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miércoles, 19 de junio de 2013

Assange y el soldado Manning

Este miércoles se cumple un año desde que Julian Assange, fundador de Wikileaks, se refugió en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia donde está acusado de delitos sexuales.

El australiano cree, con razón, que esa imputación es sólo una coartada, para que una vez en el país nórdico, éste lo entregue a Estados Unidos para ser juzgado y seguramente condenado a cadena perpetua o pena de muerte, por revelar en 2010 miles de documentos secretos que pusieron en jaque a la diplomacia estadounidense.

Aliado de Washington, Londres se niega a otorgar un salvoconducto al acusado para que pueda viajar al país sudamericano como asilado político, por lo que si pone un pie fuera de la embajada sería arrestado de inmediato por la policía que vigila las 24 horas la sede diplomática.

En tanto, el pasado 3 de junio inició el Consejo de Guerra contra Bradley Manning, el soldado de 25 años acusado de filtrar más de 700 mil documentos, videos de combate y otros datos clasificados al sitio de Internet Wikileaks, cuando servía en Irak entre 2009 y 2010, con lo que según la fiscalía afectó los intereses de EU.

El juicio, que se realiza en el Fuerte Meade, en Maryland, ha sido calificado como una farsa cuyo resultado condenatorio se conoce de antemano, por las condiciones desventajosas en que ha sido colocado el soldado.
  
Michael Ratner, presidente emérito del Centro por los Derechos Constitucionales (CDC), que representa como abogado a Julian Assange y Wikileaks, ha denunciado que la juez militar a cargo del proceso decretó que casi todas las preguntas y evidencias que la defensa presente sobre las intenciones del acusado son irrelevantes al caso.

 Eso significa que, en los hechos, no podrá defenderse de uno de los principales cargos en su contra, pues los fiscales del gobierno intentarán probar que él tenía razones para creer que sus acciones ayudarían al enemigo.

También dispuso que dos docenas de testigos de cargo rendirán declaración a puerta cerrada. Muchos de estos testigos, afirma Ratner, hablarán sobre los documentos filtrados que están disponibles en todas partes menos en el tribunal, porque aún son considerados secretos por el gobierno.

La juez militar --denuncia el abogado-- también ha determinado que los documentos y transcripciones del tribunal, incluso sus propias decisiones, seguirán estado fuera del alcance de reporteros y del público en general.

Ratner informó que el Centro por los Derechos Constitucionales presentó ya una demanda contra la juez militar en un intento por hacer públicos los documentos del caso. "No podemos permitir que el gobierno se salga con la suya con estos torpes procedimientos diseñados para desalentar la cobertura informativa del más importante juicio en torno a procesos de Estado", dijo el abogado.

Y añade que "Bradley Manning enfrenta el más severo castigo infligido a una fuente informativa en este país porque la verdad misma se ha vuelto enemiga del Estado. Exponer la verdad acerca de la mala conducta del gobierno no es ser traidor; traición es dar la espalda a quienes dicen la verdad, como Manning".

martes, 18 de junio de 2013

EUA, espionaje masivo

Nadie puede tenerlo todo y menos al mismo tiempo. Es la consigna que por estos días enarbola el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con la que pretende capear el temporal desatado tras las revelaciones de que su gobierno espía las comunicaciones telefónicas y la actividad en redes sociales (Apple, Facebook, Twitter, Yahoo, Youtube) de sus ciudadanos y de millones en el mundo, mediante el programa secreto PRISM.

"No se puede tener 100% de seguridad y cero inconvenientes", dijo Obama en lo que claramente es una justificación ante la abierta violación a las garantías de libertad de expresión y privacidad proclamadas en la Constitución que juró cumplir.

Todos los hombres del Presidente hacen esfuerzos por conducir el debate a un terreno de costo-beneficio: la libertad depende de un estado de vigilancia secreto, dicen. El mensaje admite sin ambages que la sobrevivencia del Poder lo justifica todo. Que está por encima de lo que ellos --ahora lo sabemos-- consideran entelequias, como la libertad y la privacidad.

Que el Leviatán --que según Hobbes acordamos crear los hombres para nuestra protección-- nos ha arrebatado el poder de decidir sobre su conformación y características y ahora es él quien nos controla. Que se ha convertido en un fin en sí mismo que vigila, espía y se protege de los sujetos a los que debería resguardar.

En efecto, la justificación de que se espía para proteger a la población contra actos terroristas es sólo la apariencia que ofrece el poder para encubrir el hecho capital de que todos somos considerados una amenaza potencial para sus intereses que, obviamente, ya no son los nuestros.

Glenn Greenwald, uno de los periodistas de The Guardian que divulgó la información sobre los programas de espionaje de comunicaciones, proporcionada por Edward Snowden, el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EUA, colocó el asunto en sus justos términos:
La manera en que deben funcionar las cosas es que nosotros deberíamos saber casi todo lo que ellos hacen: por eso se llaman servidores públicos. Ellos deberían saber casi nada de lo que nosotros hacemos: por eso nos llamamos individuos privados. Esta dinámica ha sido radicalmente revertida. Ahora ellos saben todo lo que hacemos...Mientras nosotros sabemos cada vez menos lo que ellos hacen.
 En un intento por minimizar el alcance de los programas secretos de espionaje contra la población, el ex vicepresidente republicano Dick Cheney dijo que no se trata de obtener información sobre lo que hace la tía Fanny o quien quiera que sea. "Así no funcionan las cosas".

Así es, pero para interceptar un mensaje con material relevante en terminos de "inteligencia", se tienen que revisar 10 mensajes donde pueden enterarse acerca de lo que cree, siente o critica la ya no tan insignificante tía.

En todo caso, los doloridos familiares de las víctimas  y los sobrevivientes del atentado del mes pasado en Bostón, se estarán preguntando por el verdadero sentido de espiar ciudadanos dizque para protegerlos cuando no se es capaz de evitar que dos casi adolescentes estallen explosivos en una concentración pública a plena luz del día.

Además de poner en evidencia el vasto e intrusivo sistema de espionaje de que se vale Estados Unidos para perpetrar su dominio económico, ideológico y militar, Edward Snowden, el joven de 29 años responsable de la filtración hizo algo más: desnudó nuevamente el hipócrita discurso estadounidense que proclama los valores de la democracia y del mundo libre, que incluyen el valor y la iniciativa personal que se requieren para cambiar al mundo.

Snowden cumplió con eso, pero ya lo buscan para castigarlo. La muy publicitada y políticamente correcta ideología estadounidenses de la superación personal insta a la gente a "tomar acción" para lograr "que las cosas sucedan".

Eso es exactamente lo que hizo el ahora perseguido: "Aprendí --dijo-- que no puedes esperar a que alguien más actúe. Había estado buscando líderes, pero me di cuenta que el liderazgo tiene que ver con quién es el primero en actuar".

El ex asistente técnico de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la contratista militar privada Booz Allen Hamilton hizo su trabajo. El resto, como él mismo ha dicho, corresponde a la sociedad: "Ahora tiene el poder de decidir por sí misma si está dispuesta a sacrificar su privacidad al estado de vigilancia". Veremos.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Petraeus: sexo, mentiras y correos


Una serie de emails enviados por una amante celosa a la persona equivocada provocaron la semana pasada la caída del jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos, el laureado y reconocido general David Petraeus; comprometieron seriamente la carrera del general John Allen como comandante de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán y de rebote, condujo a descubrir que el gobierno de Barack Obama mintió en el caso del ataque del 11 de septiembre contra el Consulado de EU en Bengasi, Libia, en el que murieron cuatro estadounidenses incluido el embajador Christopher Steven.

Petraeus y Broadwell

Cuando Paula Broadwell decidió amenazar por correo electrónico a Jill Kelley nunca imaginó que su infundado ataque de celos provocaría todo este escándalo en la política estadounidense.

Broadwell --una experta en contrainsurgencia que vive en Charlotte, Carolina del Norte con su esposo y dos hijos-- envió a Kelley emails intimidantes que incluían frases como "aléjate de mi hombre", en referencia al general Petraeus con quien la remitente sostenía una relación extramarital.

Kelley, de 37 años, era amiga del ahora ex jefe de la CIA a quien conoció cuando se desempeñaba como voluntaria de enlaces sociales en la base de la fuerza aérea de Mac Dill, sede del comando central de EU, donde Petraeus y Allen estuvieron comisionados entre 2008 y 2010. En ese papel, organizaba cenas, fiestas y ayudaba a los generales y sus familias a ambientarse en su nueva sede.

Patraeus conoció a Broadwell en 2006 y le ofreció ayuda para una investigación que la mujer planeaba realizar. En 2010 y 2011 Broadwell viajó en numerosas ocasiones a Afganistán  donde el general estaba al mando de las fuerzas de la OTAN, pues su proyecto consistía en una biografía del laureado militar. Dos meses después de ser nombrado jefe de la inteligencia estadounidense, en noviembre de 2011, Petraeus y su biógrafa iniciaron una relación amorosa.

La amistad y cercanía de Petraeus con Kelley hizo pensar erróneamente a Broadwell que su amante había comenzado una nueva aventura y decidió intervenir. Lo que no calculó es que la destinataria de sus amenazantes mensajes, asustada por el contenido de éstos, los mostraría a un amigo suyo de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), cuya pesquisa puso al descubierto los amoríos del jefe de la CIA, por lo que debió renunciar al cargo.

Al principio, la renuncia de Petraeus fue interpretada por la oposición republicana como un ardid para no presentarse a declarar ante los legisladores sobre el ataque del 11 de septiembre contra el Consulado estadounidense en Libia, episodio sobre el que había dudas acerca de si efectivamente se había tratado de una agresión espontánea de islamitas ofendidos por el contenido de una película contra el profeta Mahoma.

En esas estábamos cuando se supo que el affair Petraeus había alcanzado también al general John Allen, quien estaba a punto de ser confirmado como comandante de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, y cuyo nombramiento fue congelado.
Jill Kelley
 Al parecer fue Allen quien sí tuvo flirteos con Jill Kelley (lo que confirma lo equivocada que estaba Broadwell). Una investigación del Pentágono reveló que mantuvo "comunicaciones inapropiadas" con la anfitriona de las fiestas a las que asistía junto con Petraeus.

Los correos electrónicos entre Allen y Kelley eran "inapropiados" por su carácter "insinuante", no porque incluyeran información sensible que implicara violaciones a los códigos de seguridad de la organización, señalaron fuentes del Pentágono.

Dado que sus correos fueron los que detonaron estos escándalos, el FBI registró el lunes pasado la casa de Paula Broadwell para cerciorárse de que Petraeus no hubiera compartido con ella información o material clasificado. No fue el caso. Pero esta incursión en correos de altos mandos reavivó el debate sobre la privacidad en Internet y la facultad de los gobiernos para espiar cuentas privadas de correo electrónico.

Chris Soghoian, miembro del Proyecto de Privacidad y Tecnología, de la American Civil Liberties Union, señaló que este caso "es un recordatorio de que la protección legal de los emails está muy por debajo de lo que debería".

Abrumado por los hechos y por una semana de escándalos, Petraeus compareció el viernes pasado ante los legisladores que investigan el ataque al Consulado de EU en Bengasi. Ante ellos, admitió que se trató de un acto de terrorismo en el que estuvo implicado el grupo Al Qaeda. Y pese a que sostuvo que había sido un ataque  espontáneo en respuesta a un film islamófobo, señaló que él se quedó con la impresión que desde el principio dejó en claro que había una participación terrorista significativa.

Ahora los republicanos acusan al gobierno de Obama de engañar a la gente para minimizar el hecho de que no pudo impedir un ataque terrorista, lo cual habría afectado sus posibilidades de reeleción el pasado 6 de noviembre.

Entretanto, puntuales seguidores de la máxima según la cual time is money, ejecutivos  de Hollywood ya preparan guiones para una película sobre estos escándalos al interior de la CIA. Lo que no está claro es si alguno de los protagonistas de esta historia --ya sea Petraeus o Broadwell-- venderán los derechos de su relación, que tiene todos los visos de convertirse en un éxito de taquilla.

Y todo por unos correos equivocados... 

(Con información de La Jornada y Agencias).

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Calderón: cinco años; gobierno sin sociedad

En el siglo de las tecnologías de la información y la comunicación una verdad política sigue vigente: sin base social ningún gobierno puede ir muy lejos.

Eso le ha sucedido a Felipe Calderón. Al cumplirse el 5o año desde que se hizo de la presidencia de la República, lo único claro es que ha sido una administración aislada de la sociedad y sin consenso dentro de ésta.

Más allá de las encuestas según las cuales conserva una aceptación por encima del 50 por ciento, está el hecho palmariamente incontrastable de que Calderón no ganó ninguna elección importante desde que fue encumbrado en el poder.

Los ciudadanos lo han rechazado a él, a su partido y a sus candidatos cada vez que en estos años han sido convocados a las urnas. Y todo indica que se aprestan a hacerlo de nuevo en 2012.

Sólo pudo rescatar algo en 2010 en aquellas entidades en que compitió aliado con el PRD, mediante alianzas encaminadas únicamente a ganar posiciones de poder político, no a mejorar las condiciones de vida de la población.

Lo que el michoacano nunca entendió es el hecho político capital, sabido por todos los dictadores, de que para cumplir sus designios deben contar con una mínima base social que los apoye y sostenga. Salvo los grupos de poder y el entramado de intereses económico-corporativo-empresarial que favoreció su ascenso, el panista nunca contó con bases sociales capaces de producir la sinergia necesaria para cumplir con un programa de gobierno o cuando menos para apoyar sus acciones bélicas.

Este aislamiento fue tempranamente identificado por los partidarios de Andrés Manuel López Obrador, quienes resumieron el hecho en aquella consigna coreada durante las protestas por el fraude electoral de 2006. Decían:

"¡Este es el pueblo
de López Obrador;
cuál es el tuyo, espurio Calderón!"

Parapetado desde el principio detrás de los generales del ejército y la marina, y acaso él mismo consciente del déficit de ilegitimidad que lo acuciaba, Calderón optó por una estrategia que le garantizara la permanencia en el poder mediante la disuasión de cualquier intento de rebelión por parte de la amplia franja social convencida de que se robó la presidencia.

Por eso sacó al ejèrcito a las calles. La maniobra fue favorecida por una coyuntura internacional impuesta por Estados Unidos, consistente en un hipócrita combate al terrorismo y al crimen organizado (que incluía las bandas de narcotraficantes).

Puede decirse que Calderón se mantuvo en el poder del mismo modo como llegó: de facto. Porque en realidad, como han sugerido varios analistas, su gobierno terminó en 2009 cuando perdió la mayoría en el Congreso.

La derrota electoral de ese año resultó estrepitosa no sólo por el resultado, sino por su carácter simbólico. Recuérdese como desde entonces la campaña del panismo dictada por Calderón y aplicada por el presidente formal de ese partido, Germán Martínez, se basó en el lema "para que la droga no llegue a tus hijos" y en pretender que quienes no apoyaran esa guerra, estaban del lado de los delincuentes. Insistió además en asociar la imagen del PRI como favorecedor de acuerdos con el crimen organizado.

El mensaje de las urnas fue claro: nadie creyó esas patrañas y constituyó un tácito rechazo a esa política guerrera que cada vez fue mostrando su debilidad, su falta de estrategia, su ineficacia, lo que se tradujo en un país ensangrentado por asesinatos, levantones, secuestros, narcofosas, ejecusiones extrajudiciales, desapariciones forzadas y violación de garantías y derechos humanos de la población.

La más reciente manifestación de rechazo a su gobierno fue la derrota de su hermana Luisa María Calderón en su intento por ganar la gubernatura de su natal Michoacán. Allí los electores volvieron a decirle ¡NO! a Calderón.

Todo ello ha configurado una curiosa paradoja: el panista militarizó al país, lo cubrió de violencia y de sangre para mantenerse en el poder, pero la asonada que lo ha derrocado gradualmente se produjo en las urnas, de manera pacífica.

Hoy se le ve recorriendo el país defendiendo él solo su estrategia. No hay día en que no se le escuche repetir que los violentos son los otros, que su estrategia es la correcta, que pudo haber cometido errores,. pero que seguirá combatiendo. Que el problema fue que se dejó crecer al crimen por la complacencia de los priistas.

Pero su discurso es refutado, también cada día, por los hechos y por sus "aliados". Revelaciones recientes dan cuenta de cómo ese combate es en realidad una impostura por parte de Estados Unidos, pues detrás de ello se realizan jugosos negocios como la venta de armas (Operación rápido y furioso) a los propios grupos que se dice combatir e incluso operaciones de lavado de dinero favorecidas por la propia DEA, como reveló hace unas semanas The New York Times.

Todo ello aderezado por la creciente sospecha de que se combate a los cárteles con excepción del de Sinaloa comandado por Joaquín el chapo Guzmán, un poderoso narcotraficante fugado de las cárceles mexicanas durante la administración del también panista Vicente Fox.

Sin bases sociales que sirvan de caja de resonancia a sus tesis discursivas, Calderón insiste ahora en alertar que, como ocurrió en las elecciones de Michoacán, el narcotráfico controlador de vastas regiones del país puede influir en el resultado de los comicios.

Esa nueva estrategia discursiva muestra a un Calderón tan desesperado que parece no advertir que es un reconocimiento explícito de que nunca logró rescatar de los criminales el control que ejercen sobre vastas regiones del país, como hasta hace poco insistía en afirmar la --ahora se sabe-- falsamente triunfalista propaganda gubernamental.

"Estamos debilitando las estructuras del crimen organizado", dicen los espots del gobierno ahora desautorizados por el propio gobernante. Todavía ahora se insiste en que se sigue capturando a los 37 capos más buscados. El mensaje que envía ahora Calderón es que ya pueden capturar a todos, pero eso no significa ningún triunfo mientras esas bandas puedan controlar regiones e influir en el curso de los comicios.

No sin razón, muchos analistas han visto ese discurso como un peligroso intento por socavar desde ahora las elecciones presidenciales de 2012 o, en un caso de extrema temeridad, evitarlas y así mantener a su partido en el poder ante la inminencia de perderlo, dada la debilidad de los candidatos de casa, afectados adicionalmente por el rechazo popular al gobierno calderonista.

Calderón puede jugar todavía esa última carta, pero, de nuevo, su problema es que no tiene apoyos sociales que le dén viabilidad. A menos que de plano se anime a romper el orden constitucional también en este terreno. Veremos.




miércoles, 4 de mayo de 2011

Tortura condujo a Bin Laden

José Morales, un ex jefe del Centro de  Antiterrorismo de la CIA reveló a la revista Time que los interrogatorios con tortura a sospechosos de terrorismo condujeron eventualmente a la localización y asesinato de Osama Bin Laden.

Rodríguez trabajó para la CIA entre 2002 y 2005, periodo en que los líderes de Al Qaeda, Khalid Sheikh Mohammad (KSM) y Abu Faraj al-Libbi fueron tomados en custodia y sometidos a "Técnicas Especiales de Interrogación" (EIT's, por sus siglas en inglès) en prisiones secretas del extranjero.

La información proporcionada por KSM y Abu Faraj al Libbi acerca del mensajero de Bin Laden fue la principal información que condujo a su localización y posterior ejecusión. La afirmación de Rodríguez produjo críticas de la Casa Blanca.

"No hay evidencia de que la información obtenida mediante EIT's fue el principal elemento de inteligencia que nos condujo al líder de Al Qaeda", dijo Tommy Vietor, vocero del Consejo de Seguridad Nacional. "Tomó años de colección y análisis de muy diversas fuentes para desarrollar el caso que nos permitió identificar sus componentes y formarnos la idea de que Bin Laden estaba probablemente viviendo allí".

Rodríguez concuerda en que otros elementos de inteligencia tuvieron un rol en la ubicación del paradero del terrorista, la información de KSM y Abu Faraj fue la más importante. Este último "no fue sometido a la tortura del submarino (hundir su cabeza en agua durante varios minutos), pero su información sobre el mensajero fue clave".

Faraj dijo a los interrogadores que el mensajero llevaría comunicados de Bin Laden al mundo exterior cada dos meses o más. "Me di cuenta de que el líder no estaba realmente al frente de su organización. Tú no puedes liderear una organización si tienes un mensajero que lleva comunicados cada dos meses", dijo Rodríguez.

"Así fue como me convencí de que esta persona era sólo una figura decorativa que no estaba al frente de los golpes tácticos de la organización".

Mientras que algunos reportes sugieren que la información que proporcionó KSM vino semanas o meses después de que fuera sometido a las EIT's, Rodríguez dijo que los tips aportados por Libbi se produjeron sólo una semana después de que fuera sometido a los violentos interrogatorios.

El uso de EIT's fue un escándalo durante el gobierno de Georges W. Bush. Sin embargo, John McLaughlin, subdirector de la Agencia Central de Inteligencia durante la época en la que se utilizó la técnica del submarino, dijo que era un programa deliberado para alentar la docilidad de los testigos, pero "nunca fue concebido como un programa de tortura".

Ninguno de los oficiales del gobierno de Bush hizo, sin embargo, una clara distinción entre "inducir docilidad o deseos de cooperar" (inducing compliance) y tortura.

(Traducido por Contadero de Time on line)

miércoles, 23 de marzo de 2011

Calderón: "Mi reino por un caballo"




Felipe Calderón es un peligro para México. Lo es por varias razones, pero destaco su proclividad a salvarse a sí mismo aun a costa del país. Esa actitud lo condujo tras su derrota en las elecciones legislativas intermedias de 2009, a intentar relanzar su gobierno mediante una serie de reformas que él sabía inviables, pero que buscaban salvar su prestigio.


Muchos observadores hicieron notar que esas propuestas llegaban con tres años de retraso. El propio Carlos Pascual, en ese momento embajador de Estados Unidos, al tanto de la maniobra, mandó decir a Washington, según mostraron los cables de Wikileaks, que se trataba de “sueños de opio”, pues no tendrían futuro en un congreso dominado por la oposición.

Y así era, pero lo que Calderón buscaba era recuperar la iniciativa política perdida ante el revés electoral. La derrota que le propinaron los electores fue muy significativa porque basó su campaña en un programa –su guerra contra el narcotráfico-- diseñado precisamente para lograr la aprobación general y para tratar de remontar el déficit de legitimidad que lo persigue desde 2006.

Pero sobre todo, la idea era mostrarse como un presidente que quiso cambiar al país, pero que se topó con un congreso que se lo impidió. La prioridad, como se ve, era salvarse a sí mismo.

Su ansia por obtener algo de reconocimiento para su gobierno y para su persona lo condujo también a comprometer la soberanía nacional y a supeditar los intereses nacionales a los de EUA.

Los informes de Pascual son, en este sentido, reveladores. Según el diplomático, por esos días de 2009 Calderón había estado dispuesto a “ampliar nuestra cooperación dentro del Plan Mérida y a dar pasos decisivos en la frontera” pues “cree que un repentino éxito en la lucha contra el narcotráfico dará un impulso a su situación política”.

En esa obsesión por remontar “su situación política” (de nuevo él como prioridad) no ha dudado en entregar al país y favorecer la injerencia de EUA. Véase al efecto la petición –revelada por Wikileaks-- que en febrero de 2010 formuló Calderón a la secretaria de Seguridad Interior estadounidense, Janet Napolitano, para que el Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC, por sus siglas en inglés), interviniera para “pacificar Ciudad Juárez” y “responder a la presión pública de hacer algo por la localidad”.

Las evidencias de cómo Calderón se ha sujetado a los designios de Washington en aras de obtener resultados rápidos que lo salven en su combate al crimen organizado se multiplican: ahí está el caso de la operación Rápido y furioso, o su acatamiento al mandato del Norte para, primero, permitir que diseñara la estrategia en Ciudad Juárez de combate al narcotráfico mediante el ejército y luego, una vez que no funcionó, para acatar la orden de relegar a los militares y sustituirlos por la policía federal, y que incluso el embajador Pascual haya conocido los detalles del repliegue castrense meses antes de que el gobierno lo hiciera público.

Las revelaciones del New York Times sobre los vuelos que realizan en territorio mexicano aviones estadounidenses no tripulados, constituyen una prueba adicional del entreguismo y el vasallaje que Calderón ha permitido que se le imponga a México.

Diversas voces desde el Senado de la República, desde la academia –señaladamente el rector de la UNAM José Narro Robles-- y ONG’s han exigido a Calderón frenar el injerencismo de EU y adoptar una actitud firme en defensa de nuestra soberanía. Se trata de llamados que parecen no asumir el hecho de que ese injerencismo fue y es alentado por el propio ocupante de Los Pinos.

Lo malo para Calderón es que no sólo no se salvó ni a sí mismo (hoy su desprestigio es superlativo y quizá pase a la historia como uno de los presidentes más abyectos que ha padecido México ), sino que ha causado un enorme daño al país al ponerlo de rodillas ante una potencia extranjera.

Y lo peor quizá esté por venir, porque no se sabe qué otros episodios de entreguismo pueda protagonizar el abrumado michoacano en su desesperación por rescatar algo para sí.

Acaso pronto lo oiremos gritar, como el trágico Ricardo III: “¡Un caballo, un caballo. Mi reino (país) por un caballo!”, aunque, a diferencia del héroe Sheakespereano, no lo pedirá para continuar en la batalla sino para huir dejando hipotecado al país. Por eso es un peligro para México.

domingo, 20 de marzo de 2011

Carlos Pascual




El retiro del embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, anunciado ayer, es uno de los saldos de las revelaciones de Wikileaks. En ese sentido cabe preguntarse cuántos de nuestros funcionarios, incluido el propio Felipe Calderón, dejarían de ser confiables para la ciudadanía y tendrían que renunciar si la opinión pública conociera los análisis, motivaciones y maneras que utilizan para ejercer el poder y controlar, cuando no para manipular, a la población.

De hecho, las violaciones a la soberanía nacional que ha permitido quien es el primer responsable de defenderla por mandato constitucional –me refiero a Calderón--, así como su postura entreguista y de subordinación ante el gobierno de Estados Unidos, puesta en evidencia por esos mismos cables, harían ya exigible un juicio político y, si fuera el caso, su inmediata defenestración.

Eso sería posible si no viviéramos en una sociedad controlada y adormecida por el poder televisivo –ahora elevado por el secretario Lujambio al rango de verdadera secretaría de educación pública-- conformado y alentado por la corrupción oficial y corporativa, precisamente para brindar esos servicios de conformismo inducido en las masas que así desmovilizadas y desprovistas de liderazgos (cuando surgen son satanizados y desprestigiados por esos mismos medios), son incapaces de reaccionar ante la entrega de su país a los intereses extranjeros.

Aunque Calderón había solicitado al presidente Obama el retiro del embajador Pascual, durante su visita a Washington el 3 de marzo pasado, la dimisión del diplomático de origen cubano no puede considerarse un triunfo de la diplomacia mexicana, como tratarán seguramente de venderlo los corifeos y la prensa asociada al panista.

En realidad, la molestia de Calderón no deriva de su celo por defender a la patria del injerencismo estadounidense –Wikileaks ha mostrado cómo en varias ocasiones el propio Calderón o sus enviados aparecen pidiendo ayuda desesperada a Washington o acatando sus designios, como la sustitución de militares por policías en Ciudad Juárez— sino de su coraje por ver cómo sus esfuerzos eran descalificados y hasta ridiculizados en esos informes a la Casa Blanca.

En efecto, el enojo contra Pascual es porque corrobora lo que aquí siempre se criticó: que la guerra de Calderón contra el narcotráfico carecía de estrategia, que la descoordinación e incluso los pleitos entre Genaro García Luna (SSP) y Eduardo Medina Mora (PGR) impedían el éxito de los operativos; que el ejército no contaba con instrumentos de inteligencia y que incluso sus miembros tenían “aversión al riesgo”; y en fin, que los operativos más espectaculares, como el asesinato de Arturo Beltrán Layva, se debieron a la información proporcionada por la inteligencia estadounidense, más que a las investigaciones de nuestras fuerzas armadas.

En una palabra, lo que Pascual describía era el fracaso total de la guerra calderonista, casi en los mismos términos en que los críticos nacionales lo señalaron desde el inicio de las operaciones bélicas. Por eso se entiende perfectamente aquel “no me ayudes compadre” que le mandó decir Calderón, en la entrevista que ofreció a editores y reporteros de The Washington Post, durante la referida visita de principios de marzo a la Casa Blanca.

En resumen, Pascual había desnudado el fracaso, la confusión, y la debilidad del calderonismo no sólo en la guerra contra el crimen organizado, sino incluso su extravío en otros ámbitos de la política interna.

Recuérdese el cable 09MEXICO3423 fechado el 4 de diciembre de 2009 y publicado por La Jornada el pasado 10 de marzo. Allí Carlos Pascual daba cuenta de lo “abrumado e inseguro” que se encontraba Calderón “acerca de qué ruta seguir para aterrizar sus proyectos políticos”, tras su derrota en las elecciones intermedias de aquel año.

En tales condiciones, el embajador estadounidense calificó como “sueños de opio” el paquete de reformas (fiscal, energética, laboral, educativa, telecomunicaciones y política) que propuso el michoacano para “recuperar la iniciativa”, luego del revés electoral.

La descalificación y la desconfianza que merecen ante los ojos de EUA, los fallidos afanes de su gobierno en casi todos los ámbitos, constituye un duro golpe político para el panista, pues debilitaba aún más su posición interna, al quedar en evidencia la frustración que su ineficacia causa en uno de sus principales aliados.

Imagine el lector el efecto demoledor de estos señalamientos sobre la fortaleza política de Calderón hacia la recta final de su administración, en la que todavía deberá enfrentar los retos de operar la sucesión presidencial y de mantener a su partido en la presidencia.

La dimisión del embajador Carlos Pascual entraña una paradoja: en vez de fortalecer a Calderón merced a un aparente triunfo diplomático, lo dejará expuesto a las represalias encubiertas que Washington adopte vía presiones para conseguir que siga cediendo porciones más amplias de la soberanía.

La factura que le pasará Hillary Clinton por haber tenido que sacrificar a una de sus piezas más apreciadas será, sin duda, muy alta. Veremos.

martes, 25 de enero de 2011

Clinton en México



La visita de unas horas que realizó ayer a México la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton fue una visita para la galería, sí, pero también plagada de signos. En el entramado de mensajes cifrados y simbólicos que constituyen la compleja maquinaria con que Estados Unidos ejerce su dominio sobre el mundo importan mucho las formas.

Así, para la jefa de la diplomacia estadounidense era una asignatura pendiente, tras las revelaciones de Wikileaks --aunque primero lo hizo en Asia y Europa a fines del año pasado, como para dejar en claro en donde están sus prioridades-- externar personalmente y de cara a la comunidad internacional un claro apoyo a la guerra contra el narcotráfico que lleva a cabo en México Felipe Calderón.

Lo anterior sobre todo después de los memorandums diplomáticos revelados por WikiLeaks, en los que se exponen duras críticas de EUA a la descoordinación con que el ejército y la marina enfrentan el problema, a la falta de un aparato de inteligencia eficaz y a las claras muestras de debilidad, incapacidad y entreguismo dadas por el propio Calderón al solicitar la intervención de ese país para pacificar Ciudad Juárez.

La intervención pública de Hillary Clinton no podía sino ser un espaldarazo inequívoco a la guerra que Calderón desarrolla aquí, entre otras cosas porque se trata de una guerra ordenada, diseñada y planeada por el propio país del Norte, aunque operada aquí por un ineficaz Calderón.

Se trata, como han señalado entre otros el periodista Carlos Fazio, de una estrategia de doble vía: una guerra para regular el control de las rutas y los mercados de la economía criminal y, a la vez, una guerra de contrainsurgencia y de control político-social militarizado, local, regional y nacional, aderezada con una estrategia encaminada a generar confusión y terror en la población, mientras que por otro lado se avanza en la privatización silenciosa de la electricidad, el petróleo, las telecomunicaciones y otros recursos estratégicos.

Por eso está en el interés de EUA seguir en esa estrategia de consolidación de su dominio sobre el territorio mexicano, de ahí que Clinton se declare fan de Calderón y enzalce su supuesto liderazgo, de ahí también su nada velado anuncio de que sin importar qué partido gobierne en 2012 la estrategia debe continuar, y de ahí, en fin, su cuassi orden de que pese a los costos "no hay otra alternativa".

Así pues, su presencia ayer aquí tuvo un triple propósito, en ese orden: enviar un mensaje a los cárteles que disputan las ganancias, legales e ilegales, de las trasnacionales estadounidenses, acerca de que continuará la guerra por mercados y rutas; reforzar la maltrecha figura de Calderón ante el ciudadano común que cada vez cree menos en el panista; y apaciguar un poco la incomodidad que causaron en Los Pinos las revelaciones de Wikileaks.

martes, 7 de diciembre de 2010

Revela WikiLeaks sitios vitales para la seguridad de EU

Una lista de instalaciones alrededor del mundo, cuya pérdida impactaría críticamente la capacidad de Estados Unidos para defenderse, fue publicada por WikiLeaks causando el enojo estadounidense debido al temor de que eso podría ayudar  a los terroristas a identificar potenciales objetivos.

El documento dado a conocer fue preparado por el Departamento de Estado en febrero de 2009, después de que todas las misiones diplomáticas en el exterior fueron preguntadas para proporcionar una lista con las piezas que presentan un deterioro crítico en la infraestructura local.

Cientos de gasoductos, comunicaciones neurálgicas y plantas de manufactura en varios continentes fueron enlistadas junto con algunas de las más grandes plantas nucleares e instalaciones militares.Muchas se encuentran en el Reino Unido, incluidos varios sitios satelitales y plantas propiedad de BAE Systems.

Anoche otros cables filtrados revelaron que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha preparado planes de contingencia para la defensa de Europa del Este ante una agresión militar rusa, con tropas británicas aparentemente destinadas al combate.

Mientras que muchos de los documentos diplomáticos previamente publicados por WikiLeaks sólo colocaron a Estados Unidos en una posición vergonzosa o inconveniente la lista del Departamento de Estado --diseñada para fortalecer la preparación nacional y brindar oportuna respuesta y una rápida recuperación en el caso de un ataque, un desastre natural u otra emergencia-- contiene el tipo de información considerada vital para los grupos militantes.

Incluye una mina de Cobalto en Kinshasa, una planta de insulina en Dinamarca, una fábrica de veneno anti víbora en Australia, una planta hidroeléctrica canadiense, la cual actúa como una irremplazable fuente crítica de poder para la porción noreste de Estados Unidos, y una fábrica de Siemmens en Alemania, la cual es "esencialmente irremplazable" en la producción de soluciones químicas.

Dado que Estados Unidos se ve a sí mismo como un combatiente en la guerra global contra el terrorismo, el documento figura entre los más explosivos publicados hasta ahora por el sitio fundado por Julian Assange, de acuerdo con expertos en seguridad, quienes dicen que ello da a los terroristas cualquier cantidad de objetivos claves.

Mientras tanto, clables diplomáticos de EUA, uno de ellos firmado por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sugiere que la OTAN prepare un plan para defender a Europa del este de una agresión por parte de Rusia.

Tropas británicas figuran entre las nueve divisiones de la OTAN aparentemente preparadas para operaciones de combate ante un eventual ataque contra Polonia, Lituania, Latvia o Estonia. WikiLeaks reportó que barcos de guerra británicos podrían tomar parte, y dijo que la propuesta secreta fue aprobada unánimemente por la OTAN a principios de este año.

De acuerdo con un comunicado estadounidense, hay preocupación en Washington de que la noticia acerca del plan de la alianza atlántica podría conducir a "un innecesario incremento en las tensiones entre Rusia y la OTAN".

(Traducido de The Independent)

Assange, arrestado



El cerco político, jurídico, cibernético y económico sobre Julian Assange, el austriaco de 39 años fundador del sitio WikiLeaks, que reveló desde el pasado 29 de noviembre 250 mil cables clasificados de la diplomacia estadounidense fue arrestado hoy en Londres.

El hecho fue recibido por la secretaria del Departamento de Estado, Hillary Clinton, como "una buena noticia", tras más de una semana en que los afanes de Washington se concentraron en sus conocidas tácticas para descalificar a Assange quien ha sido perseguido como el enemigo público número uno del "mundo libre".

Esas tácticas han incluido bloqueos a las donaciones que recibe WikiLeaks, su expulsión de los servidores que lo alojaban, ataques cibernéticos masivos (tácticas de ciberguerra), hasta la clásica y muy antigua de colocar a su fundador en situaciones comprometedoras con mujeres y drogas (en este caso sólo con mujeres al desempolvar una acusación por violación que el gobierno sueco ya había desestimado en su momento), así como con cargos criminales, todo con el claro afán de acallar al mensajero para diluir el mensaje.

Las presiones del establishment estadounidense para aislar en Internet a WikiLeaks empezaron cuando Amazón anunció que dejaría de alojar el sitio. Sintomáticamente, fue Joe Lieberman, presidente del Comité de Seguridad Interna de Estados Unidos, quien divulgó la decisión de Amazon.

Luego la firma EveryDNS.net, que ayuda a las computadoras a localizar los sitios de sus miembros dejó de dar servicios a la empresa de Assange el jueves 2 de diciembre, pues se recurrió a ella luego de que Amazon dejó de alojar el sitio.

El servicio de pagos en línea PayPal con sede en Estados Unidos se unió al boicot. Bloqueó transferencias económicas en beneficio del portal, alegando que "su política comercial impide el uso de su servicio para alentar, promover o facilitar actividades ilegales".

En el ámbito político el cerco sobre el "enemigo" no ha sido menos feroz. Como siempre, Washington trató de socializar las pérdidas derivadas de las revelaciones al calificarlas como un "ataque a la comunidad internacional".

La estrategia era clara. Hacer parecer el asunto no sólo como una acción contra los EUA sino contra el mundo. "Esta divulgación no sólo es un ataque a los intereses de la política exterior de Estados Unidos. Es un ataque a la comunidad internacional; a las alianzas y socios, a las conversaciones y negociaciones que salvaguardan la seguridad global y promueven la prosperidad económica", dijo Clinton en un encuentro con los medios, tras conocerse el contenido de los cables.

En su doble intento por condenar las filtraciones y hacer que su país siga viéndose como el muchacho bueno de la película y preocupado por el bienestar de la humanidad, la jefa de la diplomacia estadounidense añadió que la "divulgación ilegal de información clasificada pone en peligro las vidas de personas, amenaza nuestra seguridad nacional y mina nuestros esfuerzos para trabajar con otros países para resolver problemas compartidos".

Las reacciones de la clase política del país del Norte fueron endureciéndose hasta casi solicitar la ejecusión de Assange. Primero Peter King, representante  republicano y próximo presidente del Comité de Seguridad Interna en la siguiente legislatura, pidió al procurador general de EU calificar a WikiLeaks como "organización terrorista extranjera", pues "representa un peligro claro y presente a la seguridad nacional de Estados Unidos".

El mismo King pidió días después declarar a Julian Assange como "combatiente enemigo" y enjuiciarlo en un tribunal militar fuera de EU donde no tendría derechos constitucionales.

Mike Huckabee, ex gobernador de Arkansas y posible candidato presidencial en 2012 fue más allá al solicitar la ejecusión del enemigo: "Sea quien sea dentro de nuestro gobierno el que filtró esa información es culpable de traición y creo que algo menos que la ejecusión es una pena demasiado bondadosa".

La presión estadounidense por unir al mundo contra Assange y su portal alcanzó incluso a Australia, país de origen del ex hacker. En una postura que revela cómo esa isla se ha plegado a los intereses del imperio, el fiscal general de Australia, Robert McClelland, señaló que autoridades de su país colaborarán  en caso de que Julian Assange sea llevado ante la justicia.

"Soy conciente de que el fiscal general de EU dijo que autoridades de justicia actualizan detalles sobre si han sido violadas sus leyes", ante lo cual --añadió-- "daremos el apoyo necesario a las autoridades judiciales estadounidenses".

Estrategias aparte, como apuntó en un editorial el diario mexicano La Jornada (2 de diciembre/2010), "la hostilidad y el arresto de Assange desacredita aún más la imagen de EU ante el mundo como autonombrado defensor de las libertades y los valores democráticos".

lunes, 6 de diciembre de 2010

México, servilismo inaceptable



El triste papel que desempeña México como subordinado de EU frente a Latinoamérica ha sido desnudado por los cables de WikiLeaks.

Apenas el 26 de octubre escribimos aquí acerca de cómo la política exterior de México frente a Latinoamérica carece de credibilidad, de capacidad de liderazgo y es un ariete utilizado por el país del Norte para socavar los intentos de unidad del subcontinente.

Los dichos de Felipe Calderón ante el director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Dennis Blair --a quien recibió durante 40 minutos el 19 de octubre de 2009, según el documento secreto número 231175, incluido en las filtraciones de WikiLeaks-- en los que se queja del activismo en México del presidente venezolano Hugo Chávez y en los que revela que México utilizaba su presidencia en el Grupo de Río para aislar a su homólogo, son una muestra incontrastable del rol asignado por Estados Unidos y acatado servilmente por las administraciones panistas.

Y sin embargo, la ya proverbial ineptitud de Calderón y sus operadores no sólo es manifiesta en el desastre que en todos los órdenes tiene postrado al país. Esa inutilidad, como no podía ser de otra manera, también se ha expresado en las tareas internacionales que le impone el imperio.

El panista Calderón es un ineficaz e incompetente cumplidor de las órdenes que recibe de Washington, y eso tiene molestos a sus verdaderos jefes.

En otro documento revelado por WikiLeaks (número 000141) queda patente el malestar de Estados Unidos por el resultado final del encuentro de presidentes de América Latina y el Caribe efectuado el Cancún los pasados 22 y 23 de febrero.

Durante ese foro se acordó crear la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que por primera vez dejó fuera a Estados Unidos y Canadá del nuevo organismo que sustituirá a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Carlos Pascual, embajador de EU aquí se queja en un informe que la embajada redactó tres días después de concluido el encuentro, de que "el plan ambicioso de México para usar la etapa final de su presidencia del Grupo de Río para crear un nuevo y más operativo foro de cooperación regional fue un fracaso dramático".

La molestia estadounidense fue mayor porque los países que integran el grupo Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) lograron que los detalles organizativos del nuevo foro se decidieran en la cumbre de América Latina y el Caribe --que controlan Brasil y Venezuela-- la cual se programó para 2011 en Caracas, para celebrar el aniversario de Simón Bolivar.

El informe de la embajada estadounidense señala que el encuentro de Cancún "fue concebido pobremente, su dirección fue inadecuada y mal ejecutado".

Como si no bastara lo anterior para probar el servilismo de los gobiernos panistas frente a EUA, los operadores del felipismo parecen empeñados en ofrecer cotidianamente nuevas pruebas.

Así, ante las revelaciones de WkiLeaks acerca del ineficaz aparato de inteligencia con que México enfrenta al narcotráfico, de la aversión al riesgo del aparato de seguridad que participa en esa guerra y ante la percepción estadounidense de que se ha perdido el control de varias zonas del país frente al crimen organizado, la diplomacia calderonista reacciona justificando a su vecino.

Quizá traicionada por un acto reflejo inconsciente que la conduce a comportarse más como empleada del imperio que como canciller mexicana, Patricia Espinosa, nuestra (¿?) secretaria de Relaciones Exteriores se apresuró el pasado viernes a señalar que lo que se ha revelado no refleja la posición del gobierno de Estados Unidos.

La condición de palafrenero del imperio que Calderón asume ante EUA es la misma que ya provocó el choque de México contra los países del Alba en la reunión sobre cambio climático (COP16) que se realiza en Cancún.

Allí México parece dispuesto a operar según los intereses de los países industrializados, de modo que el patrón quede conforme esta vez y no lo acuse después de otro "fracaso dramático". Pero de eso nos ocuparemos en el siguiente Post.

lunes, 29 de noviembre de 2010

WikiLeaks, otra vez


 Los más de 250 mil documentos dados a conocer a cinco grupos de medios por el portal de revelaciones WikiLeaks, proporciona una franca y al mismo tiempo crítica visión de los líderes extranjeros, así como información sensible aacerca del terrorismo y la proliferación de campos nucleares, porporcionada por diplomáticos estadounidenses, de acuerdo con The New York Times.

La Casa Blanca condenó la presentación hecha por WikiLeaks y dijo que las revelaciones podrían poner en peligro a sus informantes en el extranjero. Entre las revelaciones entregadas, además del New York Times, al periódico británico The Guardian, así como al francés Le Monde, al español El País y a la revista semanal alemana Der Spiegel, se da a conocer que el rey saudita Abdullah ha exhortado en varias ocasiones a los Estados Unidos para que ataque a Irán, como una manera de poner fin al programa nuclear de ese país.

"Corten la cabeza de la serpiente", dijo el embajador saudí Adel Al-Jubeir, citando los dichos del rey, durante una reunión con el general David Petraeus, en abril de 2008.

Los documentos filtrados, los cuales incluyen comunicaciones de 2007 y posteriores, también revelan que el politburó chino dirigió una intromisión en los sistemas de cómputo de Google, como parte de una amplia y coordinada campaña de sabotaje a cargo de operadores gubernamentales chinos, expertos privados en seguridad y bandidos de Internet, reportó el Times.

Como describió el semanario alemán Der Spiegel, los cables contienen ácidos y duros comentarios, como la descripción que hacen los diplomáticos estadounidenses de la canciller alemana Angela Merker, a la que describen como alguien que "evita riesgos y casi nunca creativa".

Otro documento descrito por el New York Times cita un cable del embajador estadounidense en que plantea la posibilidad de que el líder libio Muammar Gaddafi, pueda tener una relación amorosa con su enfermera ucraniana, quien es descrita como una rubia voluptuosa.

El diario dijo que muchos de los cables nombran fuentes diplomáticas confidenciales, desde abogados ectranjeros y oficiales militares hasta activistas de derechos humanos y periodistas, en la mayoría de los casos con una advertencia: Protegido o estrictamente protegido.

Comentarios como la descripción del presidente ruso Dmitri Medveded como Robin y del primer ministro Vladimir Putin, como Batman, seguramente avergonzarán a la administración Obama y complicarán su diplomacia.

La Casa Blanca dijo que la difusión de los documentos podría poner en peligro la vida de gente que vive bajo "regímenes opresivos" e "impactará profundamente" los intereses de la política exterior estadounidense, de sus aliados y socios alrededor del mundo.

"Para ser claros, tales revelaciones ponen en riesgo a nuestros diplomáticos, al personal de inteligencia y a las personas que de todas partes del mundo vienen a Estados Unidos por asistencia para promover la democracia y la apertura de sus gobiernos", dijo el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs

"Al robar y difundir documentos clasificados WikiLeaks ha puesto en riesgo no sólo la causa de los derechos humanos, sino también las vidas y el trabajo de estos individuos", dijo.

Analistas de seguridad concuerdan en que la presentación de los documentos fue un severo golpe a la diplomacia norteamericana, debilita la confidencialidad que es vital para que líderes extranjeros y activistas hablen francamente con oficiales estadounidenses.

"Esto es devastador" dijo Roger Cressey, socio de una consultoría y ex oficial de seguridad informática, en un comentario vía correo electrónico.

El gobierno estadounidense, el cual fue informado por adelantado del contenido de los cables difundidos contactó a los gobernantes de Rusia, Europa y Medio Oriente para tratar de limitar los daños. La Casa Blanca también advirtió a los lectores que los hechos reportados en los documentos son con frecuencia incompletos y no necesariamente reflejan o incluso dan forma a las decisiones políticas de Estados Unidos.

Emile Hokayen, miembro del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, dijo que la dramática revelación de que el rey saudí Abdullah aconsejó a Estados Unidos golpear a Irán, pudo haber sido exagerada para efectos diplomáticos.

"Es muy posible que los Estados del Golfo hayan adoptado en privado una muy agresiva retórica sólo para presionar sobre la urgencia de la cuestión", dijo Hokayem. "Pero personalmente dudo que haya intenciones de una guerra como tal".

Entre las revelaciones reportadas por The New York Times figuran:

--Sospechas de que Irán ha obtenido de Corea del Norte sofisticados misiles capaces de golpear a Europa occidental, y la preocupación de Estados Unidos de que Irán esté utilizando estos cohetes como piedra angular para construir misiles de largo alcance.

--Alegatos de que operadores chinos han violado computadores del gobierno norteamericano y de sus aliados occidentales, del Dalai Lama y de empresas americanas desde 2002.

--Pláticas entre Estados Unidos y oficiales sudcoreanos acerca de las posibilidades de una unificación de Corea, a partir de los problemas económicos del Norte y de una política de transición que conduzca a una implosión del estado.

--Los sudcoreanos consideran que incentivos comerciales a China ayudarían a salvar las preocupaciones de este país de  vivir juntoa una Corea unificada y aliada a Washington, de acuerdo con el embajador estadounidense en Seúl.

--Reportan que donadores sauditas continúan como jefes financieros de grupos de militantes sunis como Al Qaeda y del minúsculo Estado de Qatar en el Golfe Pérsico, un generoso anfitrión de los militares americanos durante años, que fue el peor en la región en los esfuerzos antiterroristas, de acuerdo con un cable del Departamento de Estado en diciembre último.

--Desde 2007 los Estados Unidos han montado un secreto y totalmente infructuoso esfuerzo por sacar uranio altamente enriquecido de un reactor de investigación de Pakistán, por el temos de que pueda ser desviado para usarse en un ilegal artefacto nuclear.

Fuente: Reuter (traducción del autor)

martes, 26 de octubre de 2010

Calderón contra Latinoamérica

La proclividad de México hacia Estados Unidos de América y su alejamiento, cuando no agresividad con los países latinoamericanos no es extraño tratándose del derechista-yunquista Partido Acción Nacional y de quien, surgido de esas filas, ocupa la presidencia del país.

Aparte de los evidentes perjuicios económicos que acarrea esa dependencia voluntariamente aceptada respecto del vecino del Norte, México ha perdido presencia, credibilidad y liderazgo entre los países del Sur.

(Hagamos una digresión para señalar que esa minusvalidad de México ante el mundo, bien podría ser catalogada como resultado de la denigración que su actual titular hace de la institución presidencial y del prestigio del país, para que pueda ser juzgada por algún IFE oficioso o alguna entidad encargada de cuidar el buen nombre y fama de la tal institución.)

Para subrayar su plena adscripción y aquiescencia ideológica con el Norte, el licenciado Calderón juzga adecuado traerla a colación de cuando en cuando y, de paso, darle un raspón a las democracias latinoamericanas, como Venezuela, Bolivia, Brasil, Ecuador o Paraguay.

Apenas el viernes pasado, durante la clausura en Morelia del Encuentro empresarial 2010 organizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y a la que asistió el ex presidente colombiano Álvaro Uribe, Calderón dijo de éste: "acaba de dejar la presidencia y ya lo extrañamos tanto, y lo extrañamos porque existe una América Latina exacerbada, o si se quiere entusiasmada, con el retorno y el renuevo del populismo, de la demagogia, de la autocracia y de la invencibilidad del crimen".

Seguramente en el cono Sur han debido tomar nota de estas palabras porque ¿a qué llama populismo y demagogia Calderón? ¿al respaldo social de que carece su gobierno y que en cambio ha concitado el rescate emprendido por los bolivianos de sus hidrocarburos? ¿a la estabilidad macroeconómica que han logrado sin seguir las recetas neoliberales del FMI? ¿a la nueva constitución votada en 2007 que creó un Estado plurinacional que dota de iguales derechos a sus pueblos originarios?

¿O acaso le parezca demagógico y populista el rechazo que los 12 presidentes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) expresaron en agosto de 2009 a la instalación de siete bases militares de Estados Unidos en Colombia con el pretexto de combatir el narcoterrorismo?

¿Se referirá por ventura al acuerdo de 33 países de América Latina y el Caribe adoptado en febrero de este año en Cancún para constituir una organización hemisférica sin Estados Unidos y Canadá, ante el declive de la hegemonía estadounidense?

¿Será que Calderón considera demagógico el rechazo de los países de la región a la iniciativa estadounidense para construir el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA)? ¿o considera que la invencibilidad del crimen se fortalece con el activismo y el liderazgo del presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, al defender el diálogo con Irán y rechazar sanciones contra la república Islámica, acusada permanentemente por EUA por el programa nuclear que desarrolla?

Esas pocas palabras de Calderón dichas al ex presidente Uribe, describen de un plumazo la nuez de la subordinada política exterior mexicana y, al mismo tiempo, constituyen un virtual aval al asesinato de cuatro estudiantes mexicanos de la UNAM perpetrado por militares colombianos --todavía bajo la presidencia de Uribe-- el primero de marzo de 2008 en la región ecuatoriana de Sucumbíos.

El desplante declarativo de Calderón muestra, además, un desprecio por el dolor y el luto de los familiares de esas víctimas, quienes se mantienen en lucha por el esclarecimiento y castigo a los responsables de aquella matanza.

¡Que no se nos olvide!

sábado, 12 de diciembre de 2009

EUA : intervencionismo amenazante


La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, pronunció este viernes 11 un discurso abiertamente injerencista y amenazador hacia América Latina, el cual anuncia el fin de la mascarada pacifista representada por Barak Obama en la región.

En un lenguaje que pretende ser diplomático, pero empleando términos abiertamente amenazadores y duros, Clinton expresó su "preocupación" por las inclinaciones antidemocráticas de Venezuela y Bolivia, así como por la decisión de algunos países del continente por ampliar sus relaciones con Irán.
"Sólo podemos decir que es realmente una mala idea para los países involucrados; esperamos que reconocerán que aquél (Irán) es hoy el mayor apoyo, promotor y exportador del terrorismo en el mundo...y si desean coquetear con Irán deberían ver las consecuencias para ellos, por lo que esperamos que lo piensen dos veces y los apoyaremos si así lo hacen".
Consultada acerca de si el "progreso democrático" está en peligro por el surgimiento de la izquierad en América Latina, dijo en abierta alusión a la reciente reelección de Evo Morales en Bolivia:
"Nos preocupan líderes que son electos imparcial, libre y legítimamente, pero que después empiezan a minar el orden constitucional y democrático, el sector privado, los derechos de los pueblos de ser libres del hostigamiento, represión...es importante que demos un firme llamado a los pueblos y líderes a que se mantengan en el camino democrático".
El país adalid de la democracia y de las libertades de los pueblos muestra su "preocupación" cuando esa democracia y esas libertades no se avienen a su estilo o, mejor, cuando no sirven a sus intereses:

a) la explotación comercial de los recursos naturales de las naciones en favor de las oligarquías nacionales y extranjeras (estadounidenses, but of course),

b) el sojuzgamiento de las mayorías a manos de una clase política corrupta y rapaz al servicio del stablishment estadounidense

c) cuando se ponen límites y se ata el desarrollo de los medios de comunicación para que actúen en favor del desarrollo nacional y no como colonizadores y sofocadores de las conciencias imponiendo, mediante la diversión y el entretenimiento, la verdad del poder.

Estamos, otra vez, ante la doctrina de la seguridad nacional ("son terroristas") como pretexto para el injerencismo en la región y para juzgar el derecho soberano de los pueblos a elegir a sus gobernantes.

Clinton pasa por alto que 63 por ciento de los bolivianos votaron la reelección de Evo Morales y lo hace por una razón: porque el proyecto de los países latinoamericanos se aparta de la concepción neoliberal de la economía y constituye un abierto rechazo a la política de poder unipolar de Estados Unidos.

En ese contexto, el llamado de Clinton a que los pueblos y líderes "se mantengan en el camino democrático", constituye --además de un abierto e inadmisible injerencismo amenazante-- un llamado a que se plieguen a los designios económicos y políticos de Washington.

No es casual, por ello, que en la misma sesión en que amenazó a los pueblos y líderes de Latinoamérica haya elogiado a México y a Felipe Calderón por ser "socios" en el combate al crimen organizado y la corrupción.

Desde la óptica de Washington, México es por supuesto un ejemplo en eso de plegarse a los mandatos del Norte y por eso no extraña que sea puesto como referente en un discurso como el que pronunció la secretaria de Estado.

Esa distinción, que para muchos es un timbre de orgullo (Castañeda-Aguilar Camín), es en realidad una verguenza nacional, pues debido a eso --la otra razón es la pequeñez política de nuestros gobernantes-- el país ha perdido el respeto y el liderazgo no sólo en América Latina, sino en el mundo entero. Hoy México no tiene peso en ninguna de las grandes discusiones y debates globales.

El discurso de Clinton, junto con el de Obama el pasado jueves al recibir el Premio Nóbel de la Paz, anuncian la reedicón de la política del garrote hacia Latinoamérica bajo la coartada de "la guerra justa" y representan una confirmación de que el presidente estadounidense no sólo ha sido secuestrado sino también derrotado y puesto de rodillas por el complejo militar-industrial de EUA

sábado, 14 de noviembre de 2009

Honduras en la encrucijada

La crisis hondureña entró en una zona de penumbra para la democracia latinoamericana.

La postura de Washington de aceptar el resultado de las elecciones del 29 de noviembre que organiza el golpista Roberto Micheletti constituye una tácita convalidación del golpe militar perpetrado en junio pasado.

Eso fue lo que siempre argumentaron los golpistas: que llegaban al poder para organizar las elecciones y que se irían tras corregir las presuntas violaciones constitucionales del presidente Manuel Zelaya.

La semana pasada una misión estadounidense encabezada por el subsecretario de Estado Thomas Shannon consiguió un nuevo acuerdo: el Congreso hondureño decidiría la restitución del presidente legítimo. Se conformaría, además un gobierno de "unidad nacional".

¿Cabe suponer mayor ingenuidad? Quienes votarán o no el regreso de Zelaya son los diputados que aprobaron su defenestración hace cinco meses. Como era previsible el presidente depuesto perdió la votación. Respecto del nuevo gabinete de "Unidad", éste excluyó a los zelayistas.

El derrocado mandatario reprochó a la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton que pretendan reconocer las elecciones "sin revertir el golpe de Estado ni resolver la profunda crisis en que se encuentra nuestro país".

Las representaciones de Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua ante la OEA advirtieron que no reconocerían las elecciones si el presidente no es restituido.

Este viernes 13 Zelaya criticó a Barack Obama por cambiar su postura, en tanto que Micheletti se mostró esperanzado en que Washington reconozca el resultado de las elecciones. Sobre todo tras la visita que realizó a Honduras el martes y miércoles últimos el subsecretario adjunto de Estado para América Latina, Craig Kelly.

Al final de su visita de dos días Kelly confirmó el viraje de Washington al declarar que para el gobierno del presidente Obama las elecciones en Honduras son "parte de la solución" a la crisis.

La retracción estadounidense no puede leerse como el fin de su intervencionismo en la región, como aseguró Obama en agosto pasado durante su estancia en México al reprochar a quienes desde entonces le exigían una postura más dura ante los golpistas hondureños.

Más bien es la confirmación de que se encuentra atado por la burocracia reaccionaria y conservadora que controla la Agencia Central de Inteligencia, el Pentágono y al Departamento de Estado.

Al respecto la periodista Amy Goodman (Democracy Now!) ha recordado que ese entramado de intereses nunca vio con buenos ojos el vuelco de Zelaya hacia políticas más populares, como la determinación de que Honduras forme parte del bloque comercial Alternativa Bolivariana para las Américas, conformado por naciones como Venezuela y Bolivia para contrarrestar el dominio económico estadounidense.

Especialistas como Carlos Fazio han documentado que el golpe militar obedeció a la pretensión de Zelaya de no renovar el contrato para la permanencia de Estados Unidos en la base militar que esa nación mantiene en Soto Cano, la cual sería convertida por Honduras en un aeropuerto comercial. Algo como lo que hizo el presidente de Ecuador Rafael Cordera, quien tampoco renovó el acuerdo para la permanencia de EU en Manta, sobre el Pacífico ecuatoriano.

La pérdida de ambas bases, según Fazio, debilitaría una red del Pentágono denominada Centros Operativos de Avanzada (FOL, por sus siglas en inglés) encargada de la guerra de contrainsurgencia que Estados Unidos desarrolla en la región.

Tales las coordenadas en que se mueve el conflicto. Es claro que con la renuncia de los zelayistas y los candidatos independientes a participar en unas elecciones organizadas por los golpistas, quienes resulten ganadores no serán sino los aliados de Micheletti, quien así podrá retirarse alegando que devuelve el país a la democracia, pero dejándolo, en realidad, en manos de sus incondicionales.

La asonada militar adquirirá así una fachada de legitimidad electoral, pero ello no significará más que la prolongación de la crisis, aunque los intereses del Departamento de Estado y de la derecha estadounidense que liderea Hillary quedarán bien servidos.

Veremos.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Zelaya en México: las manos vacías

El depuesto presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, emprendió un periplo latinoamericano que inició ayer en México y que continuará en Brasil, con miras a impulsar acciones que revitalicen la presión continental sobre la asonada oligárquico-militar que lo derrocó y que impuso en el gobierno de su país a Roberto Micheletti.

El presidente Zelaya fue recibido ayer en Los Pinos por el señor Felipe Calderón y este miércoles estará en el Senado de la república y con el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard.

Más allá de las formas y la corrección diplomáticas y de los discursos protocolarios, Zelaya se irá de México con las manos vacías.

En su discurso de ayer, Calderón insistió en que todo el asunto debe resolverse con base en el Acuerdo de San José para la Reconciliación Nacional y el Fortalecimiento de la Democracia en Honduras, propuesto por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, en su calidad de mediador oficial en el conflicto.

Si se considera que ese Acuerdo ha sido desestimado por diversos analistas y por el propio presidente Zelaya, quienes lo consideran ambiguo y complaciente con los golpistas, y si se añade a lo anterior que la actuación de Arias ha empezado a ser vista con recelo por lo que ya se considera una traición y defección de los principios democráticos que inspiraron su misión, entonces tenemos que el pronunciamiento de Calderón equivale a nada.

En vez de pronunciarse por una rectificación del llamado Acuerdo de San José --el cual ofrece a los golpistas ventajas y concesiones, como su participación en un gobierno de unidad nacional y la suspensión de la consulta que el manadatario hondureño pretendía organizar sobre la reelección-- el gobierno de México se adscribe a la formalidad de un documento que, se sabe, no será eficaz, por inaceptable para una de las partes, para que Honduras retorne a la normalidad democrática.

En lugar de asumir una clara e inequívoca postura encaminada a la resolución del conflicto, la diplomacia mexicana se adscribe al bando de quienes tienen secuestrada la negociación: Washington, a través de su parapeto Oscar Arias.

No en balde el presidente Zelaya ha dicho que si hubiera voluntad política, la presión estadounidense --retirar de Honduras a su embajador y suspender todos los programas de asistencia-- podría acabar con el problema en unas horas.

Pero la secretaria de Estado Hillary Clinton y el ala dura del aparato institucional de ese país parecen ver en este episodio golpista una oportunidad de intervención contra los procesos de integración latinoamericana.

Acaso por ello, en una declaración que excede sus atribuciones y revela su inclinación hacia el stablishment estadounidense, el supuesto mediador neutral, Oscar Arias, criticó la adscripción de Honduras a la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba).

Así, en Honduras asistimos a una simulación internacional que condena el golpe de Estado en abstracto --como algo políticamente incorrecto en un mundo global al que la democracia le es más funcional-- pero que en el fondo se tolera por haberse dado en un país --Honduras-- al que se ve más cerca de mecanismos de integración latinoamericana, como el Alba y más lejos del polo conservador del Plan Puebla-Panamá/Iniciativa Mérida, al cual está adscrito el derechista gobierno mexicano.

Por eso, la visita a México no podía tener para Zelaya efectos políticos concretos para el pueblo hondureño que lucha en su país contra la imposición, como quedó acreditado en el discurso de Calderón. Veremos cómo le va en Brasil.

domingo, 15 de marzo de 2009

Forbes, once again


En estos días la política nacional ha tenido su dosis de divertimento. Primero, la revista Forbes asestó un golpe mediático al incluir a Joaquín "El chapo" Guzmán en su ya legendaria lista de los hombres más ricos del mundo.

Enseguida el señor Felipe Calderón y sus adláteres (el secretario de Gobernación y el procurador General de la República) reaccionaron muy enojados y serios, ante el evidente buscapiés, diciendo que era una irresponsabilidad, una apología del delito y hasta un insulto para los otros acaudalados.

Los editores de la publicación debieron estar muy complacidos por el efecto alcanzado. Una lista como la que publican cada año corre el riesgo de perder notoriedad, pues resulta difícil que en sólo 12 meses se produzcan cambios sustanciales en, digamos, el Top 10 de esa relación.

De modo que como buenos editores saben que deben introducir de cuando en cuando algún dato que despunte, que sea noticioso y hasta sorprenda al respetable, como un modo de seguir vigentes. Ese fue el caso este año. Y en Los Pinos tragaron el garlito: respondieron y concedieron notoriedad y resonancia a la famosa lista.

Con un pésimo sentido del humor, esos funcionarios empezaron a cuestionar la metodología empleada por la revista para calcular la fortuna del Chapo, cuando debieron descalificarla con alguna buena frase igualmente humorística o ingeniosa, pero certera. Hasta el propio Calderon, en un foro con empresarios estadounidenses de nuevo se puso a reñir con la publicación.

Ya lo había hecho en enero, cuando en el Foro Económico Mundial realizado en Davos, Suiza, se entrevistó con el director de Forbes para refutar el reportaje publicado en diciembre que hablaba del desmoronamiento mexicano y catalogaba a nuestro país como un Estado fallido.

Lo ocurrido esta semana mostró a un gobierno abrumado y a un Calderón que parece haber perdido la proporción de los asuntos que le conciernen. Un presidente de un país --así se ostenta, pese a las dudas que persisten sobre la legitimidad de su elección-- no puede ponerse a pelear con una revista, para eso hay otros niveles.

Tampoco puede rebajar su jerarquía respondiendo cada vez que los secretarios, representantes, militares y asesores estadounidenses formulan juicios que ponen en duda la capacidad de su gobierno para enfrentar al narcotráfico, como ocurrió esta semana.

Quienes lo conocen dicen de Calderón que es de mecha corta (se enoja muy rápido), pero no es con bravuconerías o pirotecnia verbal como atajará lo que llamó una campaña contra México. Casi todo el año el señor Calderón ha estado contra las cuerdas, a la defensiva, librando una batalla --esa sí fallida-- por convencer a la opinión pública nacional e internacional que no gobierna un Estado fracasado.

Su estrategia de comunicación ha fallado porque no ha podido posicionar en la percepción o en el imaginario colectivo un mensaje de eficacia a partir de resultados medibles y verificables. Por ejemplo, para refutar a quienes afirman que ha perdido el control sobre vastas zonas del territorio nacional, les responde invitándolos a que vengan a visitarlas. "Yo los llevo", les mandó decir.

¿Y cómo haría ese viaje con sus hipotéticos visitantes? ¿rodeado por militares, con helicópteros sobrevolando la zona previamente acordonada 48 horas antes y con francotiradores apostados en los edificos por donde pasen, como acostumbra en sus recorridos? ¿No sería eso la mejor prueba de que, en efecto, las bandas del crimen organizado son una amenaza real que asolan, cuando no controlan de muy diversos modos esos territorios?

Aparte la amenaza real que significa el narcotráfico la actual administración tiene otro problema: está empeñada en obtener la aprobación externa. Esa es su debilidad. Cuando hay elogios de Washington por su actuación, los blande como un timbre de orgullo, cuando hay críticas y presiones se desquicia totalmente. Eso es lo malo de trabajar para la galería: se está siempre en busca del aplauso fácil.

Como aficionado que es a la fiesta brava, Calderón debe saber que el toreo efectista (como su guerra) puede entusiasmar a los villamelones, pero nunca le ganará la estima de los conocedores. Una figura del toreo, en cambio, lo mismo que un estadista, ganan su sitio y respetabilidad cuando basan su actuación en actos que verdaderamente revolucionan el entorno.

Así, no pueden los gobiernos panistas ni de ningún otro signo pretender combatir el crimen organizado sin al mismo tiempo modificar las estructuras institucionales que alientan la otra delincuencia: la de cuello blanco, la que trafica con influencias al amparo del poder público, la que defiende ferozmente privilegios personales y de grupo en desmedro de los de la sociedad, la que está enquistada en las estructuras del poder político, económico, sindical, laboral, educativo, partidista.

Como esto último no va a ocurrir, la actual es una guerra perdida. Piénsese tan sólo en la creciente capacidad del narcotráfico para ofrecer empleos a la masa de desocupados que el sistema no puede absorber por estar diseñado sólo para el beneficio de unos cuantos. Si las actuales estructuras de dominación no cambian, y al ritmo que van las cosas, en unos años el narcotráfico podría convertirse en el mayor generador de empleos privados en México.

El cinismo de nuestros gobernantes es tal que quizá sólo entonces acepten legalizar los enervantes. Algo similar ocurrió ya con el fenómeno de la migración hacia Estados Unidos. Constituía un problema que se trataba de evitar, pero en cuanto se vio el efecto favorable que en las finanzas públicas tenían las elevadas remesas de dólares que enviaban los migrantes, lo que se buscó no fue incrementar las oportunidades de empleo aquí para detener su partida, sino abogar demagógicamente para que mejoraran sus condiciones laborales del otro lado de la frontera.

En tal escenario ésta y todas las guerras que se emprendan en semejantes condiciones serán inútiles. Y para colmo, ni siquiera se responde con humor a las gracejadas del Norte.


Foto: Edificio Forbes en la Quinta Avenida
de Nueva York