jueves, 26 de febrero de 2009

Regresiones

Próximo a convertirse en octagenario --el 4 de marzo cumplirá ocho décadas de vida, pues fue fundado por Plutarco Elías Calles en 1929-- se puede decir que ahí viene el PRI.

Sí, el partido que perdió en 2000 el monopolio del poder tras ejercerlo por más de 70 años, y que en las pasadas elecciones presidenciales (2006) ocupó un lejano tercer lugar (22 por ciento), está electoralmente de regreso.

Una encuesta publicada el lunes pasado por el periódico Reforma sobre la intención del voto documenta empíricamente lo que ya es una percepción más o menos generalizada.

Entre diciembre de 2008 y febrero de este año el Partido Revolucionario Institucional transitó de 36 a 41 por ciento en la intención del voto, en tanto que el Partido Acción Nacional (PAN) perdió en ese mismo periodo 10 puntos porcentuales: pasó de 39 a 29 por ciento.

Como se sabe, el próximo 5 de julio se elegirán 500 diputados que integrarán la LXI legislatura, así como los gobernadores de seis entidades. Aunque es temprano aún para considerar esos números como definitivos, pueden sí, configurar una incipiente tendencia si se considera que desde 2006 el PRI ha ganado en los estados las elecciones para gobernador que estuvieron en juego.

De mantenerse de aquí a julio los porcentajes que prefigura la encuesta, el tricolor estaría, además, muy cerca del 42.3 por ciento que constituye uno de los dos criterios --el otro es obtener 160 victorias de mayoría-- que le darían a un partido el derecho a tener 251 diputados en la próxima legislatura, es decir, 50 por ciento más uno de los votos; en otros términos, la mayoría y el control de la Cámara de Diputados.

Esa nutrida fracción parlamentaria dejaría al partido en una correlación de fuerzas muy favorable para encarar las elecciones presidenciales de 2012, con lo que la sociedad mexicana habría caminado en círculo para llegar adonde empezó: con el PRI en el poder.

Las pifias y omisiones de las administraciones panistas, la percepción generalizada de falta de control y pericia de los operadores gubernamentales y el desorden que priva en la conducción de los asuntos públicos estarían conduciendo a la gente a pensar que "antes estábamos mejor".

Hacia la segunda mitad del sexenio de Vicente Fox, en la calle las voces ya denotaban la desilusión con el autodenominado gobierno del cambio, al grado que la nostalgia por el PRI --que ahora sabemos también aqueja al secretario panista de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez-- solía expresarse en la fórmula: "prefiero a los corruptos que a los pendejos".

Ahora el PAN estaría peor posicionado, pues ya ni el halo de honestidad lo envuelve, habida cuenta de los casos de corrupción documentados en los gobiernos y entre funcionarios surgidos de sus filas.

En ese contexto el PRI se ha mantenido más o menos a salvo de tormentas internas graves y mediante cuadros como su presidenta Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa ha dado una imagen de experiencia ante los vaivenes, indecisiones e ineficacia política de la actual élite.

Acaso como un signo ominoso de los tiempos por venir, esta semana y la anterior ocurrieron episodios que podrían considerarse, a la vez, como reminiscencias del pasado y como anuncios de un pasado que estaría por reeditarse.

Este martes 24 la 131 Asamblea General Ordinaria de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) reeligió "por unanimidad" como su secretario general al impresentable Joaquín Gamboa Pascoe, uno de los íconos sobrevivientes de la más pura tradición priísta de la antidemocracia, la corrupción, el enriquecimiento (in)explicable y el control corporativo de los trabajadores.

Antes, el 18 de febrero, el mismo Gamboa Pascoe --también octogenario, como su partido-- fue electo presidente del Congreso del Trabajo, y en Los Pinos, como en los viejos tiempos, elogió a Calderon por su actitud "valiente y viril" ante el crimen organizado, al cual estaría "afrontando con calidad de hombre y de presidente". Ese es el talante y el estilo de los hombres que están por regresar a los primeros planos de la política nacional.

Por cierto, de acuerdo con la encuesta mencionada, los mayores porcentajes del voto priísta estarían, por edad, en el segmento de 50 años o más (52 por ciento); por escolaridad, entre quienes sólo cuentan con formación básica (45 por ciento) y por escala social, entre quienes pertenecen a las clases baja o trabajadora y marginal (73 por ciento).

Así, la población de más edad, los más pobres y los menos educados constituyen el grueso de los electores que traerían de regreso a los priístas. Resulta paradójico que quienes han resultado más afectados por las políticas de esos gobiernos, sigan constituyendo su base social más amplia.

Ese fenómeno bien podría explicarse con aquella frase de Karl Marx que desnuda el fundamento de la dominación: la conciencia de los dominantes debe vivir en la conciencia de los dominados.

martes, 24 de febrero de 2009

Violencia

La violencia del llamado crimen organizado está en aumento y cada día apunta más arriba en la escala jerárquica del poder. Ya no sólo es la gendarmería la que es puesta en jaque. Ahora lo son también presidentes municipales, generales del ejército y hasta gobernadores.

La semana pasada, mediante cartulinas colocadas en lugares públicos, los maleantes fijaron un plazo de 48 horas al secretario de Seguridad Pública municipal en Ciudad Juárez, mayor del ejército Roberto Orduña Cruz, para que renunciara a su cargo o empezarían a matar agentes.

La renuncia se produjo tras la ejecusión de un agente de tránsito y un custodio, asesinados como muestra de que la amenaza empezaba a cumplirse con siniestra puntualidad.

El sábado pasado fue emboscado el convoy en el que viajaba el gobernador de Chihuahua José Reyes Baeza, quien en una insólita tentativa por minimizar el hecho, lo atribuyó a un "altercado vial", como si en un caso como ese pudieran dispararse al menos 30 casquillos de balas, como los encontrados en la escena del atentado.

Ayer, en fin, aparecieron nuevas cartulinas en aquella ciudad fronteriza. Ahora el amenazado fue el propio alcalde de Juárez, José Reyes Ferriz, a quien los anónimos amenazaron con cortarle la cabeza --y ya se sabe que por aquellos rumbos el asunto es literal-- "junto con tu familia, aunque esté en El Paso, Texas".

En otro dato que revela el deterioro de la situación, el gobierno de Estados Unidos emitió el viernes pasado una alerta para que los ciudadanos de ese país que viajen a México adopten precauciones ante el incremento de la violencia del narcotráfico y de la delincuencia común, particularmente en ciudades como Tijuana, Juárez y Chihuahua.

En medio de todo, el patético presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Germán Martínez Cázares ha creido conveniente introducir al debate electoral el tema del narcotráfico, mediante un discurso en el que para justificar el clima de terror que se vive hoy, achaca al PRI la culpa de todo por la pasividad que frente al problema habría observado durante los años que gobernó.

Esa visión, simplista y frívola, es la que sin embargo priva en los círculos del poder blanquiazul. Lo cierto es que el narcotráfico se reorganizó y fortaleció tras el fallido proceso mexicano de transición a la democracia.

Ese fue un momento clave y su conducción, en mala hora para el país, correspondió al conservador PAN, cuyo proyecto sólo consistía en hacerse del poder, pero no en emprender una reforma del Estado pactada con todas las fuerzas políticas, para desmantelar las estructuras de corrupción en que se fundaba el antiguo régimen.

El sexenio 2000-2006 debió ser de una auténtica transición que implicaba nuevos arreglos institucionales para reacomodar y ajustar a nuevas prácticas y consensos políticos a los factores de poder que quedaron a la deriva al desaparecer el férreo control corporativo priísta.

No hubo ni capacidad ni voluntad política para emprender esa colosal tarea. En tanto el crimen organizado, como se le llama genéricamente al contrabando, el narcotráfico, los secuestradores y la piratería, entre otros, encontró una ancha franja de acción que le permitió consolidar mercados, pertrechos y las posiciones que ya tenía dentro de las propias corporaciones federales encargadas, al menos formalmente, de combatirlo.

Esa inacción panista, desde luego favorecida por el contubernio priísta y de la fracción que hoy manda en el PRD, condujeron al país a la actual encrucijada. El momento clave fue el de la alternancia en la presidencia. Se perdió esa oportunidad histórica.

Ahora la guerra se está perdiendo. Eso lo sabe el señor Calderon quien ya considera que el próximo presidente podría ser un narco. Eso lo dijo la semana pasada el secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos. Ahora se sabe que se lo escuchó decir al propio Calderon. Él sólo lo repitió.

El problema, como lo muestran los episodios narrados en la entrada de este artículo, es que quienes ahora comienzan a estar en jaque son los ejecutivos de los estados, es decir, los gobernadores, el segundo nivel en la escala de mando de la República. Después de ellos ya sólo queda el Presidente.

lunes, 23 de febrero de 2009

Salinas Pliego

En la entrada titulada "Poderes fácticos", el 5 de febrero pasado escribimos aquí que esos poderes no son abstractos: detrás de ellos hay nombres y apellidos. Ahora, uno de eso hombres, el señor Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, ha venido a decirnos personalmente que, en efecto, el día (1o. de febrero) que su empresa y Televisa decidieron burlar la Ley transmitiendo espots de los partidos y del IFE en un bloque, lo hicieron mediante un acuerdo entre ambas.

En una conferencia ante estudiantes del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Salinas Pliego reconoció que idearon ese mecanismo con tal de no perder audiencia.

"El problema era que si hacíamos un corte a cierta hora y Televisa a otra, íbamos a perder nuestra audiencia y viceversa, entonces lo lógico era ponernos de acuerdo y hacerlo a una misma hora para no perder la audiencia".

Al revelar este brillante modo de razonar, Salinas pretendió además restar importancia al negocio que ha significado para los medios la propaganda política. Negó que la nueva ley que impide a los partidos políticos contratar publicidad en los medios, vaya en detrimento de sus finanzas, pues ese tipo de anuncios sólo ha representado para su empresa menos de tres por ciento en ventas en los últimos 12 años.

En una afirmación que dibuja con precisión el carácter de dueños del país con que se conciben a sí mismos estos empresarios, Salinas Pliego dijo que obligarlos a transmitir 23 millones de espots previstos para este año electoral equivale a expropiarlos.

"Una cosa es que no me compren y otra es que me vengan a robar", dijo entre divertido y retador ante la algarabía del juvenil público que celebró su ocurrencia.

Porque de ello se trata, de una ocurrencia y de una tergiversación. Los concesionarios de los medios de comunicación, como dijo Salinas Pliego, pueden ser, en efecto, dueños de sus artistas (conste, así lo dijo), de sus cámaras y de sus costosos estudios de televisión.

No lo son, en cambio, de algo fundamental para la existencia del medio: el espacio a través del cual viajan las señales que emiten sus estaciones. El así llamado espacio radioeléctrico es un bien propiedad de la nación. Y los concesionarios lo explotan en razón precisamente de un título de concesión que, aunque prorrogable, tiene fecha de caducidad.

En razón de esa propiedad originaria del Estado, los medios están obligados a ceder tiempo gratuito para los mensajes de interés público y los partidos, quiérase o no, tienen ese carácter. Así que reglamentar el uso de ese tiempo es una facultad del Estado y los concesionarios no pueden considerarse robados por ello.

En México, la venalidad gubernamental ha pervertido tanto la frontera entre funcionarios públicos y empresarios que lo que priva en ambas esferas es una concepción patrimonialista. Es decir, se actúa, al amparo del poder, como si los bienes de la nación pertenecieran a quienes los administran o usufructuan.

Esa idea es la que subyace en las palabras de Salinas Pliego. Y lo dice así, abiertamente, pasando sobre las consideraciones legales, porque lo sabe o se lo han hecho saber y sentir.

En mala hora para un país que las televisoras estén en manos de empresarios que conspiran contra la legalidad y cuyo talante antidemocrático se placee a sus anchas. Malo porque a la hora de la democracia y los cambios reales, son de los primeros en aliarse con los sectores golpistas y autoritarios.

En la historia de los movimientos golpistas en América Latina, los empresarios de la comunicación han jugado casi siempre al lado de las botas militares. Vale la pena recordarlo porque el reino de la historia es también el reino de la amnesia.

lunes, 16 de febrero de 2009

Camboya

El próximo jueves 19 iniciará en Camboya el juicio contra uno de los feroces ejecutores de lo que se considera el más metódico y frío genocidio del siglo XX, incluso por encima de la mostruosidad nazi.

Un envejecido y antiguo maestro de escuela comparecerá ante un tribunal para responder por sus crímenes contra la humanidad perpetrados hace 30 años. Kang Keg Leu, conocido como Comrado Duch, fue el director de la infaustamente célebre prisión de Tuol Sleng, un centro de interrogatorios y tortura ubicado en la ciudad de Phnom Penh, donde miles de inocentes fueron enviados a la muerte.

El proceso será un parteaguas para los camboyanos, la mayoría de los cuales había perdido la esperanza de que los hombres y mujeres que destruyeron sus vidas fueran enviados algún día ante la justicia.

"Nunca pensé que este día llegaría", dijo al Times de Londres Vann Nath, uno de los tres únicos sobrevivientes de Tuol Sleng.

Duch fue uno de los líderes del régimen de Pol Pot (en realidad Saloth Sar), quien se hizo del poder en Camboya mediante la rebelión de los jemeres rojos y que en sólo cuatro años (1975-1979) convirtió una tranquila y pacífica nación asiática en un pueblo de esclavos.

Más de 1.7 millones de camboyanos, cerca de un cuarto de la población, murieron de inanición, por enfermedades o ejecutados tras ser acusados de inexistentes crímenes contra la revolución encabezada por Pol Pot.

La pesadilla concluyó con la invasión vietnamita en enero de 1979. Pol Pot y los suyos pasaron a la clandestinidad desde donde continuaron una guerra civil durante la siguiente década.

En la orgía de crueldad desatada en Camboya durante el régimen del Jemer Rojo, Tuol Sleng, una antigua preparatoria en la ciudad de Phnom Penh, fue convertida en un símbolo apocalíptico de ese régimen. Envuelta en la secrecía e identificada sólo por el código S-21 existió unicamente para asesinar a los casi 17 mil hombres, mujeres y niños encarcelados tras sus paredes.

Anne Barrowclough, la enviada del Times de Londres a Phnom Penh habló con sobrevivientes, guardias e incluso con aquellos que llevaron acabo las peores atrocidades. Todos describen a Duch como un hombre de crueldad sobrehumana.

"Los alaridos de los prisioneros torturados se escuchaban todo el tiempo", contó Vann Nath. Los prisioneros eran considerados culpables simplemente por haber sido acusados. Muchos admitieron imputaciones que incluso no entendían.

"Los torturábamos hasta que confesaban", reconoce Prak Khan, un antiguo guardia de la prisión. "Si no lo hacían el castigo empeoraba. Arrancábamos las uñas de pies y manos y aplicábamos choques eléctricos. Algunas veces atábamos una bolsa en sus cabezas hasta que se sofocaran. La retirábamos cuando estaban a punto de caer inconcientes. Si aun así no confesaban, entonces eran asesinados".

Algunos prisioneros fueron enviados a clínicas como donadores de sangre para los hospitales del ejército. Prak Khan, cuya sala de intorrogatorios era adyacente a una de esas clínicas, explica la naturaleza de esas "donaciones": Enviaban a los prisioneros con los ojos vendados, atados a sus camas y con los brazos y piernas extendidos.

Entonces ataban ligas a sus brazos y bombeaban toda la sangre hacia un bote colocado en el piso, hasta que el cuerpo quedara completamente vacío, inerte. Los cuerpos de los prisioneros así asesinados eran arrojados en fosas comunes.

Esas sepulturas aún están siendo descubiertas. Se estima que un mínimo de 20 mil campos con fosas secretas están diseminados en todo el territorio de Camboya.

Chum Mey, un mecánico que pasó las primeras dos semanas en el S-21 siendo torturado día y noche hasta que firmó su confesión, recuerda: "Cada noche esperábamos escuchar la llegada del camión (en el que los prisioneros eran conducidos fuera de la prisión para ser asesinados). Si a la media noche no había llegado, sabíamos que viviríamos otras 24 horas".

Comrado Duch, el exdirector de esa cárcel, cuyo juicio empieza este jueves, se convirtió al cristianismo en los años 90. Fue arrestado en 1999 luego de que un periodista siguió sus huellas en Tailandia.

Su juicio será seguido por los hombres que pertenecieron al círculo íntimo de Pol Pot: Nuom Chea, leng Sary y su esposa leng Thirith, así como por el antiguo jefe de Estado del jemer rojo, Khieu Zampan, todos ellos también arrestados.

La esperanza de que esos líderes serían enviados a la justicia empezó en 1997, cuando el gobierno camboyano y las Naciones Unidas iniciaron discusiones sobre la creación de una corte penal internacional.

La pesada máquinaria de la justicia empezará a crujir finalmente al ser puesta en movimiento este jueves. Pero ahora el tiempo es esencial. Los verdugos del Jemer Rojo y sus víctimas son ya unos ancianos. Leng Sary (ministro del exterior de Pol Pot), es el más viejo. Tiene 84 años y Duch, el más joven, tiene 66.

Muchos tienen problemas de salud y no hay certeza de que sobrevivirán hasta escuchar el veredicto final, el cual podría aún llevar varios años.

viernes, 13 de febrero de 2009

Lenguaje y estatus

Vean ustedes las expresiones de la desigualdad.

Los niños provenientes de familias de menores ingresos llegan a la edad escolar con un vocabulario significativamente más reducido que los infantes pertenecientes a familias con altos ingresos y padres más educados.

La revista Science publica hoy un estudio (Gesture and Language Acquisition), según el cual la temprana adquisición de habilidades verbales depende del mayor o menor empleo del lenguaje gestual en la comunicación de los padres con sus pequeños, y encuentra que los padres de mejor posición económica utilizan en mayor medida ese tipo de lenguaje.

De acuerdo con el estudio, realizado por las psicólogas Susan Goldin-Meadow y Meredith Rowe, de la Universidad de Chicago, esa diferencia podría explicar porque los niños "ricos" inician la escuela con un vocabulario más desarrollado.

Las investigadoras encontraron que bebés de 14 meses mostraban un amplio rango de habilidades parlantes, a través de gestos. Cuando examinaron a los mismos niños a la edad de 54 meses, los tempranos gestos se habían convertido en una mayor habilidad parlante en relación con otros pequeños, aquellos cuyos padres no recurrían tanto a la comunicación gestual.

El estudio incluyó a 50 niños provenientes de familias del área de Chicago de distinto origen étnico y socioeconómico. El rango de ingresos anuales oscilaba entre menos de 15 mil dólares a más de 100 mil, y padres que abandonaron sus estudios en la preparatoria hasta los que alcanzaron grados avanzados.

Las investigadoras videograbaron durante 90 minutos la interacción entre infantes de 14 meses y quienes los cuidan normalmente. En el transcurso de esa sesión, los bebés de familias adineradas emplearon en promedio 24 gestos de modo significativo, mientras que los niños con familias de bajos ingresos usaron en promedio sólo 13 gestos.

Estas tempranas diferencias en la expresión gestual, pueden ayudar a predecir las posteriores disparidades en la habilidad verbal, cuando los infantes se presenten en la escuela.

El último estudio encontró que a la edad de 54 meses, esos mismos niños provenientes de familias con altos ingresos entendieron aproximadamente 117 palabras en un examen de comprensión, en tanto que los hijos de familias de bajos ingresos comprendieron sólo 93.

Las investigadoras se han apresurado a señalar que el estudio sólo muestra una asociación, no una causalidad entre el estatus socioeconómico, los gestos y la habilidad verbal. "Nosotras pensamos que algo está sucediendo ahí", dijeron.

El asunto funciona así: a los 14 meses señalar hacia un objeto es el modo como la mayoría de los niños usan los gestos. Si un padre responde a ese gesto identificando verbalmente el objeto, diciendo, por ejemplo: "esa es una muñeca" el niño conseguirá incrementar su incipiente vocabulario.

Goldin-Meadow creen que gestos alegres, como los aplausos, podrían permitir a los pequeños mejorar su entendimiento de nuevos conceptos (como el de felicidad), simplemente dándoles un modo visceral de expresarlos.

Las investigadoras también creen que provocar gestos en los niños les da la habilidad para expresar ideas que ellos nunca habían podido expresar antes.

"Nos gustaría recomendar a los maestros a que animen a sus alumnos a gesticular porque eso los hace más receptivos a la enseñanza, señalaron.

jueves, 12 de febrero de 2009

Darwin


Celebremos hoy los 150 años de la publicación de una obra fundamental para el género humano: Sobre el origen de las especies, de Charles Darwin, así como el 200 aniversario de su nacimiento, con un episodio de su vida que pudo cambiar la historia (recuerden la Teoría del Caos).

La revista The Scientist difundió hoy esta historia:

El 29 de agosto de 1831 Darwin regresó a casa tras un viaje geológico de campo en el norte de Gales. En su hogar lo esperaba una carta de su profesor y mentor de Cambridge, Jhon Stevens Henslow. En ella lo invitaba a un viaje alrededor del mundo, en el que participaría como naturalista del HMS Beagle. El periplo estaba programado para salir en un mes.

Aunque Darwin aceptó de inmediato la oferta, su padre se opuso terminantemente a la idea diciendo que se trataba de una empresa apresurada y temeraria, y que además iba en detrimento de su carrera como prospecto a clérigo.

Al día siguiente Darwin recorrió los 50 kilómetros que separaban su casa en Shrewsbury de la de su tío Josiah Wedgwood, en Maer Hall. Si alguien podría influir en el corazón de su padre, creía, ese era su tío Josh. Darwin le relató las objeciones de su progenitor y le encomendó su caso.

Wedgwood se puso del lado del joven. El 31 de agosto Darwin escribió a su padre rogándole que reconsiderara su postura. En la misiva, el naturalista enlistó las ocho principales objeciones de su padre e incluyó una nota del tío, en la cual éste respondío cada objeción, punto por punto (foto).

La carta cambió la opinión de su padre y el futuro de Darwin. En efecto, fue en ese viaje particular en el que el científico concibió los primeros vislumbres de su teoría de la evolución, la cual describió en el libro Sobre el origen de las especies.

"Si él no hubiera realizado ese viaje (en el HMS Beagle), creo que psicológicamente hubiera representado un gran problema", dice David Kohn, editor general de la biblioteca digital Darwin sobre la Evolución, del Museo Americano de Historia Natural.

"Eso podría haber sido causa de amargura y pudo haber interrumpido la continuidad de sus estudios".

miércoles, 11 de febrero de 2009

Mascaradas

Circula este mes la Primera Encuesta Nacional sobre la Discordia y la Concordia entre los mexicanos. Fue encargada por la revista Nexos, a cuya dirección regresó recientemente el historiador y empresario Héctor Aguilar Camín, y por la Fundación Manuel Arango.

El objetivo, dicen, es "retratar el estado que guarda nuestra democracia en la intimidad de la conciencia ciudadana". En su análisis de los resultados, la revista lamenta que la pluralidad alcanzada en el país haya devenido en pugna e inmovilidad; en estancamiento y confrontación.

Para más de la mitad de la población (52%) el país está estancado y no reconocen que las nuevas prácticas democráticas hayan logrado bienestar.

Establece además que la conducta de los políticos y los ciudadanos no es la deseable en materia democrática, pues éstos últimos incurren en comportamientos que critican a los políticos.

De acuerdo con la encuesta, el saldo de la transición mexicana a la democracia no puede ser más desesperanzador. Ello sería así en el caso de que esa transición hubiera, en efecto, ocurrido.

Es decir, se da por hecho que ya transitamos a la democracia y que, por ende, tenemos "nuevas prácticas democráticas".

Hay una corriente de opinión muy extendida, a la que se adscribe desde luego el grupo Nexos, que insiste en "confundir" alternancia en el poder con transición democrática. Se trata de un alegre diagnóstico cuyo propósito acaso consista en descalificar e inhibir cualquier reclamo de cambio social, puesto que ya habríamos conquistamos el fin último de toda sociedad: la democracia.

Si persisten los males o no mejora la situación personal de los ciudadanos ni aun con la democracia en la que se pretende hacer creer que ya vivimos, acháquese el problema a la imperfección de toda obra humana o a la falta de urbanidad política de los opositores que todo lo mal ven o a los catastrofistas que no saben perder.

En México lo que vivimos fue sólo la alternancia de partidos en el poder. No es poca cosa, dirán algunos dado el atraso político en que vivíamos. Pero ese es sólo un aspecto de los procesos de transición. Y ni aun en ese renglón hemos pasado la prueba del ácido, pues en 2006, cuando una coalición de partidos diferente al conservadurismo que representan el binomio PRI-PAN, estuvo cerca de ganar o incluso lo hizo, se recurrió a toda suerte de malas artes para impedirlo.

La nueva clase política que llegó al poder como resultado de esa alternancia no modificó las estructuras de dominación ni el modelo económico que permitiera un cambio en el patrón de acumulación y distribución de la riqueza nacional, ni movió un ápice el entramado institucional que favorece el ejercicio patrimonialista y faccioso del poder, así como la corrupción.

Los desarreglos institucionales que vivimos y que originan las disputas y jaloneos políticos que la ciudadanía reprueba y que la alejan del interés por los asuntos públicos, es producto, precisamente, de un inacabado proceso de transición democrática.

Incluso una de las nuevas instituciones surgidas en esa etapa --el Instituto Federal Electoral-- que era vital dada la experiencia traumática de recurrentes elecciones fraudulentas, padece hoy un acelerado proceso de deslegitimación y falta de credibilidad, lo cual nos devuelve al principio del camino. A los años en que nadie confiaba en el árbitro.

Otro rasgo de una sociedad que ya ha transitado hacia la democracia es la participación ciudadana. A este respecto, la encuesta que comentamos aporta datos interesantes: sólo un tercio de la población está informado de los acontecimientos del país. Los dos tercios restantes se autocalifican como poco o nada interesados en política.

Esos datos se correlacionan con otro según el cual ningún comportamiento de nuestra clase política genera entusiasmo u orgullo entre la población. Todavía peor: a la ciudadanía le indignan más las tomas de tribuna en las cámaras (28%) que la corrupción (12%), el fraude electoral (2%) o el que no se haga nada frente a la inseguridad (3%).

Lo anterior significa que tenemos una ciudadanía construida a medias y sin capacidad real para ejercer sus derechos políticos, civiles y sociales. Hasta podría afirmarse que se trata de ciudadanos incompletos que ejercen sus derechos con baja intensidad y que incluso muchos de ellos se encuentran excluidos de los más básicos o elementales.

Ahí deben buscarse las causas del conflicto y la discordia que según muchos lacera al país. En el análisis que hace Nexos de su propia encuesta, se sorprende que los ciudadanos incurran en prácticas que reprochan a los políticos. Es natural.

Como ha afirmado Alonso Salazar, alcalde de Medellín (Colombia), las instituciones deben ser mejores que su sociedad. En México estamos al revés: la clase política corrompió a la sociedad.

Se exige que la población cumpla con las leyes, pero el espectáculo que se ofrece en las altas esferas del poder es deplorable. Lo que el público percibe es que en las alturas siempre están buscando fórmulas para eludir la ley. Si un ordenamiento prohibe que los políticos aparezcan en anuncios promoviendo obras, entonces lo que hacen es contratar un clon, un doble que sin ser ellos, haga que la gente asocie su imagen y el resultado es el mismo: se le buscó un recoveco a la ley para burlarla.

Y así podrían recordarse muchos ejemplos. La Ley de Ingresos del gobierno federal incluye siempre un apartado denominado Miscelánea fiscal. En esencia se trata de añadidos a la ley para tapar los huecos que permiten a los contribuyentes evadir al fisco. Y eso se hace cada año, porque cada año los contadores encuentran modos para burlar la legislación, los cuales deben ser tapados con nuevas disposiciones. Y así nos vamos.

¿Por qué ocurre esto? Porque la gente percibe que a los grandes consorcios no se les acosa de la misma forma en el pago de impuestos. Incluso se les condonan o devuelven sumas millonarias por ese concepto. Y todo eso es producto de los arreglos institucionales que permiten a unos ventajas sobre otros.

Así, con Sor Juana podríamos preguntar: quien es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: el que peca por la paga o el que paga por pecar.

Ese estado de cosas no sólo genera escasa cohesión social y múltiples conflictos, sino algo que es peor para los propios ciudadanos: los aleja de la política creándoles malestar y fastidio hacia todo lo que tenga que ver con los asuntos públicos.

El efecto lo resumió muy bien una amiga mía: "nada nos interesa y sólo nos dedicamos a crecer como hierbas".

Detengámonos por último en el tema de los acuerdos. La encuesta dice que la ciudadanía conserva rescoldos de intolerancia. Que se exige a los políticos acuerdos y cuando lo hacen cae sobre ellos la sospecha de que traicionaron sus principios. No es casual.

La experiencia ciudadana dice que cuando se ponen de acuerdo el único que pierde es el pueblo. Recuérdense al efecto las llamadas concertacesiones salinistas, cómo se negociaron gubernaturas a cambio de legitimar al régimen.

De todo lo anterior se sigue que lo que revela la encuesta no son los saldos de nuestra pretendida transición democrática; son, más bien, los saldos de una mascarada. De ahí la desesperanza.

jueves, 5 de febrero de 2009

Poderes fácticos

La actual controversia entre el duopolio televisivo (Televisa-TV Azteca) y el Instituto Federal Electoral (IFE) por la transmisión de propaganda política durante el curso de programas deportivos en el que la continuidad para el televidente es vital, ha puesto en evidencia --como ningún otro episodio podría hacerlo-- el carácter y el rabioso dominio que ejercen los poderes fácticos sobre la sociedad mexicana.

Fáctico proviene de factum (hecho). Un poder fáctico es, así, aquel que gobierna en los hechos, realmente, detrás del trono, sin ser parte del aparato político formal. El poder real detrás de la apariencia de las elecciones y el voto popular.

Es el que decide y conforma el rumbo de la sociedad, más allá de los planes y quehacer gubernamentales, y cuando la clase política adopta decisiones contrarias a sus intereses, abandona su ostracismo y se encarga de recordar a todos quién manda.

Su poder y capacidad les viene del hecho de que los poderes fácticos tienen en sus manos recursos estratégicos mediante los cuales influyen y controlan la ideología o la economía de un país, en este caso ese recurso es la televisión.

Jacqueline Peschard (citada por Fátima Fernández Christlieb en "¿Cómo se constituyó Televisa en un poder fáctico?") los describe como "aquellos poderes que tienen la fuerza para condicionar la acción del Estado mexicano, cuando no para amenazarlo o neutralizarlo".

Otra estudiosa del tema, María Amparo Casar, los caracteriza como aquellos poderes que han crecido al amparo y con el beneplácito, cuando no con el contubernio de las autoridades. Están constituidos formalmente por monopolios privados y públicos. De ellos depende que no se avance en la competitividad, en el crecimiento, en el combate a la pobreza, y en la distribución del ingreso. Constituyen un veto a la acción pública. Hasta aquí las referencias.

Para expresarlo con una imagen popular: "Son la mano que mece la cuna"; los que determinan qué se hace y qué no. Todo en ánimo de mantener un estado de cosas conveniente a sus intereses. Son los que verdaderamente eligen qué persona o qué partido debe gobernar. Y cuando ven en riesgo su decisión recurren a todo tipo de recursos, legales o no, para influir en los electores formales (Recuérdese aquella campaña que tachaba a Andrés Manuel López Obrador como "Un peligro para México". Ellos la idearon, la financiaron y la difundieron).

El verdadero peligro para cualquier país es quedar atrapado enmedio de estos poderes. Entonces se convierte en una sociedad secuestrada, cuya productividad y esfuerzo se distribuye sólo entre las empresas y representantes de esos poderes fácticos.

Ya podrán venir discursos acerca de que le hechemos ganas, que vamos a salir adelante, que tú esfuerzo personal vale mucho; ya podremos hacer largas filas ante las oficinas del IFE para obtener o actualizar la credencial de elector. "Alguien", antes, ya decidió y eligió por nosotros.

Y es que los gobiernos, en países como México, se han convertido sólo en el instrumento, el brazo ejecutor y protector de los intereses de esos poderes fácticos.

En la novela Drácula de Bram Stoker, el doctor Van Helsing dice de pronto, refiriéndose al vampiro: su mayor poder es que la gente no cree que exista. Eso ocurre con los poderes fácticos.

La gente opina y debate en periódicos, en programas de radio y televisión en vivo. Y los temas siempre son lo que ocurre en la esfera pública: la inseguridad, la economía, los pleitos entre partidos y políticos. Le llaman a eso ser una sociedad democrática que discute abiertamente sus problemas.

Es, sin embargo, una sociedad secuestrada. Discute y hace hasta donde conviene a los poderes fácticos, dentro de los límites permitidos por éstos. Pero de ellos nunca se habla ni se debate. Esa es su fuerza.

No se crea, sin embargo, que tales poderes son un ente abstracto, inasible. Tienen nombres y apellidos: son los capitanes de empresas como Televisa, Tv Azteca, los representantes de la élite eclesiástica, empresarios nacionales y extranjeros.

En el caso del actual episodio las coordenadas están trazadas. A las televisoras no les gustó la reforma electoral de 2007 que impide a los partidos gastar fortunas en propaganda mediática. Se recurrirá a los tiempos gratuitos que los concesionarios deben otorgar por ley a la publicidad oficial.

El duopolio reacciona furibundo; interrumpe programas deportivos para transmitir mensajes de partidos políticos. Desafía a la autoridad electoral y ésta reacciona con tibieza. Con el comedimiento propio de un subordinado, cuando se dirige al patrón, el IFE, a través del señor Leonardo Valdés Zurita, consejero Presidente, dice que investigará la difusión "atípica" de esos anuncios.

Ahí está la supuesta máxima autoridad electoral temerosa de llamar a los hechos por su nombre. A la provocación y desacato a las normas le llama, simple, timorata y neutralmente, conducta "atípica". Está en su papel. Él sabe quien manda y sólo acata.

Véanse, además, la reacción de los partidos políticos ante la arbitrariedad de las televisoras: "El PRI no se inmiscuirá en ese debate" (Beatriz Paredes); "No es acusando ni sancionando como se va a resolver este asunto" (Germán Martínez, PAN); "No hay motivo para sancionar a las televisoras, estamos en un periodo de afinación y de ajuste" (Carlos Navarrete, PRD).

Es evidente que ni el IFE ni los partidos tienen el poder ni la voluntad para sancionar esta tergiversación de la ley que han encabezado las televisoras. Seguramente se enredarán en declaraciones de ocasión y así hasta que con el paso de los días se diluya el tema. Un adelanto de que así será lo tuvimos ayer

Se reunieron representantes del duopolio televisivo, el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, los presidentes de las dos cámaras del Congreso y los coordinadores parlamentarios del PRI, PAN y PRD con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.

Al final de la reunión se dijo que "todos los actores reconocen, como base fundamental, que el IFE es la única autoridad en la materia (electoral)".¿y?

Nada, uno de los poderes fácticos (la televisión) hizo saber a los políticos lo que es capaz de hacer si no se comportan con la debida sumisión. Éstos entendieron el mensaje y listo, todos a trabajar para las próximas elecciones libres.

¿Alguien sigue sin creer en drácula?

lunes, 2 de febrero de 2009

Televisoras

Las televisoras volvieron a mostrar su verdadero rostro: el del autoritarismo y desprecio hacia la ley y hacia su auditorio. Entre sábado y domingo se dieron a la tarea de fastidiar a los miles de televidentes que siguen eventos deportivos.

De manera inopinada interrumpían la transmisión para difundir anuncios de los partidos políticos y del Instituto Federal Electoral (IFE). Comprenderá el lector lo chocante que resulta que durante el transcurso de un juego se inserten mensajes políticos que interrumpen la transmisión y hacen al televidente perderse las jugadas.

En vez de transmitir esos mensajes durante los bloques comerciales que se programan normalmente durante las pausas de los juegos, lo hicieron enmedio de éstos. Adicionalmente, y de manera insidiosa, colocaron una leyenda en la que "informaban" a los telespectadores que "Los siguientes mensajes son ordenados por el Instituto Federal Electoral y se transmitirán hasta el 5 de julio".

En efecto, sólo que las pautas que distribuyó el IFE no se refieren a que esos mensajes deban interrumpir las transmisión de los programas.

La maniobra tiene un claro y doble propósito. Primero, constituye una nueva manifestación de rechazo, por parte de Televisa y TV Azteca a las reformas elecorales de 2007 que prohíben a los partidos políticos contratar espacios en los medios de comunicación para la difusión de sus campañas.

Toda la propaganda electoral, a partir de esas reformas, tendrá que difundirse en los espacios gratuitos que, también por ley, los medios de comunicación deben asignarle al Estado.

Desde el momento en que esa ley se aprobó, los concesionarios se inconformaron e incluso llevaron al Congreso a sus luminarias para protestar por la medida que, a su juicio, violaba la libertad de expresión. En realidad su molestia era porque se les cortaba el negocio que para ellos representan las campañas políticas, pues los partidos gastaban más del 60 por ciento de sus prerrogativas en la contratación de anuncios en los medios.

El segundo propósito de las televisoras es arrojarle a los partidos y al IFE la malquerencia del público. Se sabe que los institutos políticos no gozan de la mayor credibilidad ni consideración entre el respetable.

De ello se aprovechan las televisoras para tratar de obtener ventajas políticas, cuando conviene a sus intereses. Esta vez la avieza maniobra consiste en afectar al público y provocar su enojo con transmisiones tijereteadas y encausar ese coraje hacia los partidos y el IFE.

De paso, Televisa y TV Azteca muestran el desprecio y desconsideración que tienen hacia sus televidentes, cuando están de por medio sus propios intereses. Comentaristas, lectores de noticias, conductores de programas de entretenimiento se hacen pasar casi siempre como aliados de quienes siguen sus transmisiones.

Hacen creer a la población que sus intereses son compatibles con los de las televisoras, y como muestra de ello los comentaristas se muestran indignados ante los problemas sociales que padecen los ciudadanos, siempre y cuando esa indignación no afecte a las altas esferas del poder. Las críticas siempre se dirigen a los funcionarios menores y a los partidos políticos.

Es sintomático, por ejemplo, que el señor Felipe Calderon nunca aparezca en la sección Las mangas del chaleco que el noticiero de Joaquín López Dóriga difunde los viernes. Ahí se hace mofa de los políticos cuyas declaraciones resultan absurdas y claramente fuera del sentido común.

Seguramente a esta hora muchos aficinados a las transmisiones deportivas de fin de semana por televisión abierta están que truenan contra los políticos que les impidieron disfrutar por ejemplo del Súper tazón, un juego multipromocionado y largamente esperado por los fanáticos.

Ignoran que fueron víctimas de los intereses de quienes se dicen sus aliados. No saben que fueron manipulados por unas televisoras que están al tanto de su desinformación y que valiéndose de ésta los utiliza en sus guerras particulares.

Con frecuencia Televisa y TV Azteca se quejan, como todos nosotros, de la clase política que tenemos, como si ellas no formaran parte de la misma. Lo son y recurren a maniobras tanto o más pervertidas que la de los políticos que critican. Sólo que ambas empresas actúan como los criminales: desde las sombras y encubiertas.

domingo, 1 de febrero de 2009

Otro mundo...

El mundo vive un momento axial.

El Foro Económico Mundial y el Foro Social Mundial realizados esta semana ilustran las coordenadas en las que se inscribe la crucial disputa a escala global, entre quienes pugnan por mantener el modelo que condujo a la crisis actual --máximizar las ganancias mediante un esquema de producción que además de depauperizar a las personas está depredando el planeta-- y quienes empujan por cambios a partir de la movilización popular.

En Los Alpes suizos la reunión anual de los banqueros y gobiernos que trazan el destino del mundo transcurrió en un ambiente deprimido en el que los principales llamados fueron a no abandonar, pese a todo, el modelo globalizador.

En Brasil, en tanto, el Foro Social Mundial reunió a los movimientos sociales con cuatro mandatarios latinoamericanos considerados como los más progresistas de la región bajo una consigna que aunque lo es en sí misma, cada día adquiere más fuerza de convicción: Otro mundo es posible.

Las fechas del Foro en Davos llegaron en el momento equivocado, como suele decirse eufemísticamente en el mundo anglosajón, prácticamente a dos meses del estallido de la que es considerada la peor crisis económica que ha enfrentado la humanidad en el último medio siglo.

Así que quienes en gran medida provocaron la turbulencia se vieron obligados a comparecer para desempolvar sus argumentos favoritos; las recomendaciones cuya aplicación extrema condujeron a este momento crítico.

Ante el fantasma del regreso del proteccionismo y la regulación de los mercados, se apresuran a advertir que no nos equivoquemos, que esas medidas afectarían más a los más pobres. Exactamente el mismo argumento que vendieron cuando impusieron al mundo la globalización rampante.

"Abandonar la globalización no es la solución", dijo el primer ministro británico Gordon Brown al hacer un llamado pra evitar el proteccionismo económico. Lo que falta, según él, son nuevas reglas para el funcionamiento del sistema financiero mundial. No empecemos un proceso de desglobalización, demandó.

Estos representantes saben que cuentan con el poder necesario para emprender la restructuración del capitalismo mundial, saben que habrá opositores. A lo largo de la historia mundial ha sido así y siempre salieron adelante.

De ahí que resulte crucial los modos en que los sectores progresistas del mundo delinien la estrategia. Eso se dicutió en el Foro Social Mundial: el modelo de relación entre la lucha política y la lucha social.

Por un lado están quienes descreen de los procesos institucionales y plantean que la única solución para el cambio social es que las clases populares acumulen fuerzas. Ni la televisión ni los votos resuelven los problemas, argumentan y explican: los cambios estructurales sólo se logran con la movilización popular.

Otros señalan que para cambiar las cosas en un sentido progresista lo fundamental es la gestión gubernamental que permita elaborar políticas públicas en favor de los sectores menos favorecidos. He ahí la disyuntiva.

Por lo pronto, y por si quedaran dudas, otra cosa que dejó clara esta semana y estos foros es con quien están alineados los intereses de los mandatarios latinoamericanos.

Mientras que los presidentes Evo Morales (Bolivia), Fernando Lugo (Paraguay), Rafael Correa (Ecuador), Hugo Chávez (Venezuela) y Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil) acudieron al Foro Social Mundial donde se discuten las alternativas para dar contenido a la convicción de que otro mundo es posible, el señor Felipe Calderón se retrató en los Alpes junto con quienes están buscando sólo cambios cosméticos para reencausar el actual modelo de dominación.