martes, 30 de junio de 2009

Televisa y TV Azteca, el asalto al poder

La derecha en el poder está empeñada en ganar las próximas elecciones. Lo hace desde varios frentes, cuyo común denominador es la manipulación y las trampas a la ley electoral vigente.

Tales medios son el duopolio de la televisión (Televisa-TV Azteca), la organización SOS (Alejandro Martí), partidos políticos (PAN-PVEM-PRI), comunicadores embozados tras el movimiento del voto nulo (Jaime Sánchez Susarrey) y con revistas como Vértigo y Cambio.

El punto central de su campaña es la inquina contra la reforma electoral que aprobó el Congreso en 2007 y que, entre otras cosas, prohíbe a los partidos políticos e incluso a los particulares la contratación de anuncios en medios electrónicos para promover candidatos en tiempos de elecciones.

Con un oportunismo eficaz, la estrategia elegida ha sido montarse en el hartazgo ciudadano con los políticos y los gobiernos de todos los partidos por la falta de resultados en la conducción del país.

Con esa bandera al frente, sus propuestas están encaminadas, en realidad, a vengarse de esa clase política que con la citada reforma los marginó del jugoso negocio de las campañas electorales, pues ahora éstas se difunden utilizando el tiempo gratuito que los concesionarios están obligados a cederle al Estado.

Aprovechando y alimentando el desencanto ciudadano, las televisoras han emparentado sus afanes vengativos con las aspiraciones de la gente. Así, han articulado propuestas para afectar a los partidos, pero atractivas para el elector que siente que aquellos no representan sus intereses.

En ese contexto, llama la atención la coincidencia entre las propuestas de Alejandro Martí ("Mi voto por tu compromiso") y las del movimiento (Basta10) que encabeza el periodista Jaime Sánchez Susarrey.

Ambos plantean reducir el financiamiento público a los partidos, disminuir el número de diputados de representación proporcional, derogar el párrafo del artículo 41 constitucional que, según ellos, limita la libertad de expresión de los ciudadanos), reelección de diputados, senadores y presidentes municipales, permitir candidaturas independientes y activar mecanismos como el plebiscito, el referéndum y la iniciativa popular.

"¿Qué bonito, no?" podríamos decir parafraseando al insulso Carlos Loret de Mola. Da la casualidad que el artículo 41 es el que precisamente prohíbe la contratación de espacios publicitarios (lo que más duele a las televisoras).

Le llaman a eso coartar la libertad de expresión, como si no se supiera que los ciudadanos comunes nunca van a contratar esos costosos espacios. Lo harán quienes tienen el dinero para hacerlo, o sea, los empresarios, y la oligarquía financiera ligada a los intereses del consorcio y de los grupos de la derecha empresarial.

Resulta notable que entre esas propuestas o compromisos que firman los candidatos (PAN, PRI, pero principalmente del partido Verde cooptado ya por las televisoras, como hemos documentado en posts anteriores) no figuren, por ejemplo, el compromiso de no gravar con el IVA los alimentos y medicinas; no regresar al esquema de los gasolinazos semanales, no endeudar más al país, no privatizar Pemex, el de votar una reforma fiscal que grave a los grandes contribuyentes o el compromiso de instaurar la figura de la revocación del mandato, ese sí un auténtico poder ciudadano para destituir a los malos gobernantes.

Los compromisos a que llaman esas organizaciones resultan cosméticos, pues no apuntan a resolver problemas estructurales del país ni a devolver, como supuestamente se pretende, el poder a los ciudadanos.

En su cruzada contra la reforma electoral de 2007, las televisoras no pierden oportunidad para denostarla. Lo hacen permanentemente a través de sus noticiarios y de sus publicaciones, como la revista Vértigo, perteneciente a la televisora del Ajusco.

En un artículo de esta semana ("Extraviada, la legitimidad de la democracia"), señala que los tres principales partidos políticos "no encuentran dentro de su propia reforma electoral aprobada en 2007 la fórmula para detener la creciente ola ciudadada (del voto en blanco)".

En el ejemplar del 14 de junio el texto "Del abstencionismo al voto en blanco" vuelve a la carga: "La inconsistencia de la reforma electoral aprobada en 2007 ha vuelto un caos los próximos comicios y motiva el creciente rechazo de los ciudadanos a los partidos políticos..."

Como se ve, endosan a los ciudadanos el rechazo a los partidos, no al hecho de que aquellos no se sientan representados por éstos, sino al hecho de la reforma, que es en realidad el pleito de las televisoras. Esa es la manipulación que llevan a cabo.

Al modo de la propaganda encubierta de TV y Novelas, en favor del Partido Verde, la revista Vértigo promueve al PAN desde su portada. Más que informativo, el encabezado de esta semana resulta un promocional: "El presidente le cumple a México".

El presidente es del PAN, así que la asociación mental inducida consiste en que ese partido es el único que le cumple al país. Resulta muy sugerente que ese encabezado se publique justamente en la semana previa a los comicios.

La revista Cambio hace otro tanto, pero en favor del Partido Verde al que dedica su portada con el titular: "Crece el verde". Citando diversas "encuestas" lo coloca en un supuesto tercer lugar de las preferencias, lo que significa que habría desplazado al PRD hasta el cuarto sitio.

Los recursos descritos aquí constituyen el modo encubierto y opaco en que la derecha está utilizando, incluso ilegalmente, a los llamados poderes fácticos --las empresas televisoras y sus medios de comunicación-- para asaltar el congreso y desde ahí preparar el otro gran asalto: el de la presidencia de la República en 2012, que les permita acrecentar el poder político y mantenerlo al servicio de sus intereses económicos.

¡Hasta la próxima!

sábado, 27 de junio de 2009

Guarderías: impunidad y simulación

La tragedia de Hermosillo, que ya cobró la vida de 47 infantes, refleja crudamente el desmoronamiento del sistema político mexicano.

Es, además, una prueba incontrastable de cómo aquí no hubo ni podrá haber, mientras persistan las actuales instituciones, una auténtica transición a la democracia.

Se trata de un caso paradigmático que ilustra con suficiencia cómo en México la ley --esa abstracción-- llega hasta donde lo permiten los intereses --esos sí de carne y hueso-- de políticos venales.

El espectáculo ofrecido esta semana por el gobernador de Sonora, Eduardo Bours Castelo, y las autoridades federales encabezadas por el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, caracterizado por el abierto intercambio de imputaciones, lo único que revela son las tensiones entre los gobiernos estatal y federal para encubrir y mantener en la impunidad a sus respectivos protegidos, entre quienes figura, de modo principal, la señora Marcia Gómez del Campo, dueña de la guardería siniestrada y prima de la esposa de Felipe Calderón.

De paso develó el talante autoritario del gobierno blanquiazul, pues el lenguaje utilizado por Gómez Mont contra Bours, no sólo resultó anacrónico sino ominoso. "Lo que no acepté ni le acepto al señor gobernador es el tono altanero con que se refiere al Presidente de la República.", dijo el secretario de Gobernación.

Esa declaración nos reinstaló de pronto en la prehistoria política, de la que en realidad no hemos salido, cuando resultaba casi un delito contradecir, o aun mostrarle críticas al Presidente, pues éste era una figura intocada y sacrosanta que encarnaba "los más altos intereses de la nación". Gómez Mont nos ha hecho saber ahora que esa concepción retrógrada es la que priva en el grupo gobernante.

El propio Calderón había ya dado muestras de ello, cuando dijo el martes, en clara alusión a los tibios reclamos del zarandeado Leonel Godoy, gobernador de Michoacán, que él no necesitaba pedir permiso a ninguna autoridad para combatir la delincuencia.

Ese combate se ha convertido, pues, en la coartada perfecta que el gobierno blande contra sus críticos cada vez que viola garantías individuales, atropella soberanías y transgrede el pacto federal, o para avanzar hacia un Estado de excepción con el ejército en las calles como amenaza velada ante quien ose siquiera levantarle la voz al Presidente.

Pero vengamos de nuevo al caso de la guardería que enlutó a decenas de familias en Hermosillo. En un auténtico Estado de derecho, el director del IMSS, Daniel Karam y el ex director del organismo, Juan Molinar Horcasitas estarían en esta hora fuera de sus puestos y enfrentando procesos judiciales por su evidente responsabilidad en la tragedia.

En vez de eso, Karam todavía se da el lujo de reconocer que no tiene en orden una documentación que, por ordinaria, tiene la obligación de mantener al día: la lista con los nombres de quienes tienen concesionado el negocio de las guarderías en todo el país.

A pesar de que prometió hacer público el documento hace dos semanas, el jueves admitió que aún no hay fecha para esa entrega porque están "en la recopilación de datos". O sea ¿cómo hace el Seguro Social para pagar cada mes el dinero que corresponde a los tenedores de esas concesiones si ni incluso sabe a quien debe acreditar dichos pagos?

Y sin embargo, no es la primera vez que un funcionario calderonista aduce una justificación tan vil para evadir su responsabilidad. En enero, el propio Gómez Mont dedicó varias semanas a "estudiar" si la secretaría a su cargo tenía facultades para intervenir en el caso en que el duopolio televisivo transgredió abiertamente la ley al interrumpir el Súper Bowl para transmitir quince minutos continuos de propaganda electoral.

Si cada vez que se presenta un problema, el funcionario en cuestión debe "estudiar" si tiene facultades y cuál es el alcance de éstas, bien vale preguntar ¿qué hace entonces cobrando jugosos sueldos y comisiones a cuenta de un trabajo que desconoce?

De lo que se trata en realidad es de "rasurar" y acomodar esa relación de concesionarios para que en ella no figuren --como se presupone-- apellidos que revelarían como esas subrogaciones se han hecho de manera irregular y mediante licitaciones simuladas en favor de amigos, parientes y protegidos; es decir, de la high society, o en terminos llanos, de las oligarquías regionales que se reparten los negocios en este país.

En otro acto escenográfico se anunció que la Procuraduría General de la República (PGR) atraerá el caso del asesinato de niños en Sonora. Por el modo y la circunstancia en que se hizo --con Gómez Mont lanzando admoniciones contra el gobernador de Sonora-- ese anuncio parece configurar más bien una amenaza contra Bours, en lo que constituye una muestra más de cómo Calderón utiliza las instituciones para sus venganzas personales.

Ya se sabe el modo faccioso en que la PGR y su titular, Eduardo Medina Mora, suelen fabricar culpables o montar shows televisivos en los que se atrapa a delincuentes ante las cámaras de la televisión convenientemente instaladas previamente en el lugar de los hechos.

Así, la intervención de la PGR será una forma más para seguir enredando el caso, para dejar que el tiempo siga su marcha, para manipular las pruebas hasta que un día salgan a decirnos que pasó tanto tiempo que ya no es posible desentrañar el caso y menos saber qué ocurrió realmente ni quienes fueron los responsables.

Habrá que estar atentos al curso de las indagaciones de la PGR, uno de cuyos primeros pasos deberá ser el citar a declarar a los dueños de la guardería que increíblemente, luego de tres semanas de la tragedia, aún no comparecen ante ninguna autoridad.

Acaso ello se deba a que una de esas dueñas lleva los apellidos Gómez del Campo, los mismos que ostenta Margarita Zavala de Calderón. Veremos.

¡Hasta la próxima!

viernes, 26 de junio de 2009

Televisa: la política como casting

En una rotunda confirmación de cómo Televisa utiliza al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) para obtener posiciones en la próxima legislatura federal, el actor Raúl Araiza --quien junto con Maité Perroni es la cara visible de la campaña electoral de esa agrupación-- ha revelado en una entrevista radiofónica la verdadera razón de su inclusión en los promocionales.

Dijo Araiza a la periodista Manilú Torrado --del programa Tal cual que se transmite de lunes a viernes de 11 a 13 horas por las frecuencias de MVS-- que a él lo eligieron en un casting.

"Dentro de un grupo de actores nos escogieron como nos hubiera escogido Coca-Cola o Marinela, por imagen, no tanto porque yo sea político".

La declaración desnuda sin ambages la forma en que Televisa ha puesto al servicio del Verde el arrastre de sus estrellas jóvenes, pues juventud es el distintivo de que se ufana ese partido. Y como esa empresa utiliza a sus actores como guiñapos obligándolos a mentir públicamente para ganarse su paga.

En efecto, en sendos reportajes masivamente publicitados por Televisa, una de las revistas del consorcio --TV y novelas-- presentó a Araiza y a Perroni, como dos actores cuyas fuertes convicciones políticas los condujeron a participar en el PVEM y mediante entrevistas a modo, explican sus "razones" para apoyar las propuestas del Verde.

Involuntaria y descuidadamente, Araiza ha revelado ahora que en realidad las tales convicciones no existen, que son un montaje más de su empresa, que fueron elegidos en un casting y que a él la política ni le interesa. ¿Así o más claro?

Seguramente la empresa hará pagar a Araiza muy caro su traspié declarativo. Por lo pronto ha quedado claro como Televisa está tratando de construir su propia bancada embozándose tras la fachada de un partido que casi casi resulta un membrete.

El episodio de los anuncios de la citada revista sirvió de paso al monopolio para transgredir una vez más la norma que impide a los partidos contratar pautas publicitarias en radio y televisión.

Tardíamente, cuando ya el mal estaba hecho, el Instituto Federal Electoral pidió retirar tales espots.

¡Hasta la próxima!

Televisa verde

Suelen Televisa y TV Azteca abominar de los partidos políticos. Y sin embargo, utilizan a uno de ellos, el Partido Verde Ecologista (PVEM), como centinela de sus intereses. E indirectamente también existe una vinculación con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el que el Verde va ha establecido una alianza electoral y diríase que programática, pues votan igual lo mismo en el Congreso que en el Instituto Federal Electoral (IFE).

No es que tales empresas carezcan del derecho de velar por sus intereses mediante su participación en determinados partidos, lo criticable es la manera embozada y hasta hipócrita en que lo hacen. En una democracia madura y transparente, todo mundo debería saber cómo se mueven y a través de quien esas empresas de televisión presionan por obtener las ventajas de que gozan en un país que supuestamente prohíbe los monopolios.

Ambas televisoras critican lo que llaman "la partidocracia" para referirse a la forma en que los partidos se han impuesto a la ciudadanía. En realidad su crítica apunta a desprestigiar a quienes, en ocasiones, se han atrevido a legislar en contra de sus intereses políticos y comerciales.

En las próximas elecciones, Televisa y TV Azteca han colocado subrepticiamente a sus alfiles en las listas para diputados plurinominales del Partido Verde. Y lo han hecho en posiciones que aseguran la llegada a la Cámara de Diputados de tales representantes.

Los periodistas Carmen Aristegui y Jenaro Villamil han documentado que por lo menos siete candidatos postulados por ese partido están ligados a los consorcios del Periférico. Casi todos ellos han estado o están al servicio de la oficina del director de asuntos jurídicos de Televisa, Javier Tejada Dondé, quien en 2007 --cuando se reformó la Ley Televisa-- fungía como vicepresidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT), dominada por la televisora.

Veamos:

Lorena Corona Valdés: trabaja en la Dirección de Asuntos Jurídicos de Televisa. Ocupa la posición 2 en la primera circunscripción.

Miguel Orozco Gómez: Figura como suplente de la anterior. Es director jurídico de la CIRT y hermano del actual senador del Verde Ecologista, Javier Orozco, quien era el coordinador de la Comisión de Radio y Televisión que dictaminó la Ley Televisa.

Rodrigo Pérezalonso González: Ocupa la primera posición en la segunda circunscripción. Es representante de Televisa en la Comisión de Regulación de la CIRT.

Roberto García Requena: Funge como suplente del anterior. Fue coordinador ejecutivo de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel). Es el segundo de a bordo en la oficina de Dondé en Televisa.

Juan Gerardo Flores Ramírez: También trabajó en la Cofetel. Es secretario técnico de la Comisión de RTC de la Cámara de Diputados. También colabora en la oficina de Dondé.

Verónica Rocío Tomas Ruiz: Suplente del anterior. Fue asistente de Tejeda Dondé durante ocho años en Televisa.

Mónica García de la Fuente: Lugar 4 de la tercera circunscripción. Ex asesora parlamentaria del partido Nueva Alianza. Trabajó un año en la oficina de Tejeda Dondé.

Adriana Zarur: Lugar 2 de la cuarta circunscripción. Es conductora del canal Proyecto 40 perteneciente a TV Azteca.

Ninfa Clara Salinas Sada: Es la número uno de la cuarta circunscripción. Es nada menos que hija del señor Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca.

Como se ve, el PVEM parece haber cambiado su vocación ecologista por una más ligada con los jugosos negocios de las telecomunicaciones.

Un dato sobresaliente relacionado con la lista anterior y con lo que escribimos el miércoles pasado acerca de los intereses que promueve Alejandro Martí, lo da el hecho de que hasta ahora, los candidatos que más han suscrito el pacto "Mi voto por tú compromiso" sean precisamente los del Partido Verde.

En efecto, la página de la Fundación Martí registra que 63 candidatos "ecologistas" han suscrito ese pacto, contra apenas 16 del PAN, 9 del PRI y uno del PRD, por citar sólo los más grandes.

No es casual. Son, como hemos visto, los candidatos de las televisoras que pugnarán --pues a eso los "compromete" Martí, entre otras cosas-- por anular el artículo 41 constitucional, ese que prohibe a los particulares contratar espots en periodos electorales. A eso van, a defender esos intereses. Y por eso los han mandado a firmar alegremente.

Esa cooptación que las televisoras han hecho del partido Verde explica, asimismo, el repentino "interés" que por la política ha surgido entre algunos artistas de Televisa, quienes han puesto todo el peso de su popularidad en tratar de inclinar las simpatías de la gente hacia el PVEM.

Por ello son Maité Perroni --ex RBD-- y Raúl Araiza quienes encabezan la capaña de ese partido y de ahí también el abierto proselitismo que por televisión realizan revistas normalmente apolíticas como TV y Novelas.

Como se ve, las televisoras están moviéndose para hacerse de una robusta representación en el Congreso que les asegure mantener en el limbo o que se legisle ventajosamente para ellas la aún pendiente ley reglamentaria de Radio y Televisión y, paralelamente, ir tomando posiciones para la contienda de 2012 en el que el PVEM seguramente mantendrá su alianza con el PRI para postular a Enrique Peña Nieto. Esa es la apuesta de las televisoras.

¡Hasta la próxima!










miércoles, 24 de junio de 2009

¿A quien sirve Alejandro Martí?

Nadie puede evitar ser solidario con la tragedia que el año pasado enlutó al empresario Alejandro Martí por el secuestro y posterior asesinato de su hijo adolescente.

Lo cuestionable es el uso político que él mismo ha dado o ha permitido que se haga de esa lamentable circunstancia personal. Primero, una multitudinaria marcha contra la inseguridad que luego dio paso a un demagógico y hasta ahora ineficaz Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad.

Luego, el empresario creó la Fundación SOS para agrupar a movimientos civiles y ciudadanos que luchen contra la delincuencia y el crimen organizado.

En la hora actual, Martí creyó encontrar en las próximas elecciones una adecuada ventana de oportunidad para llamar a la ciudadanía a votar sólo por aquellos candidatos que se comprometan por escrito y ante notario público a cumplir una serie de demandas en materia de seguridad y libertades constitucionales, incluidas todas ellas en el llamado Pacto Nacional Ciudadano "Mi voto por tu compromiso".

Los tales compromisos son, en efecto, muy atendibles y nadie podría estar en desacuerdo en, por ejemplo, comprometer a gobernadores, presidentes municipales y delegados a reducir índices de impunidad en delitos como secuestro, extorsión, robo y homicidio.

Y nadie podría negar que es muy pertinente comprometer a diputados federales y locales a votar por iniciativas que permitan la reelección o la reducción de los representantes populares.

El problema con la propuesta de Martí es que, envuelta en demandas que concitan la aprobación general, ha incluido otras que responden claramente a los intereses de las televisoras, a cuyo servicio parece haberse puesto el empresario.

Demandar, por ejemplo, que se reforme el artículo 41 constitucional que según él limita "el derecho de los ciudadanos a expresarse libremente durante los procesos electorales", es una clara concesión al duopolio televisivo.

Con razón, el politólogo José Antonio Crespo ha bautizado las propuestas de Martí como un auténtico Caballo de Troya incrustado dentro del movimiento ciudadano.

Es del dominio público que la redacción de ese artículo, incluido en la Ley Federal de Radio y Televisión reformada en 2007, irritó desde el principio a las televisoras, pues, a la luz de la experiencia de 2006, prohibió a los particulares la contratación de espots para promover o denostar a candidatos a puestos de elección popular.

Es obvio que esa reforma apunta a evitar que los dueños del dinero intervengan de manera inequitativa en la manipulación de la voluntad popular. Es decir, resulta claro que ni usted ni yo, o por lo menos la mayoría de los ciudadanos "de a pie" carecemos de recursos para contratar con Televisa o TV Azteca un paquete --no venden anuncios sueltos-- para promover un candidato.

Los únicos que pueden hacerlo son empresarios o corporaciones afines al establishment que, embozados tras el disfraz de membretes u organizaciones ciudadanas de ocasión, se dedican a denostar a candidatos o movimientos sociales contrarios a sus intereses particulares.

Ese es el "derecho" que defienden las televisoras. No el derecho de los ciudadanos comunes. Pero fiel a sus métodos, disfraza o pretende mimetizar sus propios intereses con los del público en general.

Con legisladores así comprometidos, resulta imaginable la gran presión que se generará sobre los congresos federal y local para obligarlos a emprender una contrarreforma como la que se demanda. A eso se está prestando Martí.

No es casual tampoco que los compromisos propuestos por el dueño de la cadena de tiendas deportivas incluyan solo el funcionamiento efectivo de mecanismos como el plebiscito, el referéndum y la iniciativa popular.

Lo curioso es que excluye de la propuesta legislar sobre una figura verdaderamente efectiva y democrática y que está más acorde con su postulado aquel de "si no pueden, renuncien". Me refiero a la revocación del mandato, el cual permitiría enviar a la cárcel o a su casa a los gobernantes que violen el juramento de "cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen".

El "candor" de Martí no puede ser tal que espere que aquellos servidores públicos corruptos e inútiles renuncien por su voluntad. Por ello resulta por lo menos extraño que haya excluido de sus demandas un mecanismo legal efectivo que daría a la ciudadanía verdaderas armas contra la clase política de que se dicen harta.

Es obvio que empoderar de ese modo al pueblo no está en el interés de esa clase política, ni de las televisoras, ni de los grandes empresarios a cuyo servicio se ha puesto el señor Martí. ¡Qué lamentable manera de lucrar con una tragedia personal!

¡Hasta la próxima!

lunes, 22 de junio de 2009

Enrique Peña Nieto

Enrique Peña Nieto felicitó ayer domingo a los papás del país por la celebración de su día. Lo hizo durante el festival que Televisa transmitió (but of course) desde la Plaza de la Constitución de Toluca. Es decir, su figura y su mensaje tuvieron adecuada difusión nacional, conforme al plan que esa empresa de televisión y el político han firmado para construir su candidatura y hacerlo presidente en 2012.

Las familias que en todo el país sintonizaban a esa hora el canal de las estrellas pudieron registrar el hecho de seguro con la naturalidad y familiaridad de quien ve a Peña Nieto aparecer todos los días en sus pantallas. De eso se trata, de acostumbrarnos a su presencia y hacérnoslo presente en eventos y actos cálidos de alto raiting que le atraigan la simpatía del público.

Lo que ese auditorio seguramente ignora es que todo ello forma parte de una estrategia política diseñada por Televisa y sus empresas satélite mediante un acuerdo firmado en octubrede 2005 para construir y promover la imagen pública de Peña Nieto con miras a convertirlo en el próximo presidente de México.

De acuerdo con el periodista Genaro Villamil --cuyo libro Si yo fuera Presidente empezó a circular este domingo y en el que analiza el fenómeno Peña Nieto a la luz de sus relaciones con Televisa y otros grupos conservadores-- esos contratos, financiados con dinero público son del orden de 3, 500 millones de pesos anuales por concepto de asesoría y compra de tiempo aire.

Las empresas encargadas de tales asesorías son TVPromo, Radar y CreaTV, filiales del consorcio. Con cargo a esos acuerdos el golden boy del priismo renovado aparece mañana, tarde y noche en todos los noticieros de la televisora declarando casi cualquier cosa a propósito de casi cualquier tema igualmente anodino. La idea es tenerlo ahí, metido en los hogares mexicanos, como para que se vayan acostumbrando.

Se trata, como dijimos, de un magno y bien orquestado proyecto que incluye jugosos negocios a partir de ganar la presidencia de la república para un hombre que estaría en manos de uno de los poderes fácticos y sus representantes, entre los que figura de manera prominente Carlos Salinas de Gortari.

Recuérdese como en 2005, el año en que inician los contratos con Peña Nieto, la televisora anunció la presencia de Salinas de Gortari como asesor de Bernardo Gómez y de Emilio Azcárraga Jean. También se registró un cambio significativo en la composiciónde del grupo de accionistas: Roberto Hernández --el banquero que vendió Banamex a Citigroup y al que Hacienda le perdonó los 3, 500 millones de dólares que debió pagar en impuestos por esa operación-- se convirtió en el accionista número dos de Televisa, siendo como es, un salinista del primer círculo.

Se trata, como se ve, de una apuesta política seria de parte de Televisa para controlar la presidencia de este país, mediante una sutil operación que consiste en ir grabando en la mente de los televidentes de manera subrepticia y casi subliminal la figura de un presidente, aun desde antes de las elecciones, por la vía del aparentemente inofensivo espectáculo de la televisión.

Se trata, además, de una forma de burlar la ley electoral y, más grave aún, de anular el voto ciudadano al condicionarlo gradualmente por medio de las angélicas y aparentemente despolitizadas imágenes de Peña Nieto en medio del espectáculo farandulezco.

El proyecto de hacer presidente al joven del copete no ha descuidado ningún flanco, incluido el de la vida personal del candidato. Y en todos esos frentes, es notable la presencia y participación de reconocidas figuras del espectáculo televisivo.

Así, la actriz Lucero, sustituyó a Angélica Rivera "La gaviota", en la promoción de los "logros" del gobernador mexiquense. Ésta última, por su parte, pasó a ocupar el lugar de la novia oficial, tras la muerte en circunstancias aún no aclaradas de la esposa de Peña. Noviazgo que también formaría parte del cálculo y la estrategia política, pues la "agradable pareja" también es promovida a escala nacional ("amor sin espot no es amor").

Todavía más: la recién concluida novela del canal de las estrellas "Mañana es para siempre" tuvo locaciones en comunidades del Estado de México, en cuyo territorio los protagonistas encontraron el "decidido" apoyo del gobierno estatal para organizar ferias regionales de quesos y desarrollar proyectos de atención a comunidades indígenas, que luego fueron utilizadas (como en las viejas escenografías priístas) como figuras de ornato en la boda que rubricó el final feliz de la historia.

(Antes de ese capítulo final se corrió la versión de que Peña Nieto y la Gaviota aparecerían en pantalla como invitados a la boda de los protagonistas, y seguramente así hubiera sido si la versión no hubiera levantado la ola de críticas previas que generó).

En lo que constituye el colmo de esta cínica campaña televisiva en favor de un hombre, la final del premio Mexicanas, mujeres de valor que el consorcio ha promovido intensamente según eso con la idea de impulsar la equidad de género se entregará el próximo miércoles 24 de junio, adivinen dónde, sí, en el Teatro Morelos de la ciudad de Toluca y allí de nuevo veremos a Peña Nieto en difusión nacional.

Otra vez la imagen del gobernador ligada ahora a uno de los temas más políticamente correctos de nuestro tiempo: el respeto y la exaltación de la mujer. El asunto encierra, sin embargo, una terrible paradoja: según datos del Observatorio Nacional del Feminicidio, el Estado de México ha rebasado a Ciudad Juárez en cuanto al número de feminicidios cometidos en ese territorio, particularmente en Chimalhuacán.

Y no obstante, el gobernador que seguramente entregará el premio Mexicanas, mujeres de valor, no ha aclarado esos crímenes y ni siquiera ha ordenado una fiscalía especializada para investigar y resolverlos.

Ese es el tipo de tratamiento de los problemas que le esperan a México con un gobierno dominado por Televisa: un gobierno que atenderá al raiting y los asuntos de oropel mientras detrás del escenario y de las cámaras crecen la impunidad, la corrupción y un país deteriorándose cada día. La operación Presidencia, pues, está en marcha.

¡Hasta la próxima!

sábado, 13 de junio de 2009

Campañas: el PRD


Los "estrategas" contratados por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para la presente campaña electoral resultan anacrónicos. Una antigua conseja recomienda --a quienes tienen necesidad de salir a un escenario a ganar aplausos fáciles-- actuar o con perros o con niños. El PRD eligió lo segundo.

En general, la suya es una campaña anodina, pero acorde con lo que buscan tras el cochinero en que convirtieron su elección interna del año pasado: recuperar una imagen más o menos civilizada que, según ellos, los congraciará con los electores.

Los mandos formales del partido, o lo que queda de él, están en manos de la corriente Nueva Izquierda --los "Chuchos"-- la cual ha decidido colaborar comedidamente con la administración del Presidente al que un sector de ese instituto, y aun de la sociedad, consideran espurio e ilegítimo, en tanto impuesto mediante un fraude electoral.

Ese colaboracionismo --que desde la corriente lopezobradorista e incluso desde Los Pinos es más bien considerado como servilismo, como lo acreditó el episodio de la redada de alcaldes y funcionarios michoacanos-- ha dejado a ese partido en una condición endeble (ante sí mismo, ante el gobierno y ante los electores) que trata de subsanar mediante una campaña pretendidamente "amable".

Las concesiones o claudicaciones a que está dispuesto el PRD no son sólo conceptuales, sino de imagen. Ya desde la precampaña, el emblema del partido --el Sol azteca-- fue alterado con una media elipse que lo iguala con la carita sonriente de la trasnacional que comercializa papas fritas, como una forma de presentar un look más light.

Luego, la que podría considerarse dentro de la estrategia como la campaña "paraguas", nos presentó al presidente formal del partido, Jesús Ortega Martínez, acompañado de la niña Mariana, a la que ya muchos llaman con sorna la "chilindrinita del PRD".

Como si fueran magos de mala categoría, a los publicistas contratados por el partido se les notan desde gayola los hilos de sus trucos. Resulta obvia la intensión de superar la pésima imagen del partido a partir del indudable carisma de la protagonista infantil.

La apuesta está reforzada en el nivel discursivo. El "Así sí, gana la gente" no apunta tanto --como a primera vista parece-- a dar la idea de que se está cercano del interés general, sino a una operación psicológica que consiste en inducir la aceptación en la mente del elector, mediante el empleo de una doble afirmación (Así=de este modo=esto es lo correcto; = aceptación remarcada).

Los antiguos manuales norteamericanos de persuación recomendaban a sus lectores enfrentar cualquier situación conflictiva haciendo decir al oponente "Sí" varias veces antes de llegar al quid del problema. Estas afirmaciones repetidas operarían un cambio positivo en la mente y en la adrenalina del reclamante, hasta relajarlo subconcientemente.

De acuerdo con semejante concepción, el "Sí" actúa como una llave mágica sobre la sinapsis (comunicación) neuronal que predispone de mejor manera el ánimo de la gente para recibir cualquier mensaje. Esa es la apuesta perredista.

Lo malo es que se queda en eso. Al parecer, al PRD de los chuchos no interesa tanto obtener una nutrida fracción parlamentaria, como ser percibido por la ciudadanía como un instituto político "decente" y bien portadito. En su lógica colaboracionista, acaso su cálculo sea que sirven mejor al gobierno de Calderón no haciendo demasiado bulto en la Cámara, para mejor dedicar su campaña sólo a mejorar la imagen de cara a futuras contiendas.

La exclusión del PRD del próximo debate pactado entre el PRI y el PAN, parece confirmar la hipótesis. Ni los propios contendientes reconocen algún peso al actual perredismo que sólo es tratado como comparsa de campaña. Jesús Ortega reclamó tibiamente su derecho a participar, pero tras consumarse la exclusión quedó desactivado, como resignado al triste papel de administrador de un cascarón.

Se trata, en fin, de una campaña indigna de un partido que se pretende de izquierda. Sus propuestas, más que plantear verdaderos cambios estructurales que modifiquen el estado de cosas prevaleciente, son acomodaticias a lo que ya existe. Véase, al efecto, este ejemplo:

Ante la falta de empleos, Jesús Ortega propone --¡¡hágame usted el desempleado favor!!-- aumentar la cobertura del seguro de desempleo. O sea, en lugar de apuntar al objetivo de trabajar en políticas que permitan generar puestos de trabajo bien remunerados, este lidercillo se limita a proponer paliativos.

Como si el desempleo fuera una fatalidad ante la cual no quedara más que aguantarse y buscarle atenuantes para que la olla del conflicto social no estalle. Ese es el verdadero talante del Presidente del PRD, un hombre políticamente limitadísimo, y del propio partido cooptado desde hace un rato por quienes mandan hoy en el país y reducido casi a nada.

De ahí la pobreza y el anacronismo conceptual de la tal campaña. De ahí tambien su pobre credibilidad.

¡Hasta la próxima!

lunes, 8 de junio de 2009

Cadena de horrores

A Osvaldo, por tus
maravillosos 15

Es difícil saber si en esta hora de terrible dolor, los padres de los 43 niños fallecidos a causa del incendio ocurrido el viernes 5 en una guardería de Hermosillo, Sonora, se enteraron y se sintieron más reconfortados al escuchar al salvador de la humanidad (Claro, don Felipe Calderón) instruir para que se investigue la tragedia --sí, adivinó usted-- "hasta sus últimas consecuencias".

Así fuera por un mínimo pudor, nuestros gobernantes ya debieran abandonar esa frase tan desafortunada y ominosa. En este país las autoridades se pasan la mitad del tiempo investigando "hasta sus últimas consecuencias" tragedias que no hubieran ocurrido si invirtieran la otra mitad en simplemente hacer su trabajo.

Independientemente de las historias de corrupción infaltables siempre en casos como éste (el dueño que pagó al inspector para que aprobara el funcionamiento del local sin contar con las especificaciones requeridas, el dinero que el inspector compartió con el supervisor para que firmara el informe, los funcionarios del gobierno local que casualmente obtuvieron la concesión del IMSS, etcétera), lo verdaderamente central es cómo el gobierno ha abdicado de sus responsabilidades respecto de la salud de la población.

Lo mismo si se trata de los fondos de pensión --entregados a las administradoras privadas que con el jineteo de esos recursos obtienen más ganancias que los propios trabajadores-- que de la medicina barata con programas demagógicos como el Seguro Popular, esta administración y las anteriores han dado prioridad a la ganancia por sobre la atención a la persona humana.

Entre 200 y 2007, las administraciones panistas han entregado la operación de guarderías a los particulares en cantidades que dejan ver claramente el desinterés gubernamental por la seguridad social no sólo de los trabajadores sino de sus familias.

En ese periodo el número de guarderías del IMSS a cargo de particulares pasó de 757 a 1, 526 en tanto que las administradas por el propio IMSS siguen siendo 142 desde el principio de esta década.

En ese esquema del retiro del Estado de sus obligaciones asistenciales, para beneficiar el negocio de los particulares es donde se sitúa la actual tragedia y las que vendrán. El sistema de subrogación adoptado por el IMSS para deshacerse de una función que es su responsabilidad, es un sistema que favorece la corrupción y en el que los fines de lucro están muy por encima de la calidad en el servicio.

Con la idea rectora de abatir costos y maximizar las ganancias, los particulares que reciben esa especie de concesión se dedican a prestar un servicio en condiciones inadecuadas --como ha sido documentado en este caso-- con la complacencia, falta de supervisión y corrupción de la autoridad supuestamente encargada de regular estos servicios una vez entregados a los particulaes.

Estamos, qué duda cabe, ante otra manifestación de un Estado fallido por su incapacidad de garantizar la seguridad de la población, especialmente de un sector tan vulnerable, como el infantil.

Así que la cara de circunstancia con la que aparece el señor Calderón en las fotos durante su visita a hospitales donde convalecen aún niños al filo de la muerte por la intoxicación y las quemaduras, no deja de ser una pose. (por cierto, no se sabe que haya visitado a las familias que perdieron a sus hijos).

También resulta una impostura su instrucción de que se investigue "hasta sus últimas consecuencias", como si éstas no llegaran a Los Pinos y a las políticas de desatención social que desde allí se diseñan.

Con nuestras condolencias a las familias de los niños fallecidos

sábado, 6 de junio de 2009

Finsemanario/3

Un homenaje a esta formidable pareja cinematográfica (Bergman-Bogard) en la más acabada de sus interpretaciones: Casablanca

viernes, 5 de junio de 2009

Y...¿dónde está el dinero?

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló ayer que el gobierno --o de lo que se trate-- del señor Felipe Calderón no ejerció 120 mil millones de pesos del gasto público correspondientes al presupuesto de 2007, primer año de esa administración.

No se trata de encomiables ahorros, como algún lector pudiera pensar, sino de una violación a la Ley del Presupuesto de Egresos de la Federación, pues tales recursos dejaron de invertirse en áreas tan prioritarias como seguridad pública, desarrollo social e infraestructura.

En vez de eso se desviaron a fideicomisos, fondos, mandatos de la Federación y contratos, instrumentos que impiden conocer el destino y uso que se dio a ese dinero y menos exigir su devolución.

El Pliego de Observaciones a la Cuenta Pública 2007 --entregado ayer por el auditor superior de la Federación, Arturo González de Aragón, al presidente de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados-- documenta 28 transferencias multimillonarías "a distintos fideicomisos que no nos han explicado".

"Esta manera de transferir recursos es una forma de evitar el cumplimiento de las normas en materia de ejercicio del gasto público, señaló el auditor.

Aparte la transgresión legal en que incurre el gobierno, se coloca en una situación sospechosa, puesto que los recursos transferidos a esos fideicomisos quedan fuera de la supervisión y pueden ejercerse con una muy alta discresionalidad. Es decir, pueden gastarse en lo que sea o incluso ir a parar a la cuenta personal de alguien.

Porque ¿con qué propósito se transfieren recursos no gastados a instrumentos que no están sujetos a ningún tipo de fiscalización?

El "sospechosismo" se incrementa cuando se advierte la forma en que esos recursos se hacen pasar como ya ejercidos. Aquí el mecanismo explicado por la ASF:

"Se expiden cuentas por liquidar certificadas para dar por gastados los recursos, cuando lo único que están haciendo es realizar una transferencia de un renglón presupuestal al patrimonio de los fideicomisos, fondos, mandatos y contratos análogos..."

En esta quincena de junio vence el plazo de 45 días que tuvo el gobierno, a partir de que conoció estas observaciones, para explicar el uso que dio a ese dinero.

Este tipo de transferencias no es nueva. En un artículo anterior (Impuestos), Contadero señaló que en distintos fondos y fideicomisos, el gobierno federal tiene 376 mil millones de pesos, sobre los que existe una gran opacidad, pues no se ha informado para qué son.

Recordábamos entonces (25 de mayo) que con esa cantidad se podía resarcir el "boquete" presupuestal de 300 mil millones de pesos que faltarán este año al gobierno como resultado de lo que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, calificó como una "caída" en la recaudación.

De modo que en esos fondos y fideicomisos --ahora se sabe que son alimentados con lo que se desvía del presupuesto-- existen suficientes recursos para tapar boquetes sin recurrir al fácil expediente de incrementar los impuestos a los ciudadanos. Veremos.

¡Hasta la próxima!

jueves, 4 de junio de 2009

Campañas: El PAN

Hábilmente --porque sabe que en casi todos los demás frentes sus resultados son deficitarios o francamente regresivos-- el Partido Acción Nacional (PAN) ha centrado su campaña electoral, de cara a los comicios federales del 5 de julio, en destacar el combate al narcotráfico.


A despecho de la economía --donde un pésimo cálculo inicial acerca de las proporciones de la crisis tiene al país sumido en el desempleo y en la parálisis del aparato productivo-- el gobierno panista del señor Felipe Calderón ha hecho de esa guerra su bandera de gobierno. En ese nicho es donde más cómodo parece sentirse. Casi no hay acto público en el que no se refiera a la lucha contra el trasiego de estupefacientes y las bandas que lo organizan.


Ha logrado posicionar el tema del narcotráfico como el principal en el imaginario colectivo, y a ello se juega todas sus cartas, como lo muestra el hecho de haber diseñado la campaña electoral de su partido con ese asunto como eje rector.


No es un mal cálculo. Como se trata de una acción bien valorada socialmente, por la amenaza que representa el narcotráfico en términos de violencia, delincuencia y adicciones, su combate le ha ganado al señor Felipe Calderón la simpatía de vastos sectores de la población que ven en él --no a un salvador de la humanidad, como sin rubor recientemente se autoproclamó-- sino a un político empeñado en luchar contra ese flagelo.


La estrategia tiene dos puntas: posicionar a Calderón como el único que le ha entrado a ese toro y por añadidura acusar y desprestigiar a quienes le precedieron de haber permitido que el problema creciera. Así, la figura de Felipe queda realzada por contraste.


El otro aspecto consiste en acusar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), su principal oponente en la contienda, de haberse coludido con narcotraficantes y hacerlo aparecer ante la opinión pública como renuente a apoyar la cruzada del "presidente". En esa lógica, el tricolor es colocado del lado de los enemigos y opuesto a los deseos y mandato de las mayorías.


Lo insólito fue la incapacidad del PRI para desmarcarse de esas acusaciones. Fue, además, paradójico verlo contra las cuerdas víctima de una operación ideológica que el propio partido aplicó por décadas y que consistía en hacerse pasar como la encarnación de los "más altos intereses de la nación".


Pero vengamos de nuevo a la campaña blanquiazul. En el plano discursivo, el mensaje manipula uno de los valores más preciados de una familia: los hijos. El eslogan: "para que la droga no llegue a tus hijos" conquista de inmediato corazones.


No se trata de una guerra para salvar al país, un ente abstracto y lejano en el corazón de la gente. Tampoco se trata de garantizar tu seguridad ("Al cabo que yo, bien o mal, pues ya viví"). No, aquí lo que tenemos es a alguien --el presidente-- luchando por algo más cercano y sagrado para una familia tradicional: "tus hijos". ¿Se puede regatear el apoyo a alguien así?


Montados en esa manipulación sentimental, los espots del PAN hacen parecer que un voto por sus siglas es un voto de apoyo para que el así llamado presidente siga combatiendo al narcotráfico y "que la droga no llegue a tus hijos".


Pero además, esos mensajes incluyen su necesaria dosis de miedo y de coacción para el desprevenido elector. Y en eso es posible advertir la mano del estratega de cabecera de Calderón, el español Antonio Solá.


Se sugiere en la propaganda panista que si no hay votos por el PAN, el combate al narcotráfico se acabaría y, otra vez, tus hijos quedarían desamparados y a merced de quienes distribuyen drogas "hasta en las escuelas".


El uso de figuras públicas populares para transmitir el mensaje, como la taekwandoín Iridia Salazar (que vino como anillo al dedo en eso de exaltar la protección de los hijos por su condición de mujer embarazada) y del luchador El Místico (la metáfora del combate) es un recurso antiguo, pero aún eficaz para influir en audiencias de bajos ingresos y con poca preparación académica, que aún siguen siendo una mayoría redituable y manipulable a la hora de hacerlos ir a votar.


La estrategia ha sido aderezada con golpes mediáticos sobre el mismo asunto, como los operativos en Michoacán y Nuevo León, que consisten en hacer ver a la población que ahora se atacará la impunidad de quienes desde los gobiernos han sido comprados por el narco.


Se trata de reiterar y hacer creer que en ese tema el gobierno irá a fondo. No se sabe si los detenidos saldrán pasadas las elecciones por falta de pruebas, pero en tal caso lo harán uno a uno y sin los reflectores ni la espectacularidad con que fueron detenidos. Para entonces el efecto buscado --impresionar al respetable-- se habrá cumplido cabalmente.


Saben los estrategas gubernamentales que, como escribió Juan José Arreola, "el público, inocente por naturaleza, no se da cuenta de nada y pierde los pormenores que saltan a la vista del observador destacado...se atiene simplemente a los resultados y, cuando se le da gusto, no escatima su aplauso".


Más aún, ese público, en la metáfora de Arreola, "paga por ver una pulga vestida; y no tanto por la belleza del traje, sino por el trabajo que ha costado ponérselo".


Lo que llama la atención en la propaganda panista no son los recursos que utiliza para manipular al electorado, sino su focalización. No hay un solo anuncio que aluda a algún compromiso con otros problemas que afronta el país y que lo tienen caracterizado como una sociedad atrasada: economía en recesión, desempleo, corrupción, impunidad, salud, alimentación, campo, ciencia y tecnología, educación, corporativismo, oligarquías y monopolios.


Todo es una y la misma cosa: narcotráfico. Lo demás desapareció del horizonte nacional. La presidencia convertida en barandilla de MP. No hay nada más qué ofrecer.


Es cierto que en una campaña política de lo que se trata es de atraerse los más votos posibles. De inducir en mi favor la preferencia del electorado, mediante el uso de recursos de diversa índole. No es eso lo que se critica aquí. Lo cuestionable es la abierta manipulación que se hace del interés de la gente.


Es decir, en realidad lo que está en juego en estas elecciones no es la continuidad o no de la lucha contra el narcotráfico (por cierto, las demás modalidades del crimen organizado no son importunadas y gozan de cabal salud).


Lo que Calderón necesita es una mayoría en el Congreso que le permita imponer a su modo, las reformas que faltan al proyecto de la derecha: la fiscal y la laboral. Una mayoría que le ayude a emprender todas las modificaciones constitucionales, incluso aquellas que estén contra del interés de las mayorías, todo sin tener que negociar con las otras fuerzas políticas.


Eso es lo que está detrás de una campaña que pone por delante el miedo y la amenaza, como sus principales recursos para llevar a las urnas, como en 2006, a un electorado coaccionado de antemano por el temor.


¡Hasta la próxima!









miércoles, 3 de junio de 2009

Pobreza y manipulación

Aunque es una verdad de Perogrullo, vale la pena recordarla: Una sociedad o una persona menos preparada es más fácil de manipular, es decir, de engañar o asustar con trampas.

Por extensión, la manipulación electoral es posible sólo en función del atraso político de la población.

En cada periodo de elecciones es común escuchar en México a los partidos acusarse mutuamente o atribuir al gobierno en turno el uso electoral (ilegal) de los programas sociales o de las principales políticas públicas.

Esa tentación de manipular no es, sin embargo, privativa de México. Pero tiene mayor o menor eficacia en tanto se trate de practicar en una democracia madura o en una como la nuestra, acotada por la corrupción, la impunidad y la falta de preparación e información de amplios sectores de la población.

En suma, lo que nuestros políticos quieren evitar al excluir la participación del gobierno de las elecciones --lo que en muchas partes del mundo es perfectamente legal-- es que se manipule a las masas empobrecidas e impreparadas que, paradójicamente, suelen ser las más conservadoras.

No es que los partidos de oposición no busquen esa misma manipulación para atraerse votos, lo que pretenden impedir es la ventaja que otorga al gobierno el hecho de ser identificado como el dador de las dádivas convertidas en programas sociales, y que las simpatías así ganadas le signifiquen votos a su partido.

En una sociedad con suficiente preparación y desarrollo político eso no ocurriría. La gente dispondría de información y del criterio suficiente para evaluar a sus políticos y tendría claro que los recursos que un gobierno invierte en paliar la pobreza son públicos, producto del trabajo de toda la sociedad (otra perogrullada).

Pero ese no es el caso de México. Aunque no lo parezca, aquí mucha gente sigue creyendo que los subsidios que recibe se deben a la buena voluntad del gobernante y que si éste no es apoyado en las elecciones, esas ayudas desaparecerán.

En la manipulación de esas creencias se basa la impugnada propaganda electoral del Partido Acción Nacional (PAN).

Los partidos y el gobierno tienen bien estudiada la sociedad. Saben qué resortes activar para lograr una conducta más o menos deseada. También saben que entre las masas de este país la figura presidencial conserva el halo de poder que adquirió durante el sistema de partido único y que lo convierte en una figura a la que hay que seguir y obedecer.

De ahí que se considere una ventaja indebida el convertir la elección en un referéndum de apoyo al presidente, particularmente en el reducido ámbito de la lucha contra el narco, como pretende la estrategia panista, cuando se sabe que el país no es sólo eso y en cambio enfrenta escenarios muy críticos en otros temas, como el económico.

No lo reconocen, porque se ganarían una rechifla, pero en el fondo los políticos saben que esta es una sociedad políticamente atrasada, así que tratan de evitar que unos y otros saquen provecho de esa circunstancia y la capitalicen en su favor.

Lo malo que ese atraso social es el factor que marca el tono tramposo, pobre y manipulador de las campañas electorales que padecemos. Hasta podría decirse que los espots y el deplorable espectáculo que se ofrece no van sino dirigido a los estratos más pobres, pues de acuerdo con encuestas, como la de la revista Nexos (febrero, 2009), la población menos crítica es la de un nivel socioeconómico más bajo.

¡Hasta la próxima!

lunes, 1 de junio de 2009

Bono demográfico, oportunidad fallida

"En el largo plazo todos estaremos muertos" suele decirse --citando a John Maynard Keynes-- para apremiar a que algo se haga hoy que se requiere y no para cuando quizá ya ni sea necesario.

En la vida de un país, sin embargo, el largo plazo existe, y lo que se haga o se omita hoy afectará indefectiblemente ese horizonte.

Lo anterior viene a cuento porque si no se actúa con urgencia para atender las causas estructurales de las pavorosas estadísticas de desempleo que conocemos a diario, la ironía keynesiana podría ser una realidad para este país al cabo de unos años.

A diferencia de nuestros políticos, tomemos distancia de la coyuntura para otear el futuro. Podría entonces decirse que los mexicanos de esta época estamos a punto de ser testigos --o cómplices, según se quiera ver-- de una nueva oportunidad perdida para el país.

Esa oportunidad es el cambio en la estructura de edad de la población (menos nacimientos y mayor esperanza de vida), en el cual ya nos encontramos y no estamos preparados para aprovechar sus ventajas.

Ese cambio, conocido como bono demográfico, ocurre cuando la mayoría de la población se encuentra en edad de trabajar y una porción menor es dependiente, es decir, hay menos niños y ancianos a quienes mantener.

Con más gente productiva es posible generar mayor riqueza, pues al haber pocas personas en edad escolar o en retiro, la presión sobre los gastos en educación y salud también se reduce y se elevan las posibilidades de ahorro e inversión.

Como puede verse, se trata de un factor clave para el crecimiento y desarrollo económico sostenido. El economista Miguel Székely (Este país, número 181, abril 2006, p. 29) ha señalado que el sudeste asiático --Hong Kong, Corea del Sur, Taiwán y Singapur-- fue la región que mayor crecimiento económico generó durante la segunda mitad del siglo XX.

Pues bien, se ha atribuido al bono demográfico entre 15 y 40 por ciento del crecimiento económico observado entre 1965 y 1990 para esa región. El investigador señala que al parecer esas naciones ya han materializado su oportunidad demográfica, pues su tasa de ahorro interno en el año 2000 era de 28 por ciento, prácticamente el doble del 15 por ciento registrado en México ese año.

Nuestro país, sin embargo, parece encaminarse a desperdiciar esa oportunidad histórica, pues para capitalizarla en su favor necesitaría cumplir dos condiciones: brindar educación de calidad y generar las oportunidades de empleo para atender a los jóvenes que se incorporan a la población económicamente activa (PEA). Aquí esas condiciones no existen.

Aunque suene a lugar común, puede decirse que "el futuro ya nos alcanzó", pues entre 1950 y 2000 la población entre 0 y 14 años (población dependiente) representó más de 45 por ciento del total. Pero debido a la menor tasa de crecimiento poblacional desde los años 70 del siglo pasado, este grupo se ha ido reduciendo gradualmente y la población en edad de trabajar se ha incrementado.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), 65.5 por ciento de la población actual está en edad laboral (15-64 años); 28.7 por ciento tiene entre 0 y 14 años, y sólo 5.8 por ciento (unas seis millones de personas son adultos de 65 años o más).

Según la misma fuente, en 2008 había 45 menores de 15 años y 8.6 individuos mayores de 64 por cada 100 personas en edad laboral, lo que representa una razón de dependencia de 53.7. El Conapo estima que esa razón de dependencia disminuirá aún más hasta alcanzar su mínimo en el año 2020, con un valor de 45 dependientes por cada 100 individuos en edad laboral.

Es decir, dentro de sólo 11 años estaremos viviendo el apogeo del bono demográfico y, sin embargo, no se están generando las oportunidades de empleo que toda esa gente va a requerir.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que desde 2006 --año en que se impuso en Los Pinos el autodenominado "presidente del empleo"-- ningún joven de los que se incorporaron a la PEA encontró trabajo ni en el sector formal o informal de la economía.

Y lo anterior no es sólo atribuible a la crisis "que nos vino de fuera". Durante el gobierno de Vicente Fox, con los mayores excedentes petroleros de que haya dispuesto el país para reactivar la economía, la desocupación se incrementó de 915 mil 418 personas a un millón 600 mil 891. Es decir, un crecimiento de 74.8 por ciento en seis años.

En 28 meses de Felipe Calderón el número de personas desocupadas creció en 799 mil 109 hasta afectar a los actuales 2 millones 400 mil, o sea, 49.91 por ciento más respecto de 2006.

El asunto es grave porque después del periodo de bono demográfico lo que se prevé, como es natural, es un repunte en la dependencia poblacional del lado de las personas de la tercera edad.

El estudio del Conapo, La situación demográfica Nacional 2008, señala que a partir de 2012 el número de adolescentes comenzará a disminuir de manera constante, mientras que la población entre 20 y 24 años comenzará a descender a partir del año 2015, aproximadamente. En contraparte, en 2012 se estima que 6.3 por ciento de la población (6.9 millones de individuos) tendrá al menos 65 años de edad.

Se calcula, además, que el envejecimiento de la población mexicana está a la vuelta de sólo 25 años, pues se consolidará en 2035, cuando la población en edad avanzada supere a la infantil. Así que desaprovechar el bono demográfico no sólo implicará dejar sin empleo a quienes lo soliciten cuando sean jóvenes sino que luego no habrá riqueza para atenderlos cuando sean viejos.

En un escenario como ese habrá mucha presión sobre los sistemas de pensiones, además de que, debido a la precariedad del trabajo, la mayoría habrá trabajado en el sector informal por lo que llegará a la edad del retiro sin una pensión que le asegure un ingreso.

Actualmente, con una población ocupada de 43 millones 255 mil 217 personas, sólo 15 millones 931 mil 880 (37 por ciento del total) tiene acceso a la seguridad social, según registros del INEGI. El resto --27 millones 323 mil 737 trabajadores-- carece de esa prestación.

El panorama no es muy halagüeño, pues los propios documentos oficiales revelan que será difícil crear las condiciones para que la economía mexicana sea capaz de generar los empleos necesarios en los próximos años.

El estudio Proyecciones de la Población Económicamente Activa de México y las entidades federativas 2005-2050, elaborado para el Conapo por Virgilio Partida Bush, admite que "Mientras se espera que la demanda de empleos continúe creciendo en el futuro, no se vislumbra aún el momento en que se revierta el relativo estancamiento del aparato productivo de México y un crecimiento económico sostenido haga plausible el equilibrio entre oferta y demanda de puestos de trabajo".

El documento asienta que la "ventana de oportunidad" llamada bono o dividendo demográfico permanecerá abierta transitoriamente en México, por primera y única vez de 2012 a 2033.

Pero también señala que, de acuerdo con escenarios de prospectiva económica, se requeriría de una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) constante de 4.6 por ciento entre el año 2000 y 2030, para que el número de empleos formales, productivos, bien remunerados y con prestaciones pueda absorber casi 85 por ciento de la PEA en 2030.

Calcule el lector la posibilidad de que eso ocurra cuando en un periodo casi similar (1981-2006) el PIB creció en promedio sólo 2.6 por ciento.

Del lado de la educación --el otro gran factor del bono-- las cosas no están mejor. El rector de la UNAM, José Narro Robles, expuso la semana pasada que 7.5 millones de jóvenes entre 12 y 25 años no estudia ni trabaja; 10 millones de mexicanos carecen de estudios de primaria, 17 millones
no tienen la secundaria concluida y sólo uno de cuatro jóvenes tiene oportunidad de estudiar.

A mayor abundamiento, el director del Instituto Politécnico Nacional, Enrique Villa, estableció que de cada 100 niños que inician la primaria, sólo 13 llegan al nivel de licenciatura.

Tal es la magnitud del problema que enfrentará México en los próximos años y que incluso amenaza con poner en duda su viabilidad como país (un Estado fallido). Con ese telón de fondo, nuestra clase política sigue jugando a las guerritas contra el narcotráfico y entreteniéndose en campañitas sucias.

¡Hasta la próxima!