lunes, 20 de mayo de 2013

Recesión económica y discurso

El desplome de la economía mexicana reportado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) vuelve a poner en evidencia el abismo entre un discurso que pretendidamente llevará al país a la prosperidad, y la realidad empobrecida a la que lo conduce merced al programa de reformas estructurales que se aplica sin el consenso social y con el sólo apoyo de las cúpulas partidistas cooptadas.

El crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2013 de sólo 0.8 por ciento --la cifra más baja desde el cuarto trimestre de 2009 en plena crisis económica-- significa que entre diciembre de 2012 y marzo de este año el valor de la economía mexicana se redujo en 567 mil millones de pesos, cantidad equivalente al valor de las exportaciones mexicanas de petróleo en un año.

Ante esa realidad Enrique Peña Nieto dice que para mejorar esos números "México tiene que ocuparse, como lo venimos haciendo, de lograr cambios estructurales". Es decir, para salir del atolladero aplicar las mismas recetas que nos empujaron allí.

En abono de lo anterior, un reporte del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey sostiene que los acuerdos políticos (Pacto por México) y las reformas aplicadas no están diseñadas para enfrentar la desaceleración del país, por lo que se requieren nuevas medidas de corto plazo que reviertan la caída de la actividad industrial y de todo el aparato productivo nacional que está dejando de invertir (en marzo, observa el CIEN,  las importaciones de bienes de capital que las empresas necesitan para producir se redujeron 7.5 por ciento y los insumos intermedios 3.6 por ciento.)

La demagogia o confusión gubernamental para explicar el fracaso económico del primer trimestre llevó al propio Peña Nieto a incurrir en una contradicción elemental. Dijo que para no depender de la dinámica económica global, las reformas estructurales se impulsan para fortalecer el mercado interno, pero enseguida reveló que su estrategia consiste en recibir del exterior "más inversiones que vengan a detonar crecimiento, generación de empleos y mayor desarrollo económico que necesariamente habrá de traducirse en bienestar para las familias". ¿Que no es eso depender de lo que dice que no se quiere depender?

Lo que el adquiriente de Los Pinos ignora --but of course-- es que la mayoría de la inversión foránea que llega al país es capital especulativo que se invierte en la compra de bonos de deuda del gobierno y que, por tanto, no tiene nada que ver con la generación de empleos ni incide en el desarrollo económico.

De 2009 a la fecha esos capitales --llamados volátiles o golondrinos porque llegan, obtienen ganancias y se marchan con ellas sin invertir nada en actividades económicas productivas-- se multiplicaron por seis y en enero de este año ascendían a 126 mil 107 millones de dólares, según reportes del Banco de México (Banxico).

Su ingreso masivo al país obedece a que para enfrentar la crisis las naciones avanzadas redujeron sus tasas de interés a mínimos históricos, como una forma de estimular la actividad económica. En México lo hacemos al revés: se incrementa la tasa de ganancia para inversiones volátiles y se castiga la actividad productiva.

Aquí esas inversiones encuentran la rentabilidad que no encuentran en el mundo desarrollado y sólo por eso vienen, pero Agustín Carstens, gobernador de Banxico, asegura que la presencia de esos capitales es un "reflejo de la salud del país".

En contraparte, la Inversión Extranjera Directa (IED) que sí participa en actividades productivas fue en 2012 de sólo 12 mil 659 millones de dólares, también según datos del Banco Central. Pero lo que Banxico no reportó es que esa cifra es la más baja desde 1999 y que representa una caída de 35 por ciento, respecto de 2011, como se indica en el informe La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe 2012, presentado el 14 de mayo pasado en Santiago de Chile, por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En cambio, en América Latina, Brasil es el principal receptor de IED (41% del total) con 65 mil 272 millones de dólares en 2012, mientras que Perú y Chile aumentaron ese año 49 y 32 por ciento, respectivamente su participación. Como dato adicional ha de decirse que ninguno de esos países guarda una relación de subordinación económica respecto de EUA como la que mantiene México.

Como el propio Banxico ha reconocido: por cada dólar que ingresa para invertirse en actividades productivas (IED), llegan cinco  que sólo vienen a aprovechar las altas tasas de interés que aquí se les ofrecen, pero eso, según nuestro banquero central, es producto de "la salud del país". Puede ser, pero los únicos que se benefician de ella son los capitales financieros especulativos, y seguramente sus socios locales.

A contrapelo de lo que opina Carstens, el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó apenas en abril --durante la reunión anual de primavera que organiza con el Banco Mundial-- sobre los riesgos que los capitales golondrinos tienen para estabilidad financiera de países emergentes como México.


Como se ve, la inversión que según Peña Nieto vendrá a rescatarnos no está llegando. Lo que tenemos es inversión especulativa a la que se le otorgan todas las facilidades para obtener ganancias e irse, pues el Banco de México se niega a imponerle restricciones, como un impuesto.  

Y es que de eso se trata: de hacer negocios a costa del país. Lo otro: la cruzada contra el hambre y la prosperidad para todos es sólo el discurso para las masas.

Así vamos.

2 comentarios:

  1. "reflejo de la salud del país"
    vaya estúpida frase, como a él no le afecta........
    Y de qué salud habla? Acaso de los miles de desempleados que deambulan por las calles de todas las ciudades de la república?
    Acaso habla de la salud del país cuando los salarios andan por los suelos?
    Acaso es salud del país observar por todos lados muchachos en plena edad productiva, perdiendo el tiempo por que no hay empleadores mexicanos que ofrezcan un trabajo digno.....
    POR DIOS!!!
    En que país vive el estúpido ese de Carsten?
    Solo había de ponerlo e las calles a caminar unas 3 horas para que sepa lo que es canela fina.

    En fin!!
    Jaime me da gusto venir por aquí porque como lo he dicho siempre me sacas el ánimo luchista que la mayoría de las veces está escondido.

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  2. EEEEyyy! ve a la EScafandra! jjajajajajja!

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