lunes, 4 de mayo de 2009
H1N1 en la prensa científica
Investigadores entrevistados por publicaciones científicas coinciden en un punto: están preocupados por la evolución de la cepa viral que causó la influenza A/H1N1. Y advierten: cualquier mutación que se registre en las próximas semanas puede resultar peor.
Por ello en distintos laboratorios del mundo se ha iniciado el estudio de la nueva cepa para tratar de prever su posible evolución y cómo contrarrestar sus efectos.
Los científicos que estudian el virus coinciden en que esta cepa híbrida, al menos en su forma actual, no es tan letal como las que causaron algunas pandemias previas. Incluso podría no hacer más daño que el brote de influenza que ocurre cada invierno sin tanta fanfarria.
Sin embargo no se confían. Tienen en cuenta la experiencia de la gripe española de 1918 que mató al menos a 50 millones de personas. En ese caso, el relativamente leve primer brote de influenza fue seguido varios meses después por una onda más agresiva y letal.
El virólogo Kennedy Shortridge, profesor emérito de la Universidad de Hong Kong advirtió al sitio Science que entre más se extienda el virus más oportunidad tendrá de mezclarse con otros virus de influenza actualmente en circulación, lo cual puede convertirlo en algo más letal. Las posibilidades de mutaciones son considerables y preocupantes, dijo.
Agregó que hay cepas humanas de H1N1 en circulación que son resistentes al Tamiflu, el fármaco elegido para tratar la enfermedad en humanos. Conjetura que el intercambio de uno o dos genes entre estos virus podría convertirlo en más patogénico o incrementar su capacidad de contagio de persona a persona.
Como precaución sugiere secuenciar muchas muestras virales tan rápido como sea posible para analizar cualquier cambio revelador en el virus.
Wendy Barclay, profesora de virología de la influenza en el Colegio Imperial de Londres, Gran Bretaña, dijo a NewScientist (Expert analysis: mexican swine flu- the story so far) que los análisis del genoma viral indican que no contiene ninguno de los determinantes genéticos asociados con la alta virulencia de cepas de influenza como la H5N1.
Sin embargo, el virus podría estar esperando cambiar en los próximos meses para adaptarse a su nuevo hospedero (el hombre). Si persiste hasta la siguiente temporada de influenza o llega al hemisferio sur donde la época de influenza está iniciando, deberemos estar pendiente de más eventos de recombinación entre este virus y las cepas de influencia que actualmente circulan en los seres humanos, como la H3N2 y la H1N1.
Las consecuencias biológicas de tales cambios son impredecibles, pero por muchas razones la segunda onda de este virus puede no seguir las características de la primera, aseveró la experta.
En otro artículo de NewScientist (Multi-drug strategy could slow pandemic spread) Rachel Nowak reporta que según un estudio la forma en que cada país utilice los fármacos contra la influenza puede ser clave para determinar el tamaño de la pandemia que surja del actual virus H1N1.
Tal es la conclusión de un modelo matemático de transmisión de influenza diseñado por un equipo internacional de investigadores. El estudio también sugiere que los países (atención México) que tengan en reserva sólo uno de los dos fármacos comúnmente usados para combatir la influenza pueden tener problemas para controlar una pandemia mayor.
"Si puedes retrasar el uso de tu principal fármaco hasta que el número acumulado de casos alcance un número suficientemente alto, reduces la capacidad de resistencia (del virus) y el número de casos finales", dijo Joseph Wu, miembro del equipo e investigador de la Universidad de Hong Kong.
"La clave es asegurar que el foco de población tenga buen control del antiviral. Entonces todos los países resultarán beneficiados. Si el foco pierde el control, entonces esta estrategia no funcionará", dijo.
Comúnmente son almacenados dos antivirales contra una pandemia de influenza: oseltamivir, el cual es vendido como Tamiflu y zanamivir, comercializado como Relenza. Ambos funcionan inhibiendo una enzima llamada neuraminidasa que el virus necesita para replicarse o proliferar.
Pero estos antivirales actúan sobre diferentes partes de la enzima y la resistencia a una droga, no confiere resistencia a la otra. La cepa mexicana H1N1 es actualmente sensible a ambas drogas, pero nadie sabe cuanto tiempo durará eso.
El equipo realizó el estudio después de notar que muchos países almacenan sólo una droga, usualmente oseltamivir, aunque hay excepciones como Australia e Inglaterra que almacenan ambos fármacos.
Los virus son notorios por su habilidad para desarrollar resistencia a drogas. El año pasado, una cepa de influenza H1N1 causante de influenza estacional, desarrolló rápidamente resistenacia al oseltamivir. "Cerca del 100 por ciento de H1N1 en Australia, Estados Unidos y muchas partes del mundo fueron resistentes al Tamiflu", djo Rayna MacIntyre, un experto en enfermedades infecciosas, de la Universidad de New South Wales, en Sydney, Australia.
Para determinar si inicialmente tratando pacientes con una pequeña reserva de un antiviral secundario puede retrasar el surgimiento de la resistencia por parte del virus, el equipo de Wu corrió un modelo matemático de brote de influenza en una población teórica de 6.8 millones de personas, el tamaño de Hong Kong.
En el modelo, o bien los doctores prescriben cualquiera de los dos medicamentos, ambos combinados o uno solo. En las dos estrategias que utilizaron más de una droga decreció el número de casos de personas que finalmente resultaron infectadas, de 68 a 58 por ciento. También se redujo la posibilidad del virus de desarrollar resistencia, de 38 a sólo dos por ciento, lo cual podría traducirse en un significativo número de vidas salvadas, dijo Wu.
BBC Online reporta que análisis preliminares del virus reportan que "es una cepa bastante suave". Los científicos dicen que se requieren más mutaciones para causar muertes masivas, pero la futura evolución del virus resulta desconocida.
Conjeturas preliminares han encontrado que el H1N1 se adhiere al tracto respiratorio superior, diseminándose fácilmente mediante la tos y los estornudos, pero causando sólo una infección suave, a diferencia de la gripe aviar H5N1 que se adhiere a mayor profundidad en los pulmones y provoca enfermedades más severas.
Hasta aquí el repaso de lo que se escribe en el mundo acerca de este virus. Seguiremos.
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