jueves, 7 de mayo de 2009

Paisaje después de la pandemia


I La OMS

Una vez atenuado el momento de la emergencia sanitaria causada por la cepa A/H1N1 del virus de influenza humana, queda la duda si la Organización Mundial de la Salud (OMS) no incurre en una especie de catastrofismo al no diferenciar claramente entre la capacidad de transmisión de una enfermedad (pandemia) y su gravedad.

Si bien los medios de comunicación contribuyen a ello, el hecho es que la mayoría de la gente cree que una pandemia es un masivo ataque de virus contra el cual no hay defensa y que por ello matará a millones de personas alrededor del mundo.

El que una enfermedad mate a mucha gente no la hace una pandemia. El Síndrome Respiratorio Agudo (SARS) y el H5N1 de la gripe aviar causaron más defunciones que el actual, pero nunca superaron el nivel 3 de alerta de la OMS.

El término sólo se refiere a la facilidad con que un virus se transmite de una persona a otra, lo cual implica que el contagio se traspase de un país a otro, y que pueda extenderse incluso a todo el mundo, de ahí su etimología: Pan (todo) Demos (pueblo).

Aún más, se trata sólo de una alerta sobre la posibilidad de contagios masivos, ni siquiera significa que al declararse una pandemia ya sea un hecho que millones de personas de todo el mundo estén enfermas.

En el caso de la influenza humana, el último corte emitido ayer miércoles por la OMS indica que se han confirmado 1, 893 contagios en un mundo que tiene seis mil millones de habitantes. Véase la desproporción. De ahí la necesidad de que la OMS revise o aclare de mejor forma sus criterios y nomenclaturas, de modo que pueda evitarse pánico innecesario, que luego sea utilizado para la manipulación política de las masas.

II Las dudas

Se dijo siempre que se trataba de un virus nuevo y por ello más contagioso debido a que el sistema inmunológico no tendría defensas contra él.

Y sin embargo, por lo menos dos investigadores han formulado declaraciones de las que se desprende que si bien la cepa de la influenza humana es diferente a otras de su tipo, no es completamente nueva, como se ha insistido y en lo que se basó el pánico que afectó primeramente a nuestros funcionarios.

Este dato resulta capital porque explicaría el hecho de que el virus no haya sido tan letal.

Ralph Tripp, un experto en influenza de la Universidad de Georgia, dijo a la revista Times que de acuerdo con sus primeros análisis, la gente expuesta a la pandemia de 1957 --la cual mató a más de dos millones de personas en el mundo-- habría desarrollado alguna inmunidad a la nueva cepa.

De acuerdo con el científico, ello explicaría por qué las personas de mayor edad no fueron afectadas en México.

John Oxford, un virólogo británico, señaló que desde 1978 hemos estado expuestos a otros miembros de la familia de este mismo virus, por lo que los humanos tendríamos una cierta memoria inmunitaria contra este agente, a diferencia de lo que ocurrió con el virus de la gripe aviar, ese sí completamente nuevo para el organismo y por ello más mortal.

III La manipulación

Adelantamos aquí, al inicio de la emergencia sanitaria (Influenza y credibilidad), que el gobierno intentaría aprovechar el impulso que ésta le daría para, una vez superada, proyectarlo a la campaña electoral panista bajo el viejo, pero redituable expediente de la unidad que nos habría permitido superar el trance. Ya empezaron a hacerlo. Así de previsibles son los blanquiazules.

Por cierto, ninguna voz en el gobierno ha respondido a la revelación de Reporte Índigo, de que en la Agenda Nacional de Riesgos 2008-20012 estaba prevista la aparición de una pandemia por influenza, atribuible a la siempre esperable mutación de los virus que la provocan.

También se sabe que el anterior secretario de salud, Julio Frenk dejó un documento con esa misma previsión. Y sin embargo, llegó la emergencia y el país no estaba preparado. Alguien tendrá que dar cuentas de esto antes que andarse proclamando como salvador de la humanidad.

¡Cómo se han de reir de él en el mundo! en México, desde "endenantes".

¡Hasta la próxima!

lunes, 4 de mayo de 2009

H1N1 en la prensa científica


Investigadores entrevistados por publicaciones científicas coinciden en un punto: están preocupados por la evolución de la cepa viral que causó la influenza A/H1N1. Y advierten: cualquier mutación que se registre en las próximas semanas puede resultar peor.

Por ello en distintos laboratorios del mundo se ha iniciado el estudio de la nueva cepa para tratar de prever su posible evolución y cómo contrarrestar sus efectos.

Los científicos que estudian el virus coinciden en que esta cepa híbrida, al menos en su forma actual, no es tan letal como las que causaron algunas pandemias previas. Incluso podría no hacer más daño que el brote de influenza que ocurre cada invierno sin tanta fanfarria.

Sin embargo no se confían. Tienen en cuenta la experiencia de la gripe española de 1918 que mató al menos a 50 millones de personas. En ese caso, el relativamente leve primer brote de influenza fue seguido varios meses después por una onda más agresiva y letal.

El virólogo Kennedy Shortridge, profesor emérito de la Universidad de Hong Kong advirtió al sitio Science que entre más se extienda el virus más oportunidad tendrá de mezclarse con otros virus de influenza actualmente en circulación, lo cual puede convertirlo en algo más letal. Las posibilidades de mutaciones son considerables y preocupantes, dijo.

Agregó que hay cepas humanas de H1N1 en circulación que son resistentes al Tamiflu, el fármaco elegido para tratar la enfermedad en humanos. Conjetura que el intercambio de uno o dos genes entre estos virus podría convertirlo en más patogénico o incrementar su capacidad de contagio de persona a persona.

Como precaución sugiere secuenciar muchas muestras virales tan rápido como sea posible para analizar cualquier cambio revelador en el virus.

Wendy Barclay, profesora de virología de la influenza en el Colegio Imperial de Londres, Gran Bretaña, dijo a NewScientist (Expert analysis: mexican swine flu- the story so far) que los análisis del genoma viral indican que no contiene ninguno de los determinantes genéticos asociados con la alta virulencia de cepas de influenza como la H5N1.

Sin embargo, el virus podría estar esperando cambiar en los próximos meses para adaptarse a su nuevo hospedero (el hombre). Si persiste hasta la siguiente temporada de influenza o llega al hemisferio sur donde la época de influenza está iniciando, deberemos estar pendiente de más eventos de recombinación entre este virus y las cepas de influencia que actualmente circulan en los seres humanos, como la H3N2 y la H1N1.

Las consecuencias biológicas de tales cambios son impredecibles, pero por muchas razones la segunda onda de este virus puede no seguir las características de la primera, aseveró la experta.

En otro artículo de NewScientist (Multi-drug strategy could slow pandemic spread) Rachel Nowak reporta que según un estudio la forma en que cada país utilice los fármacos contra la influenza puede ser clave para determinar el tamaño de la pandemia que surja del actual virus H1N1.

Tal es la conclusión de un modelo matemático de transmisión de influenza diseñado por un equipo internacional de investigadores. El estudio también sugiere que los países (atención México) que tengan en reserva sólo uno de los dos fármacos comúnmente usados para combatir la influenza pueden tener problemas para controlar una pandemia mayor.

"Si puedes retrasar el uso de tu principal fármaco hasta que el número acumulado de casos alcance un número suficientemente alto, reduces la capacidad de resistencia (del virus) y el número de casos finales", dijo Joseph Wu, miembro del equipo e investigador de la Universidad de Hong Kong.

"La clave es asegurar que el foco de población tenga buen control del antiviral. Entonces todos los países resultarán beneficiados. Si el foco pierde el control, entonces esta estrategia no funcionará", dijo.

Comúnmente son almacenados dos antivirales contra una pandemia de influenza: oseltamivir, el cual es vendido como Tamiflu y zanamivir, comercializado como Relenza. Ambos funcionan inhibiendo una enzima llamada neuraminidasa que el virus necesita para replicarse o proliferar.

Pero estos antivirales actúan sobre diferentes partes de la enzima y la resistencia a una droga, no confiere resistencia a la otra. La cepa mexicana H1N1 es actualmente sensible a ambas drogas, pero nadie sabe cuanto tiempo durará eso.

El equipo realizó el estudio después de notar que muchos países almacenan sólo una droga, usualmente oseltamivir, aunque hay excepciones como Australia e Inglaterra que almacenan ambos fármacos.

Los virus son notorios por su habilidad para desarrollar resistencia a drogas. El año pasado, una cepa de influenza H1N1 causante de influenza estacional, desarrolló rápidamente resistenacia al oseltamivir. "Cerca del 100 por ciento de H1N1 en Australia, Estados Unidos y muchas partes del mundo fueron resistentes al Tamiflu", djo Rayna MacIntyre, un experto en enfermedades infecciosas, de la Universidad de New South Wales, en Sydney, Australia.

Para determinar si inicialmente tratando pacientes con una pequeña reserva de un antiviral secundario puede retrasar el surgimiento de la resistencia por parte del virus, el equipo de Wu corrió un modelo matemático de brote de influenza en una población teórica de 6.8 millones de personas, el tamaño de Hong Kong.

En el modelo, o bien los doctores prescriben cualquiera de los dos medicamentos, ambos combinados o uno solo. En las dos estrategias que utilizaron más de una droga decreció el número de casos de personas que finalmente resultaron infectadas, de 68 a 58 por ciento. También se redujo la posibilidad del virus de desarrollar resistencia, de 38 a sólo dos por ciento, lo cual podría traducirse en un significativo número de vidas salvadas, dijo Wu.

BBC Online reporta que análisis preliminares del virus reportan que "es una cepa bastante suave". Los científicos dicen que se requieren más mutaciones para causar muertes masivas, pero la futura evolución del virus resulta desconocida.

Conjeturas preliminares han encontrado que el H1N1 se adhiere al tracto respiratorio superior, diseminándose fácilmente mediante la tos y los estornudos, pero causando sólo una infección suave, a diferencia de la gripe aviar H5N1 que se adhiere a mayor profundidad en los pulmones y provoca enfermedades más severas.

Hasta aquí el repaso de lo que se escribe en el mundo acerca de este virus. Seguiremos.

sábado, 2 de mayo de 2009

Influenza y atraso científico


El brote de influenza A/H1N1 (nombre adoptado por la Organización Mundial de la Salud) que afecta a México, mostró de manera dramática el atraso científico en que los gobernantes mantienen a este país.

Debieron transcurrir casi cinco días --desde que se emitió la alerta epidemiológica el 23 de abril-- para que el sector salud estuviera en condiciones de realizar los primeros análisis moleculares que confirmaran que los casos reportados correspondían a la nueva y preocupante cepa H1N1. Eso debido a la carencia de laboratorios de alta tecnología.

Entre balbuceos, el secretario de Salud, José Ángel Córdova tuvo que aceptar el miércoles esa realidad ante un panel de televisión que lo cuestionó al respecto.

Esa inadmisible incapacidad tecnológica originó la danza de las cifras en que se enredaron las autoridades y cuya confusión hizo crecer la incertidumbre y el miedo iniciales.

Si el virus hubiera sido más letal, su expansión en México hubiera sido exponencial en cuestión de horas, sin que las autoridades tuvieran forma de saber en qué casos aplicar los reducidos tratamientos de que disponen.

Afortunadamente, el virólogo británico John Oxford aseguró ayer a la AFP que hemos estado expuestos a otros miembros de la familia H1N1 desde 1978, por lo que existe la posibilidad de una cierta memoria inmunitaria contra este agente entre los humanos, al contrario de lo que ocurrió con el virus de la gripe aviar (H5N1), totalmente nuevo para el organismo y por eso más letal.

A propósito de tratamientos, nuestro subdesarrollo también se manifiesta crudamente en este renglón. De acuerdo con un reporte de la agencia AP, México tendría dosis del antiviral Tamiflu únicamente para atender a 1.3 por ciento de la población, lo cual sería insuficiente si la pandemia se extendiera. Causaría, además, problemas políticos porque alguien tendría que determinar quien tiene o no acceso a los fármacos.

Tampoco tenemos capacidad para producir vacunas. Los institutos nacionales de Higiene y Virología, fundados en 1956 y 1960 respectivamente producían 90 por ciento de las que se necesitaban en el país. Pero ¿qué creen? Fueron desmantelados.

El proceso concluyó en 1999 cuando el presidente Ernesto Zedillo, con los estrechos criterios tecnocráticos que sólo ven la utilidad económica inmediata y que aun hoy siguen vigentes, los redujo a dos áreas de una paraestatal llamada Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México, S.A. de C.V. (Birmex), entidad que produce sólo dos de las 12 vacunas, que incluye el actual esquema básico de vacunación.

Decisiones como esa explican la condición dependiente y subordinada de Méxio. Muestran además el riesgo y la indefensión en que se deja a la población, cuando se presenta alguna calamidad inesperada. Durante los sismos de 1985 salieron a relucir cientos de corruptelas y negligencias que pudieron evitar la muerte de miles de mexicanos.

Veinticuatro años después un brote epidémico desnuda lo que ya se sabía y se pedía evitar: el abandono estatal en materia de investigación y desarrollo.

En distintos tonos y foros, la comunidad científica nacional lleva años insistiendo en el carácter estratégico --y ahora se ve que hasta de seguridad nacional-- de la ciencia y la tecnología para el desarrollo del país.

Nada se ha hecho, aparte de discursos, para corregir la falta de inversión y las erráticas políticas públicas en la materia.

En un post anterior (¿Y la ciencia?) mostramos la raquítica inversión en CyT y cómo afecta en el largo plazo el ingreso y la calidad de vida de un país y sus habitantes.

Lo que vivimos hoy es una nueva y palmaria demostración de cómo en México los hombres en el gobierno sólo están dedicados a administrar el poder en tanto fuente de riqueza personal y, si acaso, de grupo.

Carecen de proyectos específicos en áreas estratégicas para el país. No los tienen porque no son estadistas ni hombres de Estado. Se trata de politiquillos de medio pelo, cuyos planes de desarrollo son documentos vacíos y atiborrados de verborrea inútil. Ayunos de sentido, aderezados con estadísticas que envuelven diagnósticos torcidos, que dan lugar a objetivos vagos e imprecisos, que a su vez disfrazan metas que de antemano todos saben incumplibles.

Esa es la realidad de la política en México y cuyo verdadero rostro y carencias quedan expuestos en situaciones como la actual epidemia.

¡Hasta la próxima!

jueves, 30 de abril de 2009

México bajo la influenza








martes, 28 de abril de 2009

Influenza porcina: cinco cosas que debemos saber

La revista Time publicó este lunes en su edición digital este artículo firmado por Brian Walsh:

1. ¿Es esta gripa una pandemia?
El virus de la influenza presenta constantes mutaciones. Eso es por lo que no podemos ser completamente inmunes a la gripa. Existen múltiples cepas de este virus y cambian año con año. Sin embargo, aunque el virus nos hace enfermar, nuestro sistema inmunológico puede reunir suficiente respuesta para que la gripa no resulte fatal para la salud de las personas.

Pero de vez en cuando el virus cambia su estructura genética, tanto que nuestro sistema inmunológico no ofrece ninguna protección (esto usualmente sucede cuando un virus encontrado en animales, como la gripe aviar todavía en circulación por Asia, intercambia genes con otros virus y salta hacia los humanos).

Una pandemia de gripe ocurre cuando emerge un nuevo virus del padecimiento para el cual los humanos tienen poca o ninguna inmunidad y entonces se extiende fácilmente de persona a persona alrededor del mundo. En el siglo 20 tuvimos dos ligeras pandemias de gripe en 1957 y 1968 y la severa pandemia de gripe española en 1918, la cual se estima que mató a 40 o 50 millones de personas en el mundo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene la responsabilidad de declarar cuando una nueva pandemia ha iniciado y para simplificar el proceso ha especificado seis faces.

La fase cuatro (en la que ahora se ha situado a México, Estados Unidos y Canadá) indica que un nuevo virus ha empezado a transmitirse fácilmente de persona a persona y contamina a comunidades enteras. Entonces se puede hablar de que tenemos una pandemia entre manos.

El virus H1N1 de la gripe porcina ya ha sido identificado como un nuevo virus con genes de humanos, de gripe aviar y también de la variedad porcina.

Como los oficiales de salud han enfatizado repetidamente con buenas razones, la situación de la gripe porcina está evolucionando rápidamente y más laboratorios de pruebas son necesarios para determinar exactamente qué es lo que está pasando en México y en otras partes.

2. ¿Qué sucederá si este brote es clasificado como una pandemia?

Al entrar el problema en la fase 4 sería la señal para que las naciones adopten acciones más serias de contención a nivel nacional e internacional. Dado que estas acciones tendrían implicaciones mayores para la economía global, sin mencionar los efectos del temor público que podrían producir, existe la preocupación que la OMS esté considerando aspectos políticos junto con los científicos.

Por supuesto, la declaratoria de pandemia no es una decisión que deba ser adoptada a la ligera. Para la OMS la fase 4 debe detonar un intento por evitar que el virus se extienda iniciando estrictas garantías y cubriendo las áreas afectadas con antivirales. Pero al parecer se ha perdido la oportunidad de contener la enfermedad en sus fuentes, pues el virus está ya cruzando fronteras con facilidad.

"No podemos detener esto en la frontera", dijo Anne Schuchat, la directora interina del Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para la ciencia y la salud pública. "No creemos que podamos detener esto en México si está en muchas comunidades ahora."

Eso dejaría a la OMS y a cada país retroceder al control de daños usando antivirales y viejas maneras de control de infecciones, como cerrar escuelas, limitar las reuniones públicas e incluso restringir los viajes. Pero tales esfuerzos inflingirían serios daños a la ya debilitada economía global. Y la verdad, no se sabe qué tan bien funcionarán estos métodos.

3. ¿Por qué los casos registrados en EUA han sido más leves que los de México?

Esa es una cuestión que tiene perplejos a las autoridades de salud, desde Génova a Washington. En México, la gripe porcina ha causado severas enfermedades respiratorias, e incluso ha matado a gente joven y saludable que normalmente puede restarle importancia a una gripa (lo que alimenta tales precocupaciones es el hecho de que grupos de edades similares murieron en número inusualmente alto durante la pandemia de 1918).

Los casos en EUA han sido leves todavía y probablemente no tendrían mucha atención si los doctores no hubieran empezado a buscar gripe porcina en los días recientes. "Lo que estamos viendo en este país no es tan severo como lo que estamos oyendo acerca de México", dijo el director del CDC, Richard Besser. "Necesitamos entender eso".

Algunas de las diferencias pueden ser debido al hecho de que México ha estado aparentemente luchando contra la gripe porcina durante más semanas que los Estados Unidos. Ahora mismo, sin embargo, la verdadera severidad del virus porcino H1N1 es todavía una cuestión abierta, cuya respuesta podría cambiar con el tiempo.

La pandemia de la gripe española de 1918 empezó con una bastante leve onda de infecciones durante la primavera, pero el virus regresó pocos meses después en una forma mucho más violenta.

Eso podría suceder también con la actual gripe porcina. "Es bastante posible que estos virus evolucionen", dijo Keiji Fukuda, asistente interino del director general para la salud, la seguridad y el ambiente. "Cuando los virus evolucionan, claramente pueden convertirse en más peligrosos para las personas."

4. ¿Qué tan listo están EUA y el mundo para responder a una pandemia de gripe porcina?

De alguna manera el mundo está mejor preparado que nunca antes. Debido a la preocupación sobre el H5N1 de la gripe aviar, la OMS, EUA y todos los países tienen en reserva millones de dosis de antivirales que pueden ayudar a luchar contra la gripe porcina, así como contra otras cepas de influenza. Los EUA tienen preparado un detallado plan diseñado durante la administración Bush. Muchos otros países tienen planes similares.

El SARS y la gripe aviar han dado a las autoridades internacionales de salud una útil práctica para contender contra alguna pandemia. Es posible identificar nuevos virus más rápido que nunca antes y existe tecnología para salvar vidas, como respiradores artificiales y antivirales, que no estaban disponibles en 1918.

"Creo que el mundo está mucho, pero mucho más preparado que nunca antes para enfrentar este tipo de situaciones", dijo Fukuda. Al mismo tiempo, la natural globalización nos pone en mayor riesgo. Los viajes aéreos internacionales significan que las infecciones pueden extenderse más rápidamente.

El gran riesgo de una pandemia podría no provenir del propio virus de la gripe porcina, especialmente si termina siendo relativamente leve, sino de los daños colaterales, si los gobiernos responden a la emergencia iniciando controles fronterizos e interrumpiendo el comercio mundial.

No sólo sería la peor recesión mundial --en 2008 el Banco Mundial reportó que una severa pandemia podría reducir el PIB mundial en 4.8 por ciento-- sino porque dependeríamos del comercio internacional para incontables necesidades, desde medicinas genéricas hasta guantes quirúrgicos.

5. ¿Qué tan espantados deberíamos estar?

Eso depende de a quien le preguntes. Oficiales del CDC y de la OMS han enfatizado que mientras la situación de la gripe porcina sea seria, ellos responderán con abundantes precauciones. Fuera de México, la gripe porcina no parece demasiado sería todavía. Y existen cosas simples que la gente puede hacer para protegerse a sí misma, como practicar una mejor higiene (lavarse las manos frecuentemente y cubrirse la boca al estornudar y permanecer alejado de lugares públicos y evitar viajes si se sienten enfermos).

Pero la verdad es que cada irrupción es impredecible y hay mucho que todavía desconocemos acerca de la gripe porcina. El pánico podría ser contraproducente, en especial si resulta en un acto reflejo como el cerrar fronteras internacionales, lo cual podría sólo complicar la respuesta de salud pública.

Pero tampoco deberíamos minimizar nuestras vulnerabilidades reales. Como lo dijo Janet Napolitano, la secretaria de Seguridad Interna: "Esto será un maratón, no un sprint". Estén preparados.