Mostrando entradas con la etiqueta crisis. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta crisis. Mostrar todas las entradas

lunes, 3 de agosto de 2009

Inoperancia económica

Los signos de la debacle económica de México están por todos lados. Los de la inacción gubernamental, también.

Resulta increíble --aunque explicable por la pobre preparación, a la que ahora se une la debilidad política del gabinete y del propio Felipe Calderón-- que mientras se multiplican los índices que documentan con cifras y datos la miserable situación de las principales variables económicas, el ocupante de Los Pinos (dése al término ocupación su acepción de instalarse alguien en un sitio por la fuerza) se entretenga en bromitas (la crisis fue "casi una tormenta perfecta") o en proyectos inocuos (la cédula de identidad ciudadana).

Los incumplimientos y la ineficacia presidencial son ya alarmantes. Veamos: el 7 de enero se anunció en cadena nacional y con la rimbombancia del caso, el Acuerdo Nacional en favor de la Economía Familiar y el Empleo, el cual incluía 25 medidas contra la crisis.

El impulso al empleo, incluido en el acuerdo --tal como ocurrió con la promesa de campaña-- resultó un fiasco. El permitir, contraviniendo la ley laboral por supuesto, los llamados paros técnicos, no evitó, como se dijo, que este año se vayan a perder en total 730 mil plazas.

El apoyo a la economía familiar, que se dio al frenar los aumentos semanales al precio de la gasolina y el diesel --aunque anunciada a nivel nacional la medida no aplicó en los estados fronterizos-- y la rebaja en el precio del gas LP, ahora están a punto de compensarse, en favor del gobierno, claro.

En efecto, el gabinete económico ha sugerido que ante el boquete financiero de las finanzas públicas, podría retirarse el subsidio a las tarifas eléctricas y podría volverse al esquema de incrementos periódicos al precio de los combustibles, amén del intento que se hará de adosarle el IVA a medicinas y alimentos.

O el gobierno no cree en sus propios planes, o los sabe fallidos de antemano o carece de la capacidad operativa para llevarlos a cabo, todo lo cual no habla sino de ineficiencia que, en las actuales circunstancias del país, debiera ser hasta punible.

No de otra cosa nos habla el dato de los subejercicios gubernamentales en materia de gasto público autorizado en el presupuesto de este año, el cual asciende a cuatro mil 341.4 millones de pesos sólo en el primer trimestre de este año, cuando se dijo que el gasto se ejercería de inmediato como una forma de operar las famosas medidas contracíclicas para la recuperación de la economía.

El referido Acuerdo de enero postulaba, como una de sus líneas estratégicas, mayor inversión en infraestructura y un ejercicio oportuno del gasto. Veamos como se incumplió con esto:

De acuerdo con el Informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el mayor subejercicio (dinero que el gobierno no gastó, pese a tenerlo autorizado) se concentró en la Secretaría de Comunicaciones yTransportes (SCT), encargada de obras de infraestructura, principal rubro que se supone se impulsa en un programa contracíclico.

El subejercicio en la SCT fue de 61 por ciento (2,662 millones de pesos). El resto de los recursos no ejercidos se concentró en rubros que son prioritarios en un país como el nuestro: salud (165 millones), desarrollo social (424.1 millones), medio ambiente y recursos naturales (500 millones), en energía 27.2 millones y la Procuraduría General de la República, embarcada en una guerra contra el crimen organizado dejó, sin embargo, de ejercer 20 millones de pesos.

Véase otro ejemplo de cómo los dichos gubernamentales no se acompañan con la acción. En su análisis semanal del 15 de junio, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), del cual no se puede decir que sea un organismo que profese una ideología contraria al actual grupo en el poder, documentó que incluso el programa de Primer empleo con el que Calderón hizo un balbuceante intento por dar algún contenido a su principal promesa de campaña, era un completo fracaso.

El CEESP recordó que de un presupuesto inicial de tres mil millones de pesos (2007) sólo se habían utilizado 63 millones a marzo de 2009, lo cual significa que a ese programa estrella no se han aplicado 98 por ciento de los recursos originalmente presupuestados.

Los subejercicios no son, como pudiera pensarse, ahorros. Es dinero que no se aplica a programas que se supone lo requieren porque fueron presupuestados con base en estudios técnicos en relación con las necesidades de la población que atiende cada sector de la administración pública.

Así, un subejercicio es una muestra cuantitativa, documentada e inequívoca de cómo el gobierno es incapaz de cumplir con sus propias metas expresadas en sus planes de trabajo. ¿Se requieren mayores pruebas para medir la ineficacia de este gobierno?

¡Hasta la próxima!

lunes, 30 de marzo de 2009

El G-20: más de lo mismo

Mientras el mundo se moviliza en favor de acciones para superar la actual crisis económica mundial, México y América Latina parecen impasibles ante el fenómeno.

Este fin de semana salieron a la calle unas 80 mil personas en Londres, Berlín, Francfort, Viena y París para presionar a los líderes de las economías más desarrolladas --que se reunirán en Londres el próximo jueves 2 de abril en la Cumbre del G-20-- con el propósito de que las medidas que adopten no sean sólo para salvar de la quiebra los bancos.

Las pancartas de esos activistas resumen bien las críticas por cómo se está enfrentando esta emergencia: "Si el mundo fuera un banco, ya lo habrían salvado" y "Nosotros no pagaremos por su crisis".

La ONU adelantó que en ese encuentro pedirá medidas para "frenar una potencial catástrofe del desarrollo humano". Las perspectivas no son alentadoras y lo peor es que no parece haber una propuesta alternativa que haga frente a los países dominantes que se aprestan a restaurar el mismo sistema económico --ese sí fallido-- que condujo a esta situación.

Para ello recurren a la ayuda del Estado, un ente del que abominaban hasta hace no mucho por ser un agente distorsionador del libre juego de las fuerzas del mercado. Así, gran parte del mundo está centrado en los rescates bancarios o en los paquetes de estímulos, sin poner demasiada atención en la crisis humanitaria que podría estarse incubando.

Apenas el martes pasado el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz alertó sobre el fenómeno. Afirmó que el plan del gobierno estadounidense para sanear los activos tóxicos de los bancos --un billón de dólares-- es un robo a los contribuyentes. A ellos les están cargando el pago por esos rescates, dijo. Algo así como un Fobaproa americano.

El presidente Barak Obama lo sabe. Por eso en una entrevista que publica hoy el Financial Times de Londres, admite que los contribuyentes tienen un saludable escepticismo, cuando perciben que su dinero no está siendo gastado en ellos sino en quienes ayudaron a precipitar esta debacle.

Sin embargo insistió en que "necesitamos estímulos y regulaciones, además de asegurarnos que daremos los pasos para prevenir que este tipo de quibras no sucedan otra vez." Pero el más claro objetivo que trazó para los participantes en la reunión es el de "dejar un contundente mensaje de unidad en el enfrentamiento de esta crisis".

En tanto, este sábado se reunieron en Chile (Viña del Mar) los presidentes de Argentina, Brasil, Chile, España, Estados Unidos, Gran Bretaña, Noruega y Uruguay. Ahí se comprometieron a llegar a la cumbre del G-20 --considerada como la más fatídica en décadas-- con el planteamiento de crear una nueva economía que permita que la prosperidad sea ampliamente compartida.

Gran cosa. Eso sí, pidieron evitar incurrir en políticas proteccionistas y concluir exitosamente la Ronda de Doha, sobre la eliminación de obstáculos al comercio internacional. Es decir, más de lo mismo: la restauración del sistema económico en crisis. Esto y la unidad que proclama Obama, para que nadie se confunda y piense en cambios más drásticos.

Mientras tanto, en México priva la parálisis. Con un criterio aldeano, la clase política local sólo parece interesada en las próximas elecciones. Las ganancias económicas y las parcelas de poder que obtendrán son suficiente razón para desentenderse de lo que ocurre en el mundo.

La gente está desmovilizada. Es cierto que la crisis vino de fuera, como insiste en señalar la propaganda gubernamental. Pero se gestó en un sistema económico seguido comedida y fielmente por nuestra clase gobernante. Así que no está exenta de responsabilidades.

martes, 3 de marzo de 2009

Crisis

A continuación algunas estampas de cómo la crisis económica mundial empieza a expresarse en México en fenómenos cotidianos que pueden eventualmente conducir a riesgos sociales si no se actúa pronto.

La turbulencia económica mundial tomó a México --de nuevo y pese a las afirmaciones gubernamentales en contrario-- con los dedos en la puerta: en medio de una guerra contra el narcotráfico sin visos de solución por el torcido enfoque con que se enfrenta, con un aparato productivo endeble como resultado de la desarticulación de cadenas productivas, con un campo arruinado y con instituciones corrompidas o, en el "mejor" de los casos, infiltradas.

Veamos pues estas viñetas de la crisis: en lo que constituye un fenómeno relativamente nuevo, ahora la delincuencia ha puesto el ojo en el robo de granos básicos. En sólo 15 días del pasado mes de febrero, hombres armados robaron 100 toneladas de frijol en cuatro distintos asaltos a bodegas de Sinaloa. Uno de tales hurtos ocurrió a sólo 200 metros de un puesto de vigilancia, de esos que el ejército monta en las carreteras del país para evitar el tráfico de estupefacientes.

De acuerdo con una nota de Susana González en La Jornada (1/03/09), el encarecimiento del producto lo ha convertido en atractivo para los delincuentes, pues una tonelada cuesta en promedio 18 mil pesos y se puede vender directamente sin necesidad de ningún proceso de industrialización o conservación.

Ante el desabasto, la disminución en la producción --18 por ciento en relación con 2006, según cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación-- (Tanto nombre para tan poca eficacia), y el consecuente encarecimiento, robar frijol empieza a ser atractivo para la delincuencia. ¿volveremos a los tiempos de la revolución en que masas empobrecidas asaltaban trenes?.

En el ámbito de la investigación científica --cuyos insumos en términos de equipos, reactivos y materiales se cotizan en dólares-- los presupuestos para este año (unos 55 mil millones de pesos) se calcularon con base en una paridad de 11.7 pesos por dólar y en apenas dos meses el billete verde ya rebasó la barrera de los 15 pesos y podría situarse en 20 para fines de año.

El hecho revela cómo en realidad las autoridades hacendarias no actuaron a tiempo ni en éste ni en otros órdenes de la actividad económica, ante la inminencia de la crisis pese a que cuando se aprobó el presupuesto de Egresos, ya mostraba sus primeros signos.

En materia de educación superior, el Sindicato de Trabajadores de la UNAM señaló, con base en datos de la demanda para el examen de selección a licenciatura realizado la semana pasada, que como resultado de la crisis unos 40 mil estudiantes abandonaron sus estudios en escuelas privadas para buscar refugio en la UNAM.

Si ya el tema de los rechazados se había vuelto recurrente año con año, con esta sobredemanda el problema seguramente se incrementará. Desde ahora es previsible que los jóvenes que resulten marginados formen organizaciones y pronto los tengamos en las calles protestando por su exclusión.

Si hasta hace poco la novedad eran estadísticas que mostraban cómo de cada 10 personas siete conocían casos de familiares que habían sido asaltados, ahora empezamos a ver como uno de cada tres sabe de alguien que ya ha perdido su empleo.

Signo de los tiempos

domingo, 1 de febrero de 2009

Otro mundo...

El mundo vive un momento axial.

El Foro Económico Mundial y el Foro Social Mundial realizados esta semana ilustran las coordenadas en las que se inscribe la crucial disputa a escala global, entre quienes pugnan por mantener el modelo que condujo a la crisis actual --máximizar las ganancias mediante un esquema de producción que además de depauperizar a las personas está depredando el planeta-- y quienes empujan por cambios a partir de la movilización popular.

En Los Alpes suizos la reunión anual de los banqueros y gobiernos que trazan el destino del mundo transcurrió en un ambiente deprimido en el que los principales llamados fueron a no abandonar, pese a todo, el modelo globalizador.

En Brasil, en tanto, el Foro Social Mundial reunió a los movimientos sociales con cuatro mandatarios latinoamericanos considerados como los más progresistas de la región bajo una consigna que aunque lo es en sí misma, cada día adquiere más fuerza de convicción: Otro mundo es posible.

Las fechas del Foro en Davos llegaron en el momento equivocado, como suele decirse eufemísticamente en el mundo anglosajón, prácticamente a dos meses del estallido de la que es considerada la peor crisis económica que ha enfrentado la humanidad en el último medio siglo.

Así que quienes en gran medida provocaron la turbulencia se vieron obligados a comparecer para desempolvar sus argumentos favoritos; las recomendaciones cuya aplicación extrema condujeron a este momento crítico.

Ante el fantasma del regreso del proteccionismo y la regulación de los mercados, se apresuran a advertir que no nos equivoquemos, que esas medidas afectarían más a los más pobres. Exactamente el mismo argumento que vendieron cuando impusieron al mundo la globalización rampante.

"Abandonar la globalización no es la solución", dijo el primer ministro británico Gordon Brown al hacer un llamado pra evitar el proteccionismo económico. Lo que falta, según él, son nuevas reglas para el funcionamiento del sistema financiero mundial. No empecemos un proceso de desglobalización, demandó.

Estos representantes saben que cuentan con el poder necesario para emprender la restructuración del capitalismo mundial, saben que habrá opositores. A lo largo de la historia mundial ha sido así y siempre salieron adelante.

De ahí que resulte crucial los modos en que los sectores progresistas del mundo delinien la estrategia. Eso se dicutió en el Foro Social Mundial: el modelo de relación entre la lucha política y la lucha social.

Por un lado están quienes descreen de los procesos institucionales y plantean que la única solución para el cambio social es que las clases populares acumulen fuerzas. Ni la televisión ni los votos resuelven los problemas, argumentan y explican: los cambios estructurales sólo se logran con la movilización popular.

Otros señalan que para cambiar las cosas en un sentido progresista lo fundamental es la gestión gubernamental que permita elaborar políticas públicas en favor de los sectores menos favorecidos. He ahí la disyuntiva.

Por lo pronto, y por si quedaran dudas, otra cosa que dejó clara esta semana y estos foros es con quien están alineados los intereses de los mandatarios latinoamericanos.

Mientras que los presidentes Evo Morales (Bolivia), Fernando Lugo (Paraguay), Rafael Correa (Ecuador), Hugo Chávez (Venezuela) y Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil) acudieron al Foro Social Mundial donde se discuten las alternativas para dar contenido a la convicción de que otro mundo es posible, el señor Felipe Calderón se retrató en los Alpes junto con quienes están buscando sólo cambios cosméticos para reencausar el actual modelo de dominación.