el futuro. Por tanto, no hay manera de modelarlo, como pretendían los Chicago boys.

Lo verdaderamente trágico de la Hipótesis de las Expectativas Racionales (HER) y todo el edificio de la teoría económica dominante que se construyó sobre esa base, es que fue parte de un engaño de unos economistas que lograron engañar al mundo.

Como ha escrito Robert Skidelsky (El regreso de Keynes, Crítica, Barcelona, 2009), la HER se planteó como solución a un problema abstracto: ¿Qué condiciones de conocimiento se requerirían para que los mercados fueran perfectamente eficientes? ¿Por qué habrían de querer los economistas que los mercados fuesen perfectamente eficientes? Porque, dirían ellos,  tales mercados mejoran los resultados económicos (maximizan las ganancias).

"Si sabemos lo que es un milagro económico --escribe Robert Lucas, el creador de la HER---tendríamos que ser capaces de hacer uno". Y, en efecto, se avocaron a producir ese mundo platónico de eficiencia perfecta, para lo cual requerían de premisas inventadas, sin sustento en la realidad, pero que eran las que producirían su famoso milagro económico. Como se ve, un puro voluntarismo desprovisto de toda lógica.

Es verdad que casi todo el mundo material que conocemos existió antes en la idea o en la imaginación de alguien. Pero su concreción no fue producto de un capricho o de supuestos o herramientas abstractas. Incluso la teoría de la relatividad general de Einstein, si bien fue resultado sólo de cálculos mentales, debió ser corroborada con datos de la experiencia sensible.

Otro tanto puede decirse de la física cuántica, cuyos postulados muchas veces desafían nuestro sentido común, pero que han dado lugar a desarrollos tecnológicos que no hubieran sido posibles si no fuera cierto que la naturaleza subatómica se comporta de manera tan sorprendente, si sus inexplicables efectos hubieran sido producto sólo de la agitada mente de alguien, como nuestros inventores de la economía neoliberal.

Lo malo de todo esto es que estas teorías económicas, pese a su desprestigio por los reveses que ha recibido de parte de la realidad, sigan vigentes en países como México. Aquí las reformas estructurales que impulsa el gobierno de Enrique Peña Nieto están basadas en estos supuestos falaces de las expectativas racionales.

La reforma laboral plantea que si los empresarios no tienen que pagar altas primas de liquidación, entonces contratarán alegremente más trabajadores con lo que el desempleo se reducirá; la reforma financiera supone que si los bancos pueden embargar legalmente y rápido a sus deudores, entonces se animarán a dar mayores créditos, con lo que la economía crecerá; la reforma energética postula que si se enajena la renta petrolera a las compañías extranjeras, entonces habrá una inversión enorme que permitirá el crecimiento del país.

Todos esos supuestos que animan los argumentos oficiales no están fundados en otra cosa que en la fracasada hipótesis de las expectativas racionales. Se trata de teorías que ya han causado demasiados daños en el mundo, pero aquí nos las siguen vendiendo como la panacea que nos sacará del atraso.


miércoles, 19 de junio de 2013

Assange y el soldado Manning

Este miércoles se cumple un año desde que Julian Assange, fundador de Wikileaks, se refugió en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia donde está acusado de delitos sexuales.

El australiano cree, con razón, que esa imputación es sólo una coartada, para que una vez en el país nórdico, éste lo entregue a Estados Unidos para ser juzgado y seguramente condenado a cadena perpetua o pena de muerte, por revelar en 2010 miles de documentos secretos que pusieron en jaque a la diplomacia estadounidense.

Aliado de Washington, Londres se niega a otorgar un salvoconducto al acusado para que pueda viajar al país sudamericano como asilado político, por lo que si pone un pie fuera de la embajada sería arrestado de inmediato por la policía que vigila las 24 horas la sede diplomática.

En tanto, el pasado 3 de junio inició el Consejo de Guerra contra Bradley Manning, el soldado de 25 años acusado de filtrar más de 700 mil documentos, videos de combate y otros datos clasificados al sitio de Internet Wikileaks, cuando servía en Irak entre 2009 y 2010, con lo que según la fiscalía afectó los intereses de EU.

El juicio, que se realiza en el Fuerte Meade, en Maryland, ha sido calificado como una farsa cuyo resultado condenatorio se conoce de antemano, por las condiciones desventajosas en que ha sido colocado el soldado.
  
Michael Ratner, presidente emérito del Centro por los Derechos Constitucionales (CDC), que representa como abogado a Julian Assange y Wikileaks, ha denunciado que la juez militar a cargo del proceso decretó que casi todas las preguntas y evidencias que la defensa presente sobre las intenciones del acusado son irrelevantes al caso.

 Eso significa que, en los hechos, no podrá defenderse de uno de los principales cargos en su contra, pues los fiscales del gobierno intentarán probar que él tenía razones para creer que sus acciones ayudarían al enemigo.

También dispuso que dos docenas de testigos de cargo rendirán declaración a puerta cerrada. Muchos de estos testigos, afirma Ratner, hablarán sobre los documentos filtrados que están disponibles en todas partes menos en el tribunal, porque aún son considerados secretos por el gobierno.

La juez militar --denuncia el abogado-- también ha determinado que los documentos y transcripciones del tribunal, incluso sus propias decisiones, seguirán estado fuera del alcance de reporteros y del público en general.

Ratner informó que el Centro por los Derechos Constitucionales presentó ya una demanda contra la juez militar en un intento por hacer públicos los documentos del caso. "No podemos permitir que el gobierno se salga con la suya con estos torpes procedimientos diseñados para desalentar la cobertura informativa del más importante juicio en torno a procesos de Estado", dijo el abogado.

Y añade que "Bradley Manning enfrenta el más severo castigo infligido a una fuente informativa en este país porque la verdad misma se ha vuelto enemiga del Estado. Exponer la verdad acerca de la mala conducta del gobierno no es ser traidor; traición es dar la espalda a quienes dicen la verdad, como Manning".

martes, 18 de junio de 2013

EUA, espionaje masivo

Nadie puede tenerlo todo y menos al mismo tiempo. Es la consigna que por estos días enarbola el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con la que pretende capear el temporal desatado tras las revelaciones de que su gobierno espía las comunicaciones telefónicas y la actividad en redes sociales (Apple, Facebook, Twitter, Yahoo, Youtube) de sus ciudadanos y de millones en el mundo, mediante el programa secreto PRISM.

"No se puede tener 100% de seguridad y cero inconvenientes", dijo Obama en lo que claramente es una justificación ante la abierta violación a las garantías de libertad de expresión y privacidad proclamadas en la Constitución que juró cumplir.

Todos los hombres del Presidente hacen esfuerzos por conducir el debate a un terreno de costo-beneficio: la libertad depende de un estado de vigilancia secreto, dicen. El mensaje admite sin ambages que la sobrevivencia del Poder lo justifica todo. Que está por encima de lo que ellos --ahora lo sabemos-- consideran entelequias, como la libertad y la privacidad.

Que el Leviatán --que según Hobbes acordamos crear los hombres para nuestra protección-- nos ha arrebatado el poder de decidir sobre su conformación y características y ahora es él quien nos controla. Que se ha convertido en un fin en sí mismo que vigila, espía y se protege de los sujetos a los que debería resguardar.

En efecto, la justificación de que se espía para proteger a la población contra actos terroristas es sólo la apariencia que ofrece el poder para encubrir el hecho capital de que todos somos considerados una amenaza potencial para sus intereses que, obviamente, ya no son los nuestros.

Glenn Greenwald, uno de los periodistas de The Guardian que divulgó la información sobre los programas de espionaje de comunicaciones, proporcionada por Edward Snowden, el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EUA, colocó el asunto en sus justos términos:
La manera en que deben funcionar las cosas es que nosotros deberíamos saber casi todo lo que ellos hacen: por eso se llaman servidores públicos. Ellos deberían saber casi nada de lo que nosotros hacemos: por eso nos llamamos individuos privados. Esta dinámica ha sido radicalmente revertida. Ahora ellos saben todo lo que hacemos...Mientras nosotros sabemos cada vez menos lo que ellos hacen.
 En un intento por minimizar el alcance de los programas secretos de espionaje contra la población, el ex vicepresidente republicano Dick Cheney dijo que no se trata de obtener información sobre lo que hace la tía Fanny o quien quiera que sea. "Así no funcionan las cosas".

Así es, pero para interceptar un mensaje con material relevante en terminos de "inteligencia", se tienen que revisar 10 mensajes donde pueden enterarse acerca de lo que cree, siente o critica la ya no tan insignificante tía.

En todo caso, los doloridos familiares de las víctimas  y los sobrevivientes del atentado del mes pasado en Bostón, se estarán preguntando por el verdadero sentido de espiar ciudadanos dizque para protegerlos cuando no se es capaz de evitar que dos casi adolescentes estallen explosivos en una concentración pública a plena luz del día.

Además de poner en evidencia el vasto e intrusivo sistema de espionaje de que se vale Estados Unidos para perpetrar su dominio económico, ideológico y militar, Edward Snowden, el joven de 29 años responsable de la filtración hizo algo más: desnudó nuevamente el hipócrita discurso estadounidense que proclama los valores de la democracia y del mundo libre, que incluyen el valor y la iniciativa personal que se requieren para cambiar al mundo.

Snowden cumplió con eso, pero ya lo buscan para castigarlo. La muy publicitada y políticamente correcta ideología estadounidenses de la superación personal insta a la gente a "tomar acción" para lograr "que las cosas sucedan".

Eso es exactamente lo que hizo el ahora perseguido: "Aprendí --dijo-- que no puedes esperar a que alguien más actúe. Había estado buscando líderes, pero me di cuenta que el liderazgo tiene que ver con quién es el primero en actuar".

El ex asistente técnico de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la contratista militar privada Booz Allen Hamilton hizo su trabajo. El resto, como él mismo ha dicho, corresponde a la sociedad: "Ahora tiene el poder de decidir por sí misma si está dispuesta a sacrificar su privacidad al estado de vigilancia". Veremos.

lunes, 17 de junio de 2013

Gripe aviar: mutaciones riesgosas

The Scientist alertó en un artículo sobre dos tipos de gripe aviar --H5N1 y H7N9-- que están causado preocupación por su potencial pandémico. Ambos virus pueden causar severas enfermedades y muerte entre la población, pero venturosamente no pueden contagiarse fácilmente de persona a persona.

Sin embargo, esto puede cambiar pronto. De acuerdo con un estudio publicado el pasado 6 de junio en Cell, algunas cepas de ambos virus están consiguiendo mutaciones que les permiten un mejor agarre sobre las células de nuestras vías respiratorias superiores. Si virus feroces acumulan aquellas mutaciones, pueden encontrar muy fácil la manera de extenderse desde personas infectadas a quienes no lo están, incrementando el riesgo de una pandemia.

Ram Sasisekharan, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, quien encabezó el estudio, espera que el hallazgo ayudará a los oficiales de salud pública a monitorear virus salvajes, así como al desarrollo de una vacuna.

"Estos virus están evolucionando rápidamente y la mayoría de nuestras reservas de vacunas están basadas en cepas obsoletas", dijo. "Esperamos que nuestros descubrientos nos ayudarán a ir adelante asegurandonos que las vacunas almacenadas sean contra cepas que están muy cerca de adaptarse a los humanos".

Las infecciones gripales comienzan cuando la proteína hemaglutina (HA) de la superficie del virus reconoce  las moléculas glycan en las células huésped. Los pájaros y los mamíferos tienen diversos receptores glycan y los feroces H5N1 y H7N9 se ligan más fuertemente con los de las aves. Esto crea una barrera natural que previene que el virus se extienda fácilmente entre humanos.

El año pasado, Ron Fouchier, del Centro Médico Erasmo, en Rotterdam, y Yoshihiro Kawaoka en la Universidad de Wisconsin-Madison, identificaron dos sets de aminoácidos mutantes en HA que permiten a H5N1 extenderse a través del aire entre hurones enjaulados. Ambos sets incluyeron mutaciones que ayudan a HA a colgarse de receptores humanos.

Pero esos estudios comenzaron con cepas del viejo H5N1 en 2004 y 2005. Cuando Kannan Tharakaraman, un posdoctorado del equipo de Sasisekharan, analizó el HA de cepas más recientes encontró que los receptores de las mutaciones que Fouchier y Kawaoka identificaron no eran suficientes para causar que los virus prefirieran ligarse a los receptores humanos.

"Si aquellas mutaciones fueron incorporadas en las cepas que actualmente circulan nosotros no vimos ese cambio", diko Sasisekharan. Así, más que enfocarse a esas mutaciones previamente identificadas, el equipo tomó una nueva aproximación.

Modelaron la manera en que HA interactúa con diferentes glycans, e identificaron cuatro presentaciones estructurales que confieren a la proteína su preferencia por los receptores humanos sobre los de las aves. Enseguida, marcaron cada aminoácido de HA de acuerdo a qué tan fuertemente interactúa con el resto de las proteínas y los receptores huéspedes.

"Tú pagas un enorme gastigo por mutar aminoácidos excesivamente interconectados. Pero menos interconectados tienen más flexibilidad para cambiar", explicó Sasisekharan. Estudiando aquellas redes el equipo determinó una lista de mutaciones que fueran más probablemente a producir un cambio en el receptor.

Finalmente analizaron las diversas cepas que existen de H5N1 y encontraron que muchos virus salvajes están ya tentadoramente cerca de convertirse en potencialmente contagiosos entre humanos. Casi todo el linaje de H5N1 ya tiene al menos uno de las cuatro presentaciones estructurales clave que permitirían al virus ligarse más fácilmente a los glycans humanos. Y algunas sepas tienen dos e incluso tres de esas presentaciones.

Una cepa, la cual fue aislada en Egipto en 2010 preferirá receptores humanos sobre los de aves si un sencillo aminoácido fuera a cambiar de glycine a leucine.

El equipo aplicó la misma aproximación a H7N9, una cepa de gripe aviar surgida recientemente, la cual ha infectado a cerca de 130 personas en China este año. Las proteínas del virus muestran muchos signos de adaptación a los humanos, y estudios previos predicen que su HA debería unirse fuertemente a los receptores humanos.